«Cuando llega la luz», nazis en Levante de la mano de Clara Sánchez

casitodaslasletras12092016

Clara Sánchez publica “Cuando llega la luz” la continuación de “Lo que esconde tu nombre” y que toma como argumento la vida de muchos de los jerarcas nazis que huyeron de Alemania y acabaron viviendo en el Levante español, más concretamente en Denia. De la mano de Fred y Karin, los protagonistas de la novela, viviremos en primera persona la vida de lujo y boato que rodeó la vida de muchos de los genocidas acogidos por la dictadura franquista

La nueva novela de Clara Sánchez nos retrotrae a los primeros años del franquismo, en un Levante español que era refugio seguro para antiguos jerarcas del régimen nazi, que no hacían nada por ocultar su condición.

Tal como recuerda Carmina Gómez, no era raro que en Denia, lugar dónde se ambienta esta novela de la autora de Lo que esconde tu nombre, se celebrase, muchos años después de su suicidio en el bunker de la Cancillería en Berlín, el cumpleaños de Führer.

En ese día los jerarcas nazis que habían encontrado un cómodo refugio en España y vivían en villas con todo lujo, se vestían con sus antiguos uniformes militares y del partido nazi y organizaban fiestas que se regaban con el mejor champán francés.

Carmina los recuerda que “eran altos, guapísimos, con los uniformes y las medallas ellos, y ellas delgadas, con vestidos largos y joyas, rubias, para enamorarse…”. Esos nazis escondidos en las sus lujosas villas del Levante español son los protagonista de Cuando llega la luz, la nueva novela de escritora caracense.

Se trata de una novela ambientada en los mismos lugares que Lo que esconde tu nombre, de la cual es continuación y que también está ambientada en Denia. Allí la escritora nos lleva a un universo de villas de lujo dónde arribaron muchos jerarcas nazis tras la derrota de Alemania en la II Guerra Mundial.

Esos asesinos de masas y perpetradores de una cantidad innumerable de crímenes contra la humanidad fueron expulsados de Alemania y se avecindaron en España, siendo expulsados a un paraíso de vida de alto standing y lujo, que contrastaba también con una España con las estrecheces económicas de la posguerra.

Basta darse un garbeo por el cementerio de Denia para ver un buen número de lápidas en las cuales han sido grabados nombres alemanes. Dos de esos mausoleos son los de Gerhard Bremer – fallecido en 1989 – y al de su esposa Almut Bremer, finada en el año 1994.

Anton Galler y su esposa Elfe también descansan en el citado campo santo. La nueva novela de Clara Sánchez ha levantado ampollas en Denia entre los descendientes de los miembros del alto mando nazi que se radicaron en la localidad valenciana pocos años después de la finalización de la II Guerra Mundial.

Inclusive como comenta Carmina Gómez, los descendientes de esos nacionalsocialistas han hecho todo lo posible por echar tierra sobre los crímenes contra la humanidad que perpetraron sus mayores. Muchos de ellos quieren correr un tupido velo sobre esa época, justificando a sus parientes con el argumento de que eran otros tiempos.

Inclusive es una de esas villas, que en esta novela se convierte en Villa Sol, le ha servido a Clara Sánchez para ubicar parte de la acción de esta última novela. Allí vive la pareja protagonista – Fred y Karin – una pareja que perteneció al círculo más íntimo de Hitler.

Fred tuvo su correlato real en Johannes Bernhard, cuyo pseudónimo fue “El ángel negro”. Este empresario alemán bonachón que se integró completamente en la sociedad levantina, no era otro que un General de las SS.

La llegada de Bernhard a España en las postrimerías de la II Guerra Mundial tenía como objeto supervisar la exportación a Alemania del preciado wolframio, un mineral que entre otros usos servía para la construcción del blindaje de los carros de combate Panzer.

Con el tiempo, y tras décadas de hacer negocios en España, Bernhard logró acumular un importante imperio empresarial lo que le permitió vivir permanentemente instalado en el lujo y trabar muy buenas relaciones con jerarcas del régimen franquista, como el Almirante Carrero Blanco.

Tan buenas eran las relaciones con el franquismo, que fue el propio Franco el que le regaló una villa en la cual vivió décadas. Ahora en dicha finca está ubicado el Hotel Buenavista que después de pasar por varias manos, en un local especializado en el que se celebran bodas, comuniones y otro tipo de convites.

Más información – Un relato de la División Azul

Fuente – Diario El País

Imagen – Wikipedia

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