
En uno de los primeros Nobel de Literatura paritarios, los galardonados son una escritora y un escritor, en concreto los centroeuropeos Olga Tokarczuk y Peter Handke, dos autores que además de la literatura, muy poco tienen en común, ni en sus temas ni en su sensibilidad literaria
La Academia Sueca acaba de fallar los Premios Nobel, y entre ellos el de literatura, que ha recaído esta vez en dos escritores centroeuropeos, y parece que aplicando la paridad de género.
Los premiados son la escritora polaca Olga Tokarczuk y el escritor austriaco Peter Handke, dos de los principales valores de la literatura europea, pero también mundial, que nos es contemporánea.
Aunque pueda parecer extraño que en un mismo año se premien a dos escritores, es conveniente explicar que la edición de año 2018 quedó desierta, tanto en literatura como en otras disciplinas, por un oscuro caso de acoso sexual en el Academia Sueca.
En puridad, Tokarczuk tenía que haber sido premiada en el 2018, y el verdadero Nobel de Literatura 2019 es Handke.
Justificación del premio

Como cualquier otro galardón literario que se precie, el jurado da una explicación razonada del porqué de la concesión del premio a un escritor y no a otros.
En el caso de la escritora polaca, el comité explica que ha sido galardonada por poseer una imaginación narrativa de primer orden y por la pasión enciclopédica que pone en su trabajo, en donde establece la vida en el cruce de muchas fronteras, no todas de ellas políticas.
En el caso del escritor austriaco de origen esloveno, la Academia Sueca subraya que él, con una marcada ingenuidad en el lenguaje, es uno de los que mejor han representado al ser humano en la literatura contemporánea.
Los dos escritores han aceptado el galardón, y mientras a Handke la llamada para informarle sobre la concesión del galardón le «pilló» en casa, a la psicóloga polaca devenida en escritora la llamada le llegó mientras se encontraba en Alemania de promoción de su última obra literaria.
Varios casos de abuso sexual

Es la razón por la que en el año 2018 la Academia Sueca decidió, hasta que se depurasen responsabilidades, dejar en suspenso los premios Nobel.
El escándalo que salpicó a una institución casi de rancio abolengo fue que uno de los pilares de la institución, el artista francés Jean-Claude Arnault, fue acusado de delitos sexuales, lo que ha provocado que se haya reformado el modo de elección de aquellos que quieran pertenecer a la Academia.
Ahora, además de su currículo, los aspirantes a formar parte de la institución que fundase el industrial Albert Nobel, tendrán que demostrar una larga trayectoria de probidad, y por supuesto estar alejados de cualquier escándalo, especialmente de cariz sexual.
Una elección atípica

Por regla general, que de tanto repetida había devenido en una ley casi inmutable, el Comité del Nobel presentaba una terna que posteriormente se sometía a escrutinio entre todos los miembros de la Academia.
En el caso que nos ocupa, el Comité únicamente presentó dos candidatos, y al estar desierto el premio de la edición del 2018, Olga Tokarczuk y Peter Handke ha pasado a ser, automáticamente, los galardonados.
Lo que todavía no se sabe es sí, en los próximos años, se impondrá el método de elección que se ha decidido este año, se convertirá en un hábito o se volverá a la elección de una terna como en las ediciones precedentes.
Muchos los llamados, pocos los elegidos

En cada nueva elección de los premios Nobel de Literatura es inevitable que en el «mundillo» literatura quien más quien menos componga su quiniela, a ver si acierta.
Entre los posibles ganadores del premio de este año que, entre otros, recibieron Camilo José Cela y Mario Vargas Llosa, se encontraban escritores consagrados como Anne Carson, Maryse Condé o Ngugi wa Thiong’o.
Lo que se intuía es que la Academia Sueca haría estandarte de la igualdad de género y que en la dupla que ha resultado galardonada habría una mujer y un hombre, como efectivamente así ha sido.
Hombres, caucásicos y blancos

Es la historia del Premio Nobel de Literatura desde que se otorgó el primer galardón en el año 1901 y que laureó al escritor francés René François Armand Prudhomme, los galardonados, salvo honrosas excepciones, han sido hombres y de raza blanca.
En más de 100 años de historia, solo 15 mujeres han logrado el máximo galardón de las letras universales, y en cuanto a los galardonados de origen no europeo, también son una excepción, a pesar de que son más de 15.
Precisamente una de las asignaturas pendientes tiene que ver con que el Premio Nobel de Literatura sea más diverso e inclusivo, ya que de hecho hay que remontarse al año 1993, cuando el galardón recayó en Toni Morrison, para encontrar a una premiada afrodescendiente.
Además, la gran mayoría de los galardonados en estos 120 años de premio han escrito, salvo honrosas excepciones, en el idioma de Shakespeare, aunque afortunadamente para la literatura, los dos premiados del 2019 no escriben en dicho idioma.
Con pocos puntos en común

Salvo que ambos son escritores y que tanto Olga Tokarczuk como Peter Handke provienen de países centroeuropeos, poco más tienen en común en su trayectoria de escritores, a no ser que ambos han transitado por los territorios de la narrativa.
Ni en los temas, ni en los tiempos, ni tampoco en los territorios literarios ambos escritores coinciden, pero ambos son dos creadores mayúsculos, y forman parte de los narradores europeos que han llevado la literatura del viejo continente a otro nivel.
Una escritora polaca y a la vez universal

Mientras que los libros más célebres de la escritora polaca son, sin ningún género de dudas, Sobre los huesos de los muertos, publicado en castellano por Siruela, también es digno de mención una ambiciosa novela histórica como Księgi jakubowe, que todavía no ha sido traducida al inglés ni tampoco al español.
A Tokarczuk no le son ajenos los premios, ni siquiera los más importantes, ya que en el 2018 fue galardonada con el Man Booker International Prize, uno de los más prestigiosos galardones para obras literarias traducidas al inglés.
Peter Handke, una constante en la literatura

La presencia del escritor austriaco en el imaginario literario de los que leemos, también, en español, proviene de muchas décadas atrás, ya que sus primeros libros, traducidos al idioma de Cervantes, datan de la década de los años sesenta del pasado siglo.
El que probablemente ha sido siendo quizás su libro más reconocido, íntimo y desgarrador ha sido Desgracia impeorable, donde enhebra una serie reflexiones después de que su madre se suicidara en el año 1972.
También han sido libros muy celebrados en España y Latinoamérica, si atendemos a sus ventas, obras literarias como La mujer zurda (1976), Ensayo sobre el cansancio (1989) o Ensayo sobre el día no logrado (1991).
Para aquellos que queráis «hincar el diente» al grueso de la obra de Handke en castellano, la mayor parte de sus libros han sido publicados en Alianza Editorial, aunque también hay traducciones de sus obras en las editoriales Nórdica, Pre – textos o Barterbly.
Unas posiciones políticas cuando menos cuestionables

A pesar de que en la Academia Sueca considera que Handke no es un escritor comprometido políticamente en el sentido que consideraba Jean Paul Sartre, bien es cierto que parte de sus posiciones políticas pueden ser calificadas al menos como cuestionables.
Uno de sus alineamientos políticos más discutidos fue su apoyo a los serbios de Bosnia, y en especial al presidente yugoslavo, Slobodan Milošević y el no haber considerado como genocidio la guerra que sucedió en territorio bosniaco.
Premios muy cuestionados

Las posiciones políticas extremas de Peter Handkle han provocado que muchos de sus premios, y la entrega de los mismos, hayan estado envueltos en la polémica e incluso hayan provocado manifestaciones ciudadanas en contra.
Ya en el año 2006, el consistorio de la ciudad alemana de Düsseldorf «secuestró» la partida presupuestaria necesaria para la concesión al escritor austriaco del premio Heinrich Heine.
Ocho años después, la concesión del International Ibsen Award provocó la protesta del PEN Club de Noruega, y una multitudinaria protesta ciudadana a las puertas del Teatro Nacional de Oslo.
Pudiéndose, ante la manifestación, habérsela «envainado», no tuvo pábulo, en el discurso de aceptación del premio, aconsejar a sus detractores, parte de los cuales le esperaban fuera del recinto, que se “fuesen al infierno”.
Olga Tokarczuk tampoco es «manca»

Y concretamente del brazo izquierdo, ya que lleva años en una cruzada personal contra el gobierno de ultraderecha – el partido se llama Ley Justicia – que gobierna, y que va a seguir gobernando a tenor de los últimos resultados electorales, en Polonia.
De hecho, desde los sectores más conservadores polacos, se la ha llegado a tildar de antipatriota por obras como Los libros de Jacob, en donde, en clave de novela histórica, revisa la relación del pueblo polaco con la minoría judía a lo largo de la historia.
También es célebre un artículo de opinión, que apareció publicado en The New York Times donde denunció el asesinato del alcalde progresista Pawel Adamowicz, en el que veía, como autor intelectual, al partido político que actualmente gobierna en Polonia.
Fuente – infoLibre / Olga Tokarczuk en Wikipedia / Peter Handke en Wikipedia / Ganadores del Premio Nobel de Literatura en Wikipedia / Premio Booker en Wikipedia
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