Albert Sánchez Piñol, que ha entrado por derecho propio en el canon de los escritores catalanes por obras como Victus y Vae Victus, presenta ahora una alegoría sobre el poder y su ejercicio, valiéndose de un anarquista que llega a los Pirineos en Fungus, el rey de los Pirineos
Albert Sánchez Piñol se ha convertido en un autor de éxito, sobre todo a raíz de la publicación de Victus y de Vae Victus, su secuela.
Antropólogo con una dilatada carrera en temas que tienen que ver con la inmigración, no en vano es miembro del Centro de Estudios Africanos, ahora nos sorprende con una nueva novela que tiene como protagonista a un desarrapado anarquista catalán.
Este antropólogo catalán lleva media vida publicando libros que se convierten en éxito nada más salir al mercado, muchos de ellos escritos en lengua catalana.
Entre sus libros de más éxito nos encontramos con La piel fría, Pandora en el Congo y el último publicado, Fungus, el rey de los Pirineos.
Un argumento de tipo fantástico
El grueso de la historia se desarrolla en los Pirineos, donde el protagonista, en una geografía casi vacía de seres humanos, encuentra a los Fungus, unas criaturas ciertamente monstruosas.
Sánchez Piñol se va a servir de esas criaturas del averno para hacer una reflexión sobre el poder y la manera de ejercerlo.
Una obra en diferentes formatos
Sánchez Piñol siempre ha sido un vanguardista a la hora de presentar sus obras literarias, y es muy aficionado, también sucede esta vez, adornarlas con ilustraciones.
En esta ocasión, el apoyo gráfico corre de la mano de Quim Hereu, lo que hace mucho más amena la lectura del libro, dado que así tenemos una conciencia clara de la visión que tiene Sánchez Piñol de los Fungus.
Caracterizado por hacer apuestas arriesgadas con los libros que publica, Sánchez Piñol y su editorial tienen intención de lanzar al mercado audiovisual su obra, así como un juego de mesa sobre el universo, geográfico y humano, que rodea a Fungus, el rey de los Pirineos.
Un escritor que sigue a otros escritores
Albert Sánchez Piñol, a pesar de ser ya un autor consagrado, no vive en una «torre de marfil», si no que le gusta seguir y leer a otros autores que considera de su interés.
El autor de Les edats d’or se declara admiradora de la escritora argentina Flavia Company, y cita su último libro publicado, Magoro, como un texto que le ha cambiado la forma que tiene de leer.
Otro de los autores que sigue es a Ian Morris, a pesar de que, en su último libro, bautizado como Guerra, mantiene una tesis – las guerras con útiles – con la cual no comulga.
Sin embargo, Sánchez Piñol, por su trabajo como antropólogo, tiene plena conciencia que las guerras, al final, generan más beneficios del mal que provocan, ya que crean grandes poderes que son capaces de mantener la paz.
En su dilatada carrera como antropólogo ha sido testigo de cómo, en las excavaciones arqueológicas de los primeros estadios de nuestro desarrollo como especie, uno de cada cuatro cráneos presenta muestras de violencia.
En esencia, la humanidad, salvo los últimos siglos, estaba en un estado de guerra perpetua, y el 25% de los individuos de esas sociedades fallecía producto de hechos violentos.
Un enamorado de los clásicos
A riesgo de resultar pedante, Sánchez Piñol recomienda, siempre que se pueda, leer a los clásicos.
Sin ambages confiesa que muchas noches, antes de dormir, lee a Tácito, ya que considera que el que fuera procónsul del imperio romano, despliega en su obra muchas enseñanzas plenamente aplicables en nuestras sociedades del siglo XXI.
Sabiendo que la lectura de los clásicos puede ser un poco árida, Sánchez Piñol recomienda, para lograr un mayor compromiso por la lectura, elegir obras que sean poco conocidas, huyendo de las muy manidas La Illiada o La Odisea.
Una teoría sobre el ejercicio del poder
Fungus…, que comenzó a ser redactada en el 2005 y cuyo alumbramiento literario ha durado más de una década, es, en esencia, un tratado sobre el poder y su ejercicio.
Sánchez – Piñol, en el libro, muestra que la mayor parte de detentar el poder no tiene que ver con el uso de la fuerza física o la coerción, sino con algo más «civilizado», como es el asentimiento.
También considera que mantenerse en el poder es producto de tener el apoyo de las grandes masas que en cualquier momento puede deponer al gobernante de turno.
Ese principio es válido tanto para las democracias como para todo tipo de autocracias, e inclusive de organizaciones que poco tienen que ver con la política.
El primer libro de una saga
Tal como confiesa este escritor catalán, con Fungus, el rey de los Pirineos, pretende iniciar una saga que a día de hoy no sabe de cuantos libros se compondrá.
Los verdaderos protagonistas de Fungus… son unas setas gigantes que solo entienden de emociones, con una forma de comunicarse completamente emocional en la cual, a veces, se «cuela» alguna palabra.
En eso, en las emociones, es en lo que esos seres fantásticos se diferencian de los humanos, ya que para la comunicación los descendientes del homo sapiens tenemos principalmente el lenguaje.
Entre el elenco que de forma recurrente aparece en el libro, nos encontramos con Cassian, el jefe de los contrabandistas, a Ric – Ric, el anarquista, a una maestra de escuela que se llama Mailís o a Antonio Ordoñez, un militar español.
Las setas como metáfora de nuestra especie
Eso es lo que ha pretendido Albert Sánchez Piñol con su última obra publicada, ya que considera que las setas, al menos salir al campo a buscarlas, es una de las últimas pulsiones que nos queda de los cazadores – recolectores que fuimos en los albores de la humanidad.
Por si fuera poco, las setas son seres asexuados, es, abunda Sánchez Piñol, como si todas fueran hermanas.
Sánchez Piñol indepe
A pesar de confesarse, sin rubor, como independentista y estar «al cabo de la calle» de la pugna política que se vive en Cataluña, no ha querido enlazar las secuelas del procés con su nueva obra literaria.
Sánchez Piñol considera que si hubiese imbricado la realidad política catalana con Fungus… habría hecho un flaco favor a la trama, dado que quedaría constreñida en unas coordenadas espacio temporales muy concretas.
Interpretaciones para todos los gustos
Sin embargo, y aunque el propio autor rehúye cualquier paralelismo entre Fungus… y la política catalana, y mucho menos con la nacional, ya hay quien ha visto cierto cariz político en los personajes que la pueblan.
Hay quien ha creído reconocer a Mariano Rajoy en el personaje de Ric – Ric, ataviado con un sombrero bombín y un largo abrigo negro.
La comparación también ha sido válida con un Ric – Ric transmutado en Carles Puigdemont u Oriol Junqueras.
Lo que sí admite el autor de Pandora en el Congo, es que políticos y escritores tienen en común que ambos están sujetos al favor del público, ya que cuando dejan de tener su pláceme, sus carreras han tocado a su fin.
Fuente – EL PAÍS / Albert Sánchez Piñol en Wikipedia / Tácito en Wikipedia / el diario
Imagen – Travel Familiy Box / juanedc / Frapestaartje / Albin Olsson / German Federal Archives / Museo del Prado / Tony Alter / Laureá / daliscar