En Brasil también hay camisas negras

El Centro Dramático Nacional estrena Depois del silencio, de la dramaturga brasileña Christiane Jatahy, en donde con un lenguaje a medio camino entre la dramaturgia y el cine, nos presenta la vida de una comunidad de afrodescendientes, donde campa por sus respetos la violencia institucional y el racismo de los latifundistas

En Centro Dramático Nacional se viste de gala para la representación de Depois do silencio una obra de teatro que desnuda el fascismo que todavía anida en Brasil, después de que en el año 1979 el país más grande el Sur americano recobrase la libertad.

Quizás la principal lección que podemos sacar de esta obra dramática es que desnuda con toda su crudeza el racismo institucional que todavía campa por Brasil y un sistema de casi esclavitud que afecta a muchas comunidades de afrodescendientes brasileños.

Como el racismo siempre tiene mil caras, esa situación de esclavitud también afecta, en el agro brasileño, a las comunidades indígenas.

Saben de lo que hablan

La interpretación de la obra corre a cargo de tres actrices que proviene de la región de Chapada Diamantina, y que son Caju Bezerra, Juliana França y Gal Pereira, que además de intérpretes son activistas que llevan años luchando a brazo partido contra el racismo institucional.

Las tres provienen de comunidades que llevan batallando décadas por poder acceder a un trozo de tierra que puedan llama suyo y con el que puedan alimentarse ellas y sus familias.

También hasta cierto punto es la historia del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil, que luchan contra los grandes latifundistas, muchos de los cuales poseen miles de hectáreas que no producen nada.

La representación mezcla una narrativa que va a caballo entre el lenguaje cinematográfico y el teatral, mientras realidad y ficción se mezclan sin saber cuando acaba la primera y comienza la segunda.

La obra la dirige la dramaturga y directora teatral Christiane Jatahy que abandono Brasil en el año 2019 cuando Jair Bolsonaro llegó al poder, como protesta del advenimiento del excapitán paracaidista. 

Una importante carrera internacional

Jathay pasa por ser la dramaturga brasileña con mayor reconocimiento en la escena teatral internacional, destacando por la profunda significación política que tienen todas sus obras.

También merece mención que ha creado un estilo narrativo propio en el cual se entremezclan de una manera magistral el lenguaje cinematográfico y el propiamente teatral.

El último trienio lo ha dedicado en exclusiva a crear una trilogía que habla de la violencia, los muchos tipos de violencia que afectan a una buena parte de los brasileños, sobre todo a los más racializados.

La primera de las tres obras, que obedece al título de Entre chien et loup nos presenta una adaptación teatral de la obra cinematográfica Dogville de Lars Von Trier, presentando ahora en España la ya citada Depois do silencio la que culmina la trilogía.

El resurgir del fascismo en Brasil

Es lo que nos presenta la dramaturga brasileña en esta trilogía que culmina con la obra que ahora se representa en el Centro Dramático Nacional.

La obra fue gestada en Brasil, donde la autora teatral decidió regresar y que surge poco antes de que Lula da Silva volviera, y en la misma se abunda en los mecanismos, políticos y de todo tipo, que provocaron la toma del poder por la extrema derecha.

El gobierno de Bolsonaro recordaba mucho a la dictadura militar que asoló Brasil entre los años 1964 y 1985 donde un personaje llamado Castelo Branco ahogó las ansias de libertad de la mayor parte de los brasileños.

Reminiscencias coloniales

La obra que ahora se representa en el CDN muestra una violencia sistemática contra el campesinado, algo que ser remonta a cuando Brasil era parte del imperio colonial de Portugal, y que es un tipo de violencia que se sigue ejerciendo desde aquellos remotos tiempos.

Inclusive en pleno siglo XXI se sigue empleando todo tipo de violencia sobre los aparceros que siguen sin tener acceso a la tierra que llevan muchas generaciones trabajando, los cual los mantiene en una situación endémica de pobreza y exclusión social.

En Brasil se dan situaciones tan surrealistas como que los jornaleros no es que no reciban ningún pago por su trabajo, sino que inclusive algunas veces tienen que pagar por poder trabajar en los latifundios.

Son cientos de comunidades a lo largo y ancho de Brasil donde sigue funcionado ese sistema que no se puede calificar sino como de esclavitud, un régimen de explotación económica que los condena a un círculo vicioso de miseria y hambre.

Múltiples influencias

A la hora de gestar Depois do silencio la autora se ha basado en muchas fuentes del vasto «bosque» donde habita Christiane Jatahy, aunque las principales influencias son de tipo literario y cinematográfico.

De la literatura la autora brasileña se ha basado en el libro Torto Arado, del también brasileño Itamar Vieira, que ahora se puede encontrar en el sello editorial Pepitas de Calabaza.

La otra gran influencia es el documental Cabra, marcado para morrer, de Eduardo Coutinho, que es considerado por la crítica y el público como uno de los documentales históricos brasileños.

Literatura de no ficción

Es como se puede calificar a Torto Arado, ya que, aunque hay ficción, esta «bebe» de casos reales vividos en la comunidad de Chapada Diamantina, una bella región brasileña.

Esa región brasileña creció económicamente, durante el siglo XIX, gracias a las explotaciones de oro, y en el siglo XX, casi hasta el advenimiento del siglo XXI, de la extracción de diamantes.

En ese escenario, a medida de vamos leyendo el libro, nos vamos permeando de la vida en una comunidad afrodescendiente explotada donde tiene mucha importancia la religiosidad jarê, un culto religioso sincrético a medio camino del candomblé y el catolicismo.

Y como no podía ser menos, cinematografía de no ficción

El documental en que también se basa esta obra teatral nos muestra el asesinato de Joao Pedro Teixeira un líder comunitario que habitaba en noroeste de Brasil.

Tal es la realidad que son los propios campesinos de la comunidad los que actúan en el documental, así como la mujer del asesinado.

El golpe militar pilló en mitad del rodaje, que tuvo que ser suspendido porque varios de sus protagonistas fueron detenidos y salvajemente torturados.

La filmación del documental pudo ser reanudada en el año 1981, cuando algunos de sus protagonistas habían sido hechos desaparecer por las estructuras represivas de la dictadura de Castelo Branco.

Fuente – el diario

Imagen – Agência Senado / Willy Verhulst / Pierre / Lindomar Cruz / Rafael Holanda Barroso / Connor Lawless / Paul Sableman / Dairo Cervantes

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