Somos lo que leemos

Juan Villoro hace un repaso exhaustivo de su biblioteca, de donde han surgido muchos de los temas de sus novelas y ensayos, biblioteca repleta de verdaderas joyas como una primera edición autografiada de Los detectives salvajes.

Mientras tanto, la ultraderecha utiliza el «rodillo» allá donde gobierna, caso de la localidad valenciana de Burriana, para ejercer de censores de libros que explican la sexualidad a niños y adolescentes

Juan Villoro, uno de los principales valores de la literatura mexicana y autor, de entre otros, de los celebrados La figura del mundo, El vértigo horizontal o El libro salvaje, se ha forjado como escritor con muchas horas de lectura.

Tanto es así, que ha logrado reunir un buen número de joyas de la literatura, aunque también confiesa que no es ni un bibliófilo ni un coleccionista de ediciones prínceps, aunque atesora libros que se pueden calificar en ambas categorías.

Se puede decir que de casta le viene al galgo, dado que su progenitor, Luis Villoro, fue uno de los filósofos más destacados que ha dado México.

Aunque en un primer momento Juan Villoro sintió casi un a alergia por los libros de filosofía que adornaban la librería de su progenitor, cuando empezó a interesarle la letra escrita fue testigo de como un camión se llevaba la nutrida biblioteca de su padre que este había donado a la Universidad de Michoacán.

Literatura latinoamericana contemporánea

Es la que adorna buena parte de su biblioteca, donde se pueden encontrar los libros más celebrados de, por ejemplo, Roberto Bolaño, caso de Los detectives salvajes, que además es una primera edición.

Cuando habla de uno de los primeros éxitos del escritor chileno afincado en Cataluña, lo primero que le surge al escritor mexicano es la nostalgia.

Y no es para menos porque es un volumen autografiado por el propio Bolaño, y ocupa por ello un lugar especial en las tres habitaciones que Villoro tiene repletas de libros en su domicilio del DF.

Muy cerca de las andanzas de Juan García Madero, se encuentra también una primera edición de Rayuela, que también tiene una importante carga de nostalgia, ya que se lo regaló Javier Cara, un joven con el que el autor de La utilidad del deseo estudió la preparatoria, el antiguo COU español.

En ese tiempo vital, Javier Cara y él tenían encendidos debates, entre clase y clase y en el vagabundeo por diferentes cafés, de sí debían consagrarse a Esculapio o directamente, declararse como escritores.

Finalmente, mientras que Juan Villoro seguía el incierto camino de las letras, Javier Cara consiguió convertirse en un médico que falleció en el año 1985 a resultas de un terremoto y mientras cubría una guardia en el Hospital General.

Literatura, pero no solo

En las nutridas librerías también hay espacio para libros que no tienen que ver, al menos directamente, con la literatura.

Es el caso de un ejemplar de la Agencia Magnum, donde se reúnen las mejores fotografías de la agencia de fotógrafos que preside Cristina de Middel ha realizado sobre el deporte rey, una de las pasiones de Juan Villoro.

De hecho, el escritor michoacano tiene una balda donde atesora todo tipo de libros que hablan sobre balompié, y que muchas veces le han servido de fuente para los cientos de artículos, relatos o crónicas que ha escrito sobre ese deporte, mayoritario en muchos países.

Y eso máxime cuando ser aficionado al fútbol en México la mayoría de las veces produce sufrimiento y necesita de buenas dosis de fe.

Nos encontramos ante un autor proteico que ha tocado todos los «palos» de la literatura, con un estilo que es difícil de definir, no en vano en El libro salvaje trata sobre un volumen que deambula por el mundo a saltos para evitar ser leído.

Expurgar las bibliotecas

Leer abre la mente, y desarrollar todo tipo de lecturas nos hace más tolerantes, educados y alimenta nuestro intelecto y nuestro espíritu.

Mientras tanto, VOX Burriana, quien sabe si emulando las quemas de libros que llevó a cabo el Régimen nazi nada más subir al poder el NSDAP, y cuyo episodio más negro se llevó a cabo en la Plaza de la Ópera de Berlín, se ha lanzado a la censura de libros.

Los libros censurados son de educación sexual y hasta ahora estaban disponibles en la biblioteca de la citada localidad valenciana, y destinados a adolescentes y jóvenes.

Ha sido el concejal de la formación de extrema derecha, Jesús Albiol, el que ha ordenado la retirada inmediata de esos libros de educación sexual, que el concejal de VOX considera «pornográficos».

No es la primera acción «edificante» del citado concejal, ya que semanas antes también había ordenado la retirada, suponemos que también inmediata, de revistas en idioma valenciano, ordenando también cancelar las suscripciones.

Paraguas legal

El edil se escuda para ordenar la retirada el cumplimiento del artículo 20 de la Ley 4/2011 del 23 de marzo que, dado que Burriana es una localidad de más de 250.000 habitantes, obliga a que los libros con contenidos de diversidad sexual, de género o desarrollo sexual deben estar en una sección específica.

La retirada, tal como ha justificado Albiol, tiene como función el proteger a los menores, impidiendo el acceso a publicaciones que el político de VOX ha calificado como «pornográficos».

Declaraciones temerarias

Albiol ha cargado contra la «izquierda», que según él pretende con libros de educación sexual, es «pervertir» a menores con unos contenidos que según él no son educativos, sino de contenidos sexuales explícitos.

Tal como ha anunciado, si se leen entre líneas sus declaraciones, que su próximo objetivo son las bibliotecas de los centros escolares en las cuales haya libros que traten de sexualidad, aunque los mismos sean de educación sexual.

A Porta gayola

Jesús Albiol ha tomado la decisión por sí mismo, sin ningún dictamen ni legal ni técnico que soporte sus afirmaciones, tal como se ha apresurado a denunciar ediles de la oposición.

Para el portavoz de Compromís, el regidor de la formación del partido de ultraderecha pretende incluso censurar libros dirigidos a público adolescente donde se explican elementos muy básicos, como las diferencias entre hombres y mujeres.

Desde Compromís se va a pedir un informe técnico a la biblioteca municipal ya que, según la Ley de la Infancia de la Comunidad Valenciana, concretamente en sus artículos 19, 38 y 44, se insta a desarrollar acciones educativas que tengan en cuenta el planteamiento inclusivo y de género.

Fuente – EL PAÍS / el diario

Imagen – Eneas De Troya / Casa de América / Dean Hochman / Pieter Kuiper / Lu Yu / Vox España / Gaspar Serrano

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