Una nueva edición del Premio Tusquets de novela se ha ido esta vez hasta Barcelona, ciudad dónde vive Juan Trejo. La novela forma parte de una saga protagonizada por escritores que frisan los 40 y que al mirar alrededor no encuentran sino podredumbre moral y que pretenden encontrar referentes morales en sus obras, como es el caso de “La máquina del porvenir”. En la novela encontraremos una buena muestra de la historia política del siglo XX siempre rodeada de un halo de trascendencia y misterio
El premio lo ha conseguido con su novela La máquina del porvenir y le ha traído aparejado un premio en metálico de 20.000 euros. En La máquina del porvenir nos encontramos con una corriente vital y literaria que en estos momentos tienen muchos adeptos: escritores en español que frisan los cuarenta años y que buscan con su literatura mostrar una serie de referentes morales y espirituales.
Autores de este tipo los encontramos, además de con Juan Trejo, con referentes literarios como Guadalupe Nettel y Miguel Serrano Larraz. Estos autores utilizan esos temas morales en sus libros, y La máquina del porvenir es uno de esos ejemplos. Son este tipo de escritores que hayan su inspiración al haber superado los 40 años y encontrar que a su alrededor no encuentran referentes morales que les hagan felices, o por lo menos les permitan un poco de tranquilidad.
Juan Trejo (Barcelona 1970) es filólogo y profesor de literatura en Aula Escola. El argumento de La máquina del porvenir es la vida de Óscar, un joven que tiene que viajar a Berlín para proceder a la identificación del cadáver de su madre con la cual hacía años que había perdido el contacto. Juan Trejo también fue miembro del Consejo de Redacción de la desaparecida revista Lateral y codirector de la revista literaria La Quimera desde el año 2006 al 2009.
En este desconocimiento de los derroteros por los cuales ha discurrido al vida de su madre recién muerta se encuentra el padre de Óscar, un literato argentino que con el tiempo ha conseguido vender muchas novelas y goza de un cierto éxito. Óscar al fin y a la postre es un desarraigado que encontrara en la generación de sus abuelos un elenco de insatisfechos y visionarios; una estirpe que fundó su abuelo que formó parte de un grupo de visionarios que formaban parte de la corte del Zar Nicolás II.
Trejo, por confesión propia, ha utilizado al abuelo de Óscar para lograr dar a La máquina del porvenir una visión del pensamiento del siglo XX pero a partir de lo visionario y protagonizado por inmigrantes y una convulsa situación política que azotó a Europa en esos años. Trejo no tiene pábulo en confesar que se ha visto atraído por lo trascendente desde la niñez.
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Fuente – Diario El País
Imagen – Andrew Magill