La que podría ser la última demanda contra Nacho Carretero, su libro Fariña y la editorial Libros de K.O. se ha saldado con una desestimación de la demanda, un proceso judicial en el cual el demandante, Manuel Fernández Padín, reclamaba una indemnización de 150.000 euros

Fariña fue uno de los grandes éxitos editoriales del año 2015, pero nació envuelto en la polémica, una polémica que se trasladó a la sala del juicio, ya que desde ese año el libro se ha visto envuelto en múltiples causas judiciales.

En el último, o sería mejor decir el penúltimo, embate judicial, uno de los testigos protegidos de la operación Nécora, Manuel Fernández Padín, ha perdido el juicio en el cual acusaba de diversos delitos a Nacho Carretero, autor de Fariña, y a la editorial Libros del K.O.

Una historia de éxito

En los años que median entre el 2015 y este 2023, Fariña ha vendido 130.000 ejemplares, y el título ha sido reeditado 15 veces.

Amén de haberse convertido en un texto que explica lo que ha sido el narcotráfico en Galicia desde los años ochenta del pasado siglo hasta ahora, también se ha convertido en una laureada serie de televisión.

Fariña, su autor y la editorial que lo publicó llevan un buen número de sentencias judiciales favorables, la última se ha dictado hace escasas fechas y es favorable para los intereses de Libros del K.O. y su autor, Nacho Carretero.

Desde la publicación de su primera edición, corría el 2015, el título se ha visto envuelto en la polémica, no en vano a los pocos días de estar en los expositores de las librerías la edición fue secuestrada por orden judicial.

Una sólida investigación

En Fariña se señala, con nombres y apellidos, a un buen número de narcotraficantes y organizaciones criminales, todas ellas ligadas a los clanes gallegos tradicionales ligados al contrabando de tabaco y de drogas.

Uno de los citados es Manuel Fernández Padín, un drogodependiente que trabajó para el Clan de los Charlines, y que, como testigo protegido, aportó información que permitió que el juez Garzón pudiese iniciar lo que se denominó Operación Nécora.

Gracias a esa operación dieron con sus huesos en la cárcel muchos de los grandes narcotraficantes gallegos como Laureano Oubiña, Marcial Dorado, y otros miembros del citado clan de los Charlines.

Manuel Fernández Padín

Corrían los años ochenta del pasado siglo y Fernández Padín era un toxicómano que llegó a fundar un club de fútbol llamado Dejarnos Vivir y que trabajaba eventualmente en el alijado de la droga que llegaba a Galicia.

Llegado un momento Fernández Padín y Ricardo Portabales se cambiaron de bando y aportaron información que provocaría una de las mayores desarticulaciones de las mafias que introducían droga en Galicia.

La nueva causa judicial comenzó cuando Fernández Padín denunció que parte de la información que sobre él aparece en Fariña era mentira y exigió una compensación económica de 150.000 euros.

Finalmente, la Audiencia de Madrid ha rechazado el recurso en lo que se ha convertido ya en una nueva victoria judicial de Nacho Carretero y de Fariña.

El libro de 350 páginas ha sido construido a partir del análisis de miles de hojas de sentencias judiciales y una amplia bibliografía que se ha basado en investigar en decenas de libros que hablan del narcotráfico en Galicia.

 La tormenta arrecia con la adaptación televisiva

Fue a raíz del estreno de la adaptación televisiva de Fariña por Bambú Producciones cuando se plantearon una cascada de demandas judiciales siendo la primera de ellas la que presentó Antonio Acuña.

El que fuera exmarido de una de las integrantes del Clan de los Charlines, exigió una indemnización de 250.000 euros, aunque solo aparece citado en el texto de Fariña en una línea.

A pesar de que fue absuelto de la acusación de haber participado en el desembarco de un alijo de 800 kilos de cocaína, el juzgado rechazó la demanda judicial porque la Audiencia Nacional había demostrado de manera inequívoca su vinculación con el narcotráfico.

Desde Libros de K.O. están ya hartos del calvario judicial que están viviendo, y su editor se conoce de cabo a rabo los juzgados a los cuales ha tenido que acudir muchas veces para litigar ante demandas que les había interpuesto.

No fue hasta el año 2018 cuando comenzó el rosario de demandas judiciales, unas demandas que debido a lo lenta que es la justicia, pueden estar “vivas” muchos años después de que fueran presentadas.

Secuestro judicial

Se trata de una de las vicisitudes más peligrosas que puede vivir una editorial, como así fue para Libros del K.O.

Fueron cinco meses en el año 2018, tras las demandas presentadas por José Alfredo Bea Gondar, el que fuera regidor de O Grove, y no fue hasta junio de ese año 2018 cuando el libro pudo volver a mostrarse en los expositores de las librerías.

Pero finalmente la demanda se volvió en contra de Bea Gondar, debido a que el Tribunal Supremo dictó sentencia contra él, que se vio obligado a indemnizar a Nacho Carretero y a Libros del K.O.

En una delicada situación

Es en la que se quedó Libros de K.O. debido al secuestro judicial de Fariña, ya que era una editorial que no nadaba en la abundancia precisamente.

Fueron meses si poder vender el título, Fariña, por el cual habían apostado sin ambages e invertido mucho dinero, mucho del cual era prestado.

Además, el secuestro judicial se produjo en plena Feria del Libro de Madrid, un evento donde muchas editoriales, y Libros del K.O. no era una excepción, aprovechaban para vender lo que no pueden vender el resto del año.

En esos momentos Libros del K.O., una editorial pequeña, no tenía capacidad financiera para lidiar con un proceso judicial, y eso, aunque había logrado vender 40.000 copias de Fariña, que sigue siendo uno de los títulos más vendidos de su catálogo.

La victoria que han logrado en este último embate judicial pone coto a 8 años de constantes demandas contra la editorial por parte de muchos de los mencionados como cercanos al narcotráfico.

De hecho, después de casi 10 años desde que Fariña apareció en los expositores de las librerías, sigue siendo un libro que retrata una época en la cual muchos contrabandistas de tabaco, una profesión que inclusive contaba con cierto prestigio en Galicia, se convirtieron en mercaderes de la muerte traficando con drogas.

Fuente – el diario

Imagen – Mike McBey / Farhan Perdana / John Leach / David Stanley / Academia Christiana / Looby Lou