¿Tiene la literatura juvenil suficiente calidad para los jóvenes?

casitodaslasletras03112014

La sociedad en general y el gremio literario en general se pregunta si lo que actualmente leen nuestros jóvenes tiene la suficiente calidad. Antes de nada hay que dejar claro que los niños aprenden mucho más con los dibujos animados que con los libros. Además los dibujos animados no tienen porque vehicular siempre un mensaje banal. Con los dibujos animados es posible aprende historia, biología o grandes relatos de aventuras como los de Julio Verne. Entre los escritores de temática infantil y juvenil hay opiniones para todos los gustos: desde los que creen que a partir de los tebeos y de los libros orientados a jóvenes adultos se puede dar el salto a los grandes clásicos de la literatura, hasta los que creen que consumir literatura juvenil contemporánea crea lectores vagos que luego no pueden enfrentarse – ni por formación ni por afición – a textos más complejos ni tampoco a los clásicos. Por el momento, y cada vez más, la presentaciones de libros dirigidos público juvenil se parecen más a un concierto de pop de una estrella adolescente

Muchas veces nos paramos a pensar en si la literatura orientada hacia el público juvenil tiene la suficiente calidad para ser leída por los jóvenes; una literatura que la que, por lo menos ahora, está muy poblada de semidioses con tendencia al exabrupto y vampiros imberbes. A partir de ahí cabría abrir otro debate: ¿la única función de la literatura es que los jóvenes lean o tiene que ser esa literatura juvenil interesante para el colectivo aunque en su mayor parte sea banal?

La historia nos permite atisbar que los niños siempre han aprendido más con los dibujos animados que leyendo cuentos. Los dibujos infantiles no tienen que ser obligatoriamente una patochada: con los dibujos animados se puede desde enseñar mitología clásica, enseñar el funcionamiento del cuerpo humano o hablar de literatura de viajes serializando los reatos de Julio Verne.

Uno de los autores de literatura infantil y juvenil de la actualidad es Neil Gaiman que hace menos de un año celebraba un conferencia en Londres dónde defendió que no hay libro malo. Para él es una falacia una postura snob decir que los tebeos y la literatura orientada a jóvenes adultos es mala para el desarrollo del gusto literario de los jóvenes lectores. Gaiman cree la lectura de ficción acaba logrando lectores adultos omnívoros.

En la posición contraria se encuentra Tim Parks que en un reciente artículo publicado en New York Review of Books se muestra contrario a la teoría de “dejad que lean la saga Crepúsculo porque eso hará que en el futuro lean libros de más enjundia. Parks sin embargo cree que la lectura de subliteratura por los jóvenes acentúa la pereza que luego es como una vacuna que evita que esos jóvenes lean a los clásicos.

La saga de Percy Jackson, que en España está editada por Salamandra, a realizar una especie de revival de los mitos clásicos y la presentación de sus libros por su autor, Rick Riordan se asemejan más a un concierto de pop para adolescentes que a la presentación de un libro. Mientras Riordan firma los ejemplares a su alrededor se veden mercahndising, existen todo tipo de atracciones e incluso videojuegos. No es extraño encontrarse entre sus páginas a motores vigoréxicos que pueden declamara, además tranquilamente, “Amo este país, es el mejor lugar de Esparta”.

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Fuente – Diario El País

Imagen – Masked Bulder

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