Si por algo se caracterizó Emilia Pardo Bazán es por ser una mujer llena de contradicciones, ya que en su persona tuvo que encajar sus muchas facetas.
Pardo Bazán fue a un tiempo católica devota y feminista radical, en un tiempo en el cual las mujeres estaban relegadas al matrimonio y al cuidado de la familia.
Es ahora cuando la historiadora Isabel Burdiel publica Emilia Pardo Bazán en el sello editorial Taurus, y la retrata, de los múltiples ángulos posibles, como una de las más brillantes intelectuales de su tiempo.
La que fuera una de los «tótemes» del pensamiento conservador español, hasta que fue relegada, pasar por ser, en palabras de Burdiel, una de las mejores escritoras europeas de la segunda mitad del siglo XIX.
Una escritora sumamente contradictoria
Si por algo se puede calificar a Pardo Bazán es por tener una personalidad poliédrica, con facetas que muchas veces eran una auténtica contradicción.
A esta coruñesa de nacimiento, le dio tiempo, en sus setenta años de vida, a ser una devota católica y al mismo tiempo una feminista radical; una aristócrata elitista y a ejercer de mujer libérrima.
Una condesa, Condesa de Pardo Bazán, que hacía gala de un pensamiento político conservador, pero que al mismo tiempo vivía siguiendo unas reglas que nos atreveríamos a calificar como algo más que liberales.
Un lustro de investigación y redacción
Emilia Pardo Bazán, el libro que ahora publica la catedrática de Historia de la Universidad de Valencia, Isabel Burdiel, vuelca cinco años de investigación y redacción del texto.
Manejando múltiples fuentes lo que ha derivado en un difícil proceso de documentación, Burdiel se ha sorprendido de la compleja y contradictoria personalidad de la que fuera amante de Benito Pérez Galdós.
Lo que si se pone «negro sobre blanco» en el libro es que Pardo Bazán fue una escritora proteica que cultivó muchos géneros literarios, todos ellos de modo magistral.
A pesar de los bandazos, ideológicos y vitales, que vivió la que fuera esposa de José Antonio de Quiroga y Pérez de Deza, el libro la retrata como una mujer coherente con lo que pensaba y con lo que vivía.
Además, la biografía de Pardo Bazán es una atalaya en el cual se demuestra la pluralidad que se vivía en España en el siglo XIX, una época de cambio en la cual quiebran los binomios entre viejo – nuevo y entre conservador – progresista.
Hacia el estrellato
Quizás la parte más interesante del libro tiene que ver como Pardo Bazán sale del anonimato y se consagra como una de las escritoras más importantes de la literatura española que se «facturó» en el siglo XIX.
Es esta evolución, que la lleva de una ciudad de provincias como era en aquella época A Coruña a una fama no solo nacional, sino también internacional.
También es interesante como en ese proceso Pardo Bazán va logrando su dimensión como escritora, en un país y sector dominado por los hombres, y va encontrando su propia «voz».
Otra de las épocas de la vida de la escritora que está narrada de una manera muy vívida es la de su declive producto de la edad.
La autora, entre otros, de Los pazos de Ulloa, llevo muy mal eso de envejecer, aunque literariamente supo reinventarse y contar con el favor de escritores de la talla de Miguel de Unamuno o Martínez Sierra.
Una mujer entre hombres
En pleno siglo XIX, cuando las estructuras hetero patriarcales abocaban a la mujer ser relegada a la cocina y al cuidado de la familia, Pardo Bazán tuvo una formación esmerada y cosmopolita.
Eso, sumado a su ambición por «ser alguien» y el dominio de varios idiomas, le permitió tener una proyección nacional e internacional, gracias a obras como la ya citada Los pazos de Ulloa, o La cuestión palpitante o Insolación.
Es una de las pocas mujeres de su generación que pudo ejercer como escritora y periodista, en momentos en los cuales esas profesiones estaban monopolizadas por el género masculino.
A pesar de que su familia tenía «posibles», siempre que pudo, Pardo Bazán, procuro vivir de los ingresos que le proporcionaba el ejercicio de la escritura y el periodismo.
Además de los emolumentos que obtenía por los derechos de autor de sus obras, también ejercía de crítica literaria, publicando sus reseñas en los más importantes rotativos españoles de su época.
Una relación de amor – odio
La proyección pública de Pardo Bazán, que publicaba libros en una España en la cual lectura era un placer solo reservado a personas pudientes, la hizo ser conocida de norte a sur y de este a oeste en la Piel de Toro.
Además, sus colaboraciones en prensa solían tocar temas candentes, muchas veces de tipo político, por lo cual sus colaboraciones en prensa no dejaban indiferente a los lectores.
Las críticas literarias que realizaba, muchas veces, le hacían no poder ser complaciente con los libros de los autores de los que analizaba sus obras, por lo que se enemistaba con los seguidores de esos literatos.
Debido a todo ello, Pardo Bazán fue una persona que levantaba pasiones, o se la quería o se la odiaba, pero lo que nunca dejaba era indiferente a aquellas personas que la leían.
Razones de su éxito
En Emilia Pardo Bazán, su autora también establece las razones de su éxito, tanto dentro de España como en su proyección europea.
Entre los motivos que explican su éxito nos encontramos, el fundamental, que era una escritora que desbordaba talento, por lo que se la pueda calificar como una de las mejores escritoras europeas de su tiempo.
La versatilidad que demostró en su producción literaria y periodística también explica el renombre que adquirió la hija de José Pardo Bazán.
Bien ubicada dentro de la escuela naturalista, sus cuentos y relatos breves gozaron del favor de miles de lectores que esperaban ávidos más muestras de su genio literario.
Una escritora postergada y olvidada
A pesar de lo celebérrimo de su obra, los textos de Pardo Bazán no la sobrevivieron, esto es, pronto fue relegada al mausoleo de los escritores de épocas pasadas, y sus textos pasaron «sin pena ni gloria» a las siguientes generaciones.
Aunque durante muchas décadas se dejaron de publicar y leer sus textos por el mero hecho de ser mujer, el franquismo la promovió nuevamente hasta convertirse en uno de los baluartes del pensamiento conservador español.
Sin embargo, el Régimen, aunque puso el foco sobre determinadas obras que podían colaborar en cimentar la ideología conservadora y franquista, relegó otros escritos – Insolación o Memorias de un solterón – debido a que no comulgaban con los cánones ideológicos del Régimen.
Una escritora feminista
La autora de Emilia Pardo Bazán se conduele que la izquierda de este país haya sido tan miope que no se haya dado cuenta de que muchos de los textos de la que también fuera catedrática, fueron en su tiempo «punta de lanza» de feminismo cuando todavía no se conocía qué era eso.
Lo que también se rompe en el libro es el mito de Emilia Pardo Bazán como una «casquivana devoradora de hombres», lo cual no se ajusta a la realidad.
Bien es cierto que mantuvo una tórrida relación sentimental con el autor de Los Episodios Nacionales, pero culminada la misma mantuvieron una bonita amistad hasta el fallecimiento de Benito Pérez Galdós.
Aparte de ese romance, solo se le conoce una breve relación con Lázaro Galiano, empresario y mecenas cultural.
Lo que si es cierto es que Pardo Bazán, en una época en la cual no existía el divorcio, siempre quiso mantener con los hombres que con partieron su vida, no una situación sumisa, sino un trato de «tú a tú».
Fuente – el diario / Wikipedia
Imagen – Loischantada / La Ilustración gallega y asturiana / Rob Oo / Federico Jordá / bair175 / Mirada Crítica / Pedro Dias / Ian Sane / elplural