Los guionistas de Hollywood se han puesto en huelga lo que ha provocado un desbarajuste en la industria del entretenimiento en Estados Unidos. Entre sus reivindicaciones unas mejores condiciones de trabajo y unos ingresos mayores. Mientras tanto, en España las condiciones de trabajo de esos profesionales son todavía más precarias

Los guionistas de Hollywood y de series que se emiten en Netflix o HBO, por citar solo dos plataformas, llevan semanas en pie de guerra.

La movilización se produce después de años de llevar denunciando trato abusivo por parte de las Majors: salarios de miseria, por lo menos en comparación con lo que facturan películas y series, jornadas de trabajo interminables y muchos otros peros.

La realidad del sector en España es todavía peor, ya que guionistas y escritores orientados hacia el cine y las series matarían por tener las condiciones de sus pares norteamericanos, en un sector, en España, que se queja sobre todo de la precariedad.

Más de 3 meses de huelga

La cifra concreta es de 100 días en los cuales los guionistas no han escrito una sola línea por lo que el sector – cine y series – ha tenido que paralizar cientos de rodajes.

Detrás de las movilizaciones se encuentra el sindicato Writers Guild of America (WGA), que reclaman mejores condiciones laborales.

Por el momento están contando con el apoyo de los actores de Hollywood, en un sector en el que prima, desde siempre, la solidaridad entre los diversos actores que lo conforman.

Además, algunos de los actores que se han sumado a apoyar a los guionistas son primeros espadas del cine y de las series, como Meryl Streep o Brendan Fraser, que acaba de protagonizar La ballena, una película que ha tenido mucho éxito.

Las pérdidas del sector no son baladíes: se estima que se están perdiendo 30 millones de dólares cada día que los guionistas mantienen la huelga.

Reivindicaciones diversas

Las peticiones de los guionistas de Hollywood aúnan reivindicaciones tradicionales en el sector – mejores salarios y participar en los beneficios que genera su trabajo, jornadas de trabajo más reducidas – con otras incardinadas en pleno 2023.

Una de estas nuevas reivindicaciones tiene que ver con la regulación de la inteligencia artificial (IA) para evitar que la misma acabe con su trabajo, ya que está demostrado que a día de hoy la IA ya es capaz de generar textos complejos, como pueda ser un guion.

Los guionistas son parte de la cadena de valor que tiene la producción de películas o series, por lo que WGA quiere que sus asociados puedan beneficiarse de un porcentaje de los beneficios que genera su trabajo.

En España aún peor

Sondeadas fuentes del sector, la opinión mayoritaria es que en nuestro país la situación es todavía peor: guionistas con películas y series que han tenido éxito y que han recibido galardones de la profesión hablan de condiciones precarias en la mayoría de las ocasiones.

Se da la situación que incluso los guionistas no saben si al final acabarán cobrando por su trabajo debido a que en España el dinero lo manejan las productoras, sin que exista una partida específica bajo el epígrafe de guionistas.

Esta falta de previsión para destinar una partida para pagar a los guionistas, da igual que sean de cine o series, se debe a que desaparecieron las ayudas que se daban al ICAA.

Globalización

Fundamentalmente provocada por empresas de entretenimiento como puedan ser Netflix o HBO, por citar solo dos de ellas.

El fenómeno del streaming ha logrado que series y películas se puedan ver en todo el mundo, lo que ha permitido que series de factura 100% españolas hayan tenido un éxito que no se entendería sin las plataformas.

Es el caso de La Casa de Papel, que ha catapultado a varios de sus actores a cruzar el charco y poder optar a trabajos en Estados Unidos y no solo en series, sino en producciones cinematográficas de las Majors.

Uno de los males endémicos que sufren los guionistas en Estados Unidos también afecta a los guionistas españoles: cobran lo mismo independientemente de que la serie se vea solo en España o en otros muchos países.

Del mismo modo que el sindicato WGA agrupa al grueso de los guionistas norteamericanos, en España existe ALMA, que agrupa a 800 guionistas españoles, una ínfima parte de los más de 10.000 que agrupa WGA.

Cambio de modelo

Una de las reivindicaciones, a uno y otro lado del Atlántico, tiene que ver con los derechos de autor que los guionistas reciben.

Con el cambio de paradigma – la venta de DVD y Blue Ray se ha desplomado y ahora casi todo se visiona por plataformas – hace que el cálculo de esos derechos de autor se haya hecho más complicado.

Además, la irrupción de las plataformas, que muchas veces también producen las películas y series, ha provocado que las series tengan menos capítulos y por ende el trabajo flaquee.

Por otro lado, desde WGA también se reivindica que aumente la cuantía de los derechos de autor a medida que el producto – película o serie – tiene más éxito, y no como hasta ahora que la “caja” se la suele llevar la productora y los actores.

Marca España

Aunque los guionistas españoles comparten muchas de las reivindicaciones de sus pares norteamericanos, las peculiaridades del mercado español también han hecho surgir una idiosincrasia propia.

Sin embargo, la fuerza que tiene WGA es difícilmente replicable en la piel de toro, entre otras cosas porque la profesión de guionista nació en Estados Unidos en los albores el siglo XX, mientras que en España su eclosión fue mucho más tardía.

La principal lucha de sindicatos como ALMA es que los guionistas puedan lograr una estabilidad laboral y financiera.

El trabajo en el cine o en las series, para todos los implicados en el sector, no solo los guionistas, va por proyectos, sin que los implicados puedan saber cuándo lograran un nuevo contrato.

Para ello sería necesario que los guionistas españoles puedan recibir algún tipo de subsidio en aquellos periodos en los cuales no encuentran trabajo.

Las condiciones para trabajar en el sector son, por tanto, la de personas que pueden permitirse pasarse meses sin trabajar, lo cual implica que se establece un filtro para poder ingresar en la profesión.

Fuente – el diario

Imagen – edwin tabajonda / John Sequeira / fangbiansile / Paul Analog / John Jackson / ip 84.5 / Scott Beale