
Barcelona siempre ha sido sujeto de argumento literario, siendo decenas los escritores que han utilizado su geografía urbana para desarrollar el argumento de sus narraciones. De entre todos hemos seleccionado seis obras que magnifican la capital de Cataluña
Son legión los escritores y escritoras que se han servido de Barcelona como sujeto literario y también urbano, en el cual desarrollar las tramas de sus libros.
Entre estos, por citar solo una pequeña muestra, nos encontramos con autores contemporáneos, como Carlos Ruiz Zafón o Rodoreda, por citar a dos de ellos, pero también los encontramos si buceamos a lo largo de los siglos de la literatura española.
De entre esos escritores coetáneos cabe subrayar a Carlos Ruiz Zafón, que en su tetralogía de El cementerio de los libros olvidados recorre la Barcelona histórica en toda su extensión geográfica y humana.
Pero en este breviario de autores no podemos olvidarnos del que es el padre de las letras hispanas, nos referimos Miguel de Cervantes, que ubica a El Quijote, y una de sus aventuras, en la Ciudad Condal.
Ciudad literaria

Además de por el número de escritores que han poblado sus avenidas y cafés, son muchos los libros que se han desarrollado en sus calles y plazas.
De hecho, a raíz del hecho literario desarrollado en Barcelona, desde hace tiempo son muchos, tanto turistas como vecinos de la ciudad, que se dedican a recorrer los lugares que han sido decorados de alguna de los libros que la tratan.
En el presente artículo nos centraremos en seis obras en las cuales se recorre Barcelona de arriba abajo y de izquierda a derecha.
Con el caballero de la triste figura

Comenzamos este periplo por Barcelona fijándonos en uno de los textos fundacionales de las letras españolas, El Quijote.
El periplo del Hidalgo se desarrolla entre los capítulos 61 y 65, donde el experto en desfacer entuertos (sic) pasará por el Portal del Mar, una de las puertas monumentales de lo que fueran las murallas de Barcelona.
Es en dicha ubicación donde Quijote es derrotado al caballero de la Blanca Luna, y donde Alonso Quijano recupera la cordura y desde donde volverá a su casa blasonada de La Mancha para fallecer poco después.
Entre los lugares de la ciudad que visitará en compañía de Sancho nos encontramos con la Biblioteca de Catalunya, la calle Prebot lo Lladre, la Catedral de Barcelona o el Ayuntamiento.
El caballo y el asno que acompañan a nuestros viajeros también trotarán por la calle Pla de Palau en su número 18, en la cercanía de la muralla donde Don Quijote es derrotado por el Caballero de la Blanca Luna.
Santa María del Mar

En torno a esa catedral a partir de donde Idelfonso Falcones construye su libro homónimo, que se desarrolla en alrededor del modesto barrio de pescadores de La Ribera.
En este caso nos encontramos con la próspera Barcelona del siglo XIV, una ciudad que ya tenía en aquella centuria un innegable aroma comercial.
Desde el primitivo barrio de pescadores, que todavía existe en la ciudad, es donde sus habitantes deciden erigir la Catedral de Santa María del Mar.
A medida que se va construyendo el templo religioso también se va construyendo la novela, y dicha construcción es la excusa perfecta para que Falcones desarrolle una historia que es a la vez humana pero también urbana.
Mientras nos deleitamos con la lectura, nos encontramos con un fresco del Barrio Gótico, justo en las fechas en las cuales estaban en todo su esplendor.
Nuestros protagonistas desarrollan su vida en lugares tan emblemáticos como el Born, la plaza Nova y de Sant Jaume o el Pla del Palau.
La Plaza del Diamant

La literatura de Mercé Rodoreda no se puede entender sin la Ciudad Condal, la autora, que nació en el Barrio de Sant Gervasi desarrolla la novela entre el Eixample, las Ramblas, y sobre todo el Barrio de Grácia.
Publicada en el año 1962 su argumento también evoluciona en el Barrio de Grácia y su discurrir temporal abarca la Guerra Civil y la posterior posguerra.
A lo largo del libro, el lector se verá impelido a recorrer la calle Torrijos, paseará por la Plaza de la Virreina, el mercado de la Abacería e incluso el Parque Güell.
Otra de sus obras más conocidas, La calle de las Camelias, también tiene como protagonista al Barrio de Grácia, y el centro de la ciudad con la imponente Plaza de Catalunya y como no, las Ramblas.
El cementerio de los libros olvidados

Pero el único de los escritores que vamos a citar en estas «páginas» que ha dedicado una tetralogía a Barcelona fue Carlos Ruiz Zafón, con su muy leída y también muy vendida tetralogía que comenzó con La sombra del viento.
A comienzos del siglo XX, con una ciudad en la cual brilla con luz propia, en todos sus aspectos, el Modernismo, y donde también se producen los últimos coletazos de la Primera Guerra Mundial, Daniel Sempere y su padre vivirán una aventura, que es sobre todo literaria.
Entre los lugares de Barcelona donde pululan los protagonistas de esta saga formada por cuatro libros, nos encontramos con el Ateneo, el afamado restaurante Els Quatre Gats, el Portal del Ángel o la calle de Santa Anna.
También en la obra de Eduardo Mendoza

Donde podemos ver una Barcelona en todo su esplendor es en una de las primeras obras de este escritor barcelonés, como es La ciudad de los prodigios, publicada en el año 1986.
En los años en los cuales se desarrolla la obra – entre 1888 y 1929 – es cuando la ciudad deja su antaño entidad provinciana y se comienza a convertir en la gran metrópoli internacional que es ahora.
Se trata de una época en la cual Barcelona también se convierte en una ciudad industrial, y que lleva aparejado el enfrentamiento entre los incipientes sindicatos de clase con los primeros grandes empresarios.
Una obra centrada en el barrio de la Ribera y parque de la Ciutadella, pero que también pasa por la plaza de Catalunya, el Portal del Ángel, el paseo de Grácia y el mercado del Born.
Lucha antifranquista

Juan Marsé nos muestra la ciudad en una de sus obras más destacadas, nos referimos a Últimas tardes con Teresa (1966), en donde uno de sus protagonistas, Pijoaparte, vive en el entorno urbano de la periferia de Barcelona, concretamente en el Barrio del Guinardó.
Unos barrios, Guinardó y el cercano de Horta, que siendo de extracción obrera, verá en esos años como es pasto de la especulación inmobiliaria, que desplazó a sus originarios moradores.
Pero en esta magnífica obra literaria también veremos los barrios «bien», ya que la protagonista, Teresa es hija de la alta burguesía barcelonesa; unos hijos de potentados de los que muchos pasaron por el PCE y la lucha antifranquista.
Entre los lugares que visitaremos mientras leemos Últimas tardes con Teresa nos encontramos con el barrio del Carmelo, el parque Güell, el club de tenis La Salut, la avenida Virgen de Monserrat o el cotolengo del padre Alegre.
En definitiva, seis obras y seis autores, que en sus argumentos literarios han puesto a Barcelona tanto en el mapa literario como en geográfico, siendo cientos los lectores que después de degustar estos libros, y otros, decidieron visitar Barcelona.
Fuente – Público
Imagen – Chris Yunker / Thomas Gartz / Juan Francisco Verdugo Vázquez / Nicholas Cole / 1997 / Steve Garry / Jeanne Menjoulet / José Luis Cernadas Iglesias