La noticia saltó hace pocos días: Enrique Murillo abandonaba su trabajo como editor en su Editorial Los Libros del Lince que pasaba a manos de la mexicana Malpaso Ediciones. Murillo tiraba la toalla después de años de intentar sacar a flote un sello editorial que fue deficitario desde sus comienzos. La alianza de Malpaso Ediciones con Los Libros del Lince permite reflotar el sello editorial, añadir títulos a su fondo editorial y contratar más personal
Enrique Murillo, se ha convertido con el tiempo, en uno de los tótems, desde 1979, de la edición española: a un juvenil trabajo en Anagrama le siguió su desembarco en Plaza & Janés, de ahí pasó a Planeta y del buque editorial de José Manuel de Lara recaló en la Alfaguara de Santillana, para en el 2008 fundar la editorial Los Libros del Lince.
La epopeya que ha tenido que vivir Murillo al frente de Los Libros del Lince ha sido de las que hacen época, tal como comentaba a los editores de Malpaso Ediciones en un viaje en el que coincidieron, ya que compartían distribuidor.
A Enrique Murillo se le notaba desencantado: “Tengo 72 años, y todo lo que he hecho en este mundillo lo he dejado a mis espaldas, está por ahí; con Los libros del Lince, que creé con dinero de la hija y de amigos y ya no podía exigir más, he estado dos veces a punto del concurso de acreedores; por eso di un golpe de timón: reduje de 18 a siete títulos al año, me quedé solo y pasé de un déficit de 60.000 euros a 15.000 euros positivos, pero ya no podía más”
La conversación desembocó en que Malpaso Ediciones – propiedad del mexicano Bernardo Domínguez – se hizo con el control del 98% de Los Libros del Lince, y Enrique Murillo además de convertirse en editor emérito es ya miembro del consejo de administración.
Ahora libros como Yoro de Marina Perezagua, Posteconomía de Antonio Baños, Autobiografía no autorizada de Julián Assange, El sur pide la palabra de Slavoj Zizek o Diario del crash de Santiago Niño-Becerra, con varias decenas más forman ya parte del catalogó de Malpaso Ediciones.
Tal como refiere Murillo, la sinergia lograda con Malpaso Ediciones hace que se pueda continuar la labor de crecer en títulos, siguiendo con la edición de libros sociológicos y políticos de mirada crítica y singular, aunque también aparezca por primera vez el libro práctico, con la edición de una guía de quesos de gran consumo al que seguirán una exitosa guía de vinos.
Además Libros del Lince se puede permitir ahora contratar nuevo personal, en la persona de Eduardo Hojman, cuya labor profesional como editor se ha desenvuelto en editoriales como Emecé Argentina o la española Urano.
Esto se produce en un contexto, como es el español, en el cual – cita Murillo – se han hecho realidad los peores augurios que el editor André Schiffrin auguró en La edición sin editores, esto es, una nueva hornada de editores que ni leen originales y lo único que buscan es la facturación y la rentabilidad máxima sacrificando la calidad de los libros que publican.
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Fuente – Diario El País
Imagen – Espen Moe