
La Generalitat de Cataluña ha planificado una ambiciosa campaña de fomento de la lectura en el ámbito escolar y dirigida a niños y adolescentes.
El plan tiene como eje vertebrador la creación de un buen número de bibliotecas, bien nutridas en centros de primaria y secundaria, tanto públicos como concertados, donde inclusive habrá bibliotecarios.
El objetivo es mejorar los índices de comprensión lectora del alumnado preuniversitario y lograr que los niños y adolescentes recuperen el placer por la letra impresa.
La Generalitat de Cataluña ha iniciado un ambicioso plan de choque para mejorar los índices de lectura en aquellas tierras.
Entre las medidas se encuentran lograr una mejora de las bibliotecas escolares, aumentar la cantidad de los libros en préstamo en trenes, clubes y hospitales.
Además de lograr que se lea más también interesa que la mayor parte de la lectura sea en catalán, también se busca aumentar el número de lectores y que estos lean con mayor habitualidad.
Plan Nacional del Libro y la Lectura

Aprobado el pasado martes, el plan recoge 73 medidas para aumentar los índices de lectura en Cataluña.
Lo que se pretende es que todos los grupos de edad adquieran mayor interés de por la lectura, desde los bebés que adquieren sus primeras letras hasta persona ya de edad provecta.
Uno de los factores estratégicos del plan tiene que ver con dotar de mayores medios y más libros las bibliotecas escolares, para unos años en los cuales se muñe el amor a la lectura y a los libros.
Una partida económica tiene como objeto dar ayudas a los escritores para que estos gocen de unas condiciones materiales que les permitan crear sin las estrecheces que normalmente sufren los escritores.
El plan está dotado con 58 millones de euros y su vigencia tiene como límite el 2030, por lo que hay siete años para desplegar toda la potencialidad del Plan Nacional del Libro y la Lectura.
Aumentar el hábito lector

La mejora del hábito lector permitirá mejorar una serie de indicadores que preocupan en la población catalana, a pesar de ser Cataluña en general, y Barcelona en particular, el epicentro del sector editorial en España.
Según la Encuesta de Hábitos de Lectura del Instituto Catalán de Empresas Culturales, algo más de un quinto de la población catalana no lee absolutamente nada, el 60% lee al menos una vez por semana y el 70% (lee) una vez al semestre.
Los objetivos del Plan pretenden conseguir que dentro de 7 años el 65% de la población lea por lo menos una vez por semana y el 76% lea al menos una vez cada seis meses.
Si en estos momentos el 34% de la población leen en catalán, y en el horizonte del 2030 el Plan pretende lograr que ese porcentaje aumente hasta el 40%.
La comprensión lectora en el alero

Es otro de los indicadores que resulta preocupante para la Generalitat, tal como muestran los resultados en Cataluña del informe PIRLS.
Dicho informe se elabora es internacional y cada cuatro años evalúa la comprensión lectora de los alumnos de 4 º de Educación Primaria: los resultados del último PIRLS en Cataluña ha sido de 507 puntos, 15 menos que la última edición.
Lo preocupante viene cuando se comparan los resultados obtenidos en Cataluña con los obtenidos de media en España y Europa: Cataluña ahí se deja 20 puntos, con lo que esa comunidad autónoma queda en la cola de España.
En cuanto a afición por la lectura entre los escolares, Cataluña también se sitúa en el furgón de cola: el 56% de los alumnos confiesa que les gusta poco o nada leer.
Potenciar la lectura en el ámbito educativo

Es precisamente donde la Consejería de Educación de la Generalitat pretende incidir especialmente, sobre todo mejorando las bibliotecas escolares.
Se abre camino así un plan piloto para la mejora de 50 bibliotecas escolares, plan que se desarrollará en los próximos dos años.
Del medio centenar de centros educativos donde se desarrollará este plan piloto 35 son de titularidad pública y el resto concertados, estando todos ellos dentro de la Barcelona metropolitana.
Esos centros educativos contarán con 10 bibliotecarios itinerantes y todos los días lectivos, durante dos horas, con presencia de dos profesores.
Además, esas escuelas e institutos contarán con un fondo anual de 2.000 euros para la compra de ejemplares, tanto libros como periódicos y revistas.
Objetivos a largo plazo

Orientados hacia un horizonte temporal en el 2030, para ese año se pretende lograr que 80% de los centros educativos tengan una biblioteca.
Otro de los hitos que se pretenden conseguir es que solo un 10% de los alumnos catalanes tengan un nivel de lectura bajo, mejorando los datos del año 2022 donde algo más del 13% de los escolares catalanes tenían dificultades lectoras.
Otra de las “patas” del plan consiste en formar profesorado específico que desarrolle dinámicas para incentivar la afición a la lectura entre los escolares catalanes.
Por último, y no por ello menos importante, continuará el programa Lletres a l’escola, en el cual autores, sobre todo de literatura infantil y juvenil, visitarán escuelas e institutos, un plan que actualmente llega a 500 centros.
Para dentro de siete años se espera que el radio de acción de Lletres a l’escola supere los 2.000 escuelas e institutos catalanes.
Reciclaje de iniciativas de éxito

Es el caso de Nascuts per llegir, un programa que ya ha demostrado con creces su éxito, que incide en alumnos de menos de 3 años.
Nacidos para leer, esa es la traducción el catalán, se basa en involucrar a sanitarios, sobre todo médicos y personal de enfermería, para que recomienden a los padres las lecturas para sus hijos pequeños.
También se pretende dar un fuerte empujón al programa Fas 6 anys. Tria un llibre, donde niños y niñas catalanes al cumplir los seis años pueden recibir, gratuitamente, el libro que ellos elijan.
La iniciativa actualmente solo es ejercida por el 53% de los menores, pero se pretende que en llegue al 70% en los próximos tres años.
Medios de comunicación social

La Generalitat de Cataluña pretende utilizar a los medios de comunicación social como ariete para que esta campaña de fomento de la lectura tenga un mayor impacto.
Se trata de que la literatura infantil y juvenil tenga un mayor impacto en los medios que sirvan de voceros para la recuperación de la literatura oral, por medio de las lecturas en voz alta.
Por otro lado, esta ofensiva lectora busca que los libros tengan protagonismo en espacios donde a priori están ausentes, como el transporte público, hospitales o clubes de los más variados deportes.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – JON_CF / Francis Lenn / spezz / Thomas Galvez / Julia / Nenad Stojkovic / Secretaría de Cultura de Ciudad de México / JON S









