
Con nuevas historias y con un lenguaje, también gráfico, los cómics siguen haciendo las delicias del público infantil y juvenil, con un subsector, como es el de las historias de superhéroes que se reinventa para seguir publicando y vendiendo
Con la llegada del curso académico, sobre todo en primaria y secundaria, los jóvenes estudiantes y los no tan jóvenes, estudiantes o no, se encuentran con que muchos de los superhéroes vuelven al papel.
De un tiempo a esta parte, sobre todo en lo que tiene que ver con el «universo» de superhéroes de DC Cómic, estábamos acostumbrados a topárnoslos en la pantalla, ya fuera esta grande o pequeña.
Pero con este nuevo septiembre y con el nuevo año académico muchos de esos héroes, como es el caso de los Vengadores, La Liga de la Justicia o Spider – Man, vuelven al «papel» y al formato cómic.
Superman, todo comenzó con él

Corría el año 1938 cuando en el primer número de Action Cómics aparecía Superman con la personalidad por todos conocida: un kritponiano que llega a la tierra y se cría con una familia de granjeros.
Llegado un momento y después de haber estudiado periodismo y trabajando en un periódico de la ciudad de Nueva York, se convierte en un baluarte de la humanidad defendiendo en bien contra el mal.
Para los superhéroes los cómics no fue el primer medio en el que recabaron, ya que antes de llegar a los cómics habían participado en muchas novelas de tipo Pulp, y viendo el filón que suponían muchas editoriales los pasaron a cómic.
Es más, en un primer momento los cómics no tenían muy buena prensa entre la sociedad biempensante norteamericana, y esa imagen no cambió hasta que Marvel decidió dar un golpe de timón y humanizó a los superhéroes.
Llegan los años sesenta

Fue en ese año cuando aparecen Los 4 fantásticos y es la primera vez, con ellos, los superhéroes saltan del papel a la pequeña y la pantalla grande.
Con Los 4 fantásticos fue la primera vez que los superhéroes abandonan la literatura Pulp y el cómic y se convierten en un fenómeno mediático, saltando a la televisión y formando parte, por derecho propio, del séptimo arte.
Los superhéroes, caso de Los vengadores, La Liga de la Justicia o Spider – Man se han convertido en el paso de las décadas en fenómenos globales, que lo mismo los encuentras en disfraces para los más pequeños, juegos de todo tipo, videojuegos, series de televisión y por supuesto películas.
Vestirse de largo en la década de los años ochenta

El empuje que actualmente tiene los superhéroes se debe, en parte, a la labor de muchos visionarios que en los años ochenta del pasado siglo «vistieron de largo» y dieron empaque a las historias de superhéroes.
Además de unos dibujos de arte mayor, los guiones de los tebeos estaban muy logrados, llegando a honduras en los argumentos que nada tenían que envidiar a sesudas novelas.
Estamos hablando de obras como El regreso del caballero oscuro o Watchmen, obra de los mejores dibujantes y guionistas como Frank Miller, Klaus Janson y Lynn Varley, sin dejarnos en el tintero a artistas como Alan Moore, Dave Gibbons y John Higgins.
Llegado un momento, y sin abandonar al público adolescente, las grandes casas de cómic, como Marvel, empezaron a buscar también al público adulto, sin olvidarnos que para la universalización de los superhéroes tuvo la gran pantalla.
FX

Pero fue con el cine y las posteriores series de televisión cuando los superhéroes empezaron a reinar por derecho propio, con películas innovadoras como Supermán de Richard Doner o el Batman de Tim Burton.
Al mismo tiempo, el afianzamiento de las películas de superhéroes ha tenido mucho que ver con los efectos especiales que se han incorporado en las mismas.
Gracias a esos efectos especiales es cuando los superhéroes han podido hacer en la pantalla todo lo que los hemos visto hacer en un cómic.
De hecho, cuando nos hablan de un superhéroe, como pueda ser el caso de Lobezno, no nos acordamos de su aparición en los cómics de Hulk, sino que lo que recordamos es a Hugh Jackman en la pantalla grande.
En manos de las majors

Todo cambió con el nuevo siglo, donde las grandes productoras norteamericanas, como Disney y Warner Bros que compraron editoriales paradigmáticas como Marvel o DC Cómics.
Las majors de lo que iban detrás era de los derechos de los cómics de superhéroes para poderlos utilizar para filmar películas y en series de televisión, por lo que en el sector cundió el pánico.
Muchos pesaban que los cómics quedarían como una actividad residual, ni siquiera dedicados a la adolescencia, que con el nuevo siglo gustaban más de los videojuegos, que Disney desarrolló para todas las plataformas habidas y por haber.
De hecho, la tirada de cómics lleva dos décadas de retroceso en retroceso y solo puntualmente da alguna alegría, como es el caso del bombazo de los cómics de Batman / Fornite.
Un renacimiento de los cómics

Sin embargo, la falta de éxito de los cómics de superhéroes no implica, ni mucho menos, que el sector esté en crisis, ya que desde que comenzó el nuevo siglo el cómic ha visto un nuevo renacimiento.
Así lo muestran las auditorías que realiza BookScan que muestran que los cómics se vuelven a vender por miles, aunque lo que si se trasluce es el cambio de hábitos de consumo, producto de una nueva manera de entender el cómic.
Mientras que el mainstream ha sido colonizado por productos como el manga japonés, todavía sigue existiendo un nicho de mercado, que en las últimas décadas se ha ido ensanchando, donde todavía perviven los superhéroes.
Son historietas que tienen como público los niños, caso de El capitán calzoncillos o Polican, e inclusive un público más adolescente a donde se llega con historias cercanas y utilizando un lenguaje claramente adolescente, como en ¡Sonríe!, Hermanas o Coraje.
En resumidas cuentas, el cómic nunca había estado tan en boga como ahora, cuando hemos iniciado ya la segunda década de este siglo XXI, con un último año marcado por la pandemia de SARS-CoV-2.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – Steve Isaacs / Jason Scragz / Pat Loika / Warner Bros. Pictures España / Chris Yarzab / JD Hanckok /