La escritora norteamericana Siri Hustvendt, a la sazón esposa del también escritor Paul Auster, ha sido galardonada con el Premio Principesa de Asturias de las Letras. Prolífica autora de ensayo, novela y poesía, siempre ha hecho bandera del feminismo como un humanismo más
La autora norteamericana, autora de bestsellers como El verano sin hombres, La mujer temblorosa o Elegía para un americano recibirá el galardón de Princesa de Asturias de las Letras.
Su ingente producción literaria ha sido traducida a más de treinta idiomas y es una de las autoras norteamericanas contemporáneas más consagradas tanto por la crítica como por el público.
A su condición de escritora se une la de ser adalid del feminismo y estudiosa de él, ensayista y poetisa, siendo su último libro publicado La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres del cual, circunscribiéndonos en exclusiva a nuestro país, ha vendido miles de ejemplares.
Recuerdos del futuro, su última obra
Se trata del último libro que ha publicado esta escritora nacida en el estado norteamericano de Minesota, y en esencia estamos hablando de un repaso de lo que fue su juventud, a partir de un hecho anecdótico.
El libro comienza cuando la propia Hustvedt se encuentra ordenando el departamento de su madre e inopinadamente encuentra un diario, un diario que, bajo el título de Mi propia vida, inició cuando contaba con 23 años.
Se trata de una bitácora en la cual cuenta la transición que vivió la propia autora cuando viajó del entorno rural en el que había vivido hasta ese momento para trasladarse a la decadente Nueva York de los años setenta del pasado siglo.
Una urbe, que a pesar de estar anquilosada en un pasado más o menos glorioso bullía culturalmente en una hiper creatividad, y a la cual llega una joven Siri Hustvedt con el anhelo de ser escritora.
Las concomitancias de este su nuevo libro con el ya publicado Los ojos vendados son más que evidentes.
Metaficción inspirada en Paul Auster
Nos encontramos, con Recuerdos del futuro con una metaficción que está inspirada, en cierta forma, por 4,3,2,1 del novelista norteamericano Paul Auster, que además es la pareja, desde el año 1981, de Siri Hustvedt.
Para los no versados en Teoría de la Literatura, debemos de decir que la metaficción se define, y perdón de antemano por lo académico de la definición, como “una forma de literatura y narrativa autorreferencial que trata los temas del arte y los mecanismo de la ficción”.
En palabras más coloquiales se trataría de hacer una novela de la misma novela, por parte de una escritora que ha entrado en lo que podríamos definir como el parnaso literario norteamericano fundamentalmente por el éxito de sus ensayos.
Con firmes cimientos feministas
Recuerdos del futuro también se puede entender como una novela feminista, más concretamente una novela de iniciación feminista, con un tempo que va de un pasado a un presente.
Pasado y presentes gobernados, al menos en la «teoría» feminista, por fenómenos de masas como el anglosajón #MeeToo o el galo #BalanceTonPorc, que han denunciado los abusos sexuales que todavía se producen en los países avanzados.
Además, Siri Hustvendt se busca un alter ego, en este caso la vecina de la puerta de enfrente del departamento de su madre, de nombre Lucy Brite, y personaje que pronto se convierte en la protagonista de la novela.
Por mediación de Lucy Brite, esta doctora por la Universidad de Columbia, puede hablar libremente y sin tapujos de lo que fue su juventud en una ciudad, como Nueva York, que bullía en movimientos culturales, artísticos y sociopolíticos.
Mujeres con talento opacadas por sus parejas
Aunque en el caso de Siri Hustvendt, la «ley no escrita» por la cual las mujeres con talento acaban siendo opacadas por sus parejas masculinas, la triste realidad es que para la mayoría de las mujeres el talento, para destacar profesionalmente, no es suficiente.
Los casos son muchos, pero aquí nos detendremos únicamente en dos, aunque citar solo los casos más destacados daría para derramar ríos de tinta.
Ya nadie es capaz de negar que una buena parte de la creación de Marcel Duchamp se debió al genio artístico de la aristócrata alemana Elsa von Freytag-Loringhoven, en unos años en el cual el trabajo artístico, como otros muchos, estaba vedado a las mujeres.
Otro caso de mujer con talento, oculto en este caso dado que nunca pudo firmar sus narraciones con su nombre, fue el de Charlotte Brönte, que se vio obligada a utilizar un seudónimo masculino para firmar sus obras literarias.
El feminismo como una forma de humanismo
Es una de las tesis centrales de la obra literaria de Siri Hustvendt, que realizó esta y otras consideraciones en una improvisada rueda de prensa que se organizó en el Instituto Cervantes de Londres nada más conocerse que la escritora neoyorquina había conseguido del Princesa de Asturias de las Letras.
Tal como citó en la comparecencia pública, su concepto del premio está permeado de la concepción luterana del mismo, no en vano su padre ejercía como pastor en una congregación luterana.
La autora de Recuerdos del futuro también aprendió que, aunque desde la concepción luterana un premio es algo que no necesariamente no te has ganado, la respuesta correcta es agradecer el mismo.
Del verso a la prosa
Si algo ha sido Siri Hustvendt es poetisa, ya que su primera aproximación a la literatura fue componiendo versos y ripios, hasta que a principios de los años noventa del pasado siglo, cuando contaba con 37 años, publicó Los ojos vendados.
En esa obra todo rezuma autobiografía: el nombre de la protagonista Iris Vegan nos remite, alterando el orden de las letras del nombre, a Siri, y el apellido, Vegan, era el de soltera de su madre.
Mas pistas: Iris Vegan proviene del Medio Oeste, como la autora, y llega a Nueva York para estudiar en la universidad, un calco de la juventud de la esposa de Paul Auster.
Su obra: cajón de sastre
Es una de las maneras más aproximada como se puede calificar la obra literaria de Siri Hustvendt, al menos aquello que tiene que ver con el ensayo.
La autora, de origen nórdico, es capaz de mezclar en un mismo ensayo desde la filosofía de Kierkegaard y de Wittgenstein hasta elaboradas teorías, propias, sobre el proceso creativo, sin dejar de lado apuntes de psiquiatría y neurobiología.
Sus amplios conocimientos de neurobiología provienen de su tendencia, desde joven, a padecer de fuertes migrañas.
Además, la propia autora ha confesado que a la temprana edad de 11 años oía voces, y a los 20 tenía alucinaciones en las cuales veía enanos de color rosa.
Fuente – Público / Siri Hustvedt en Wikipedia / ABC / Paul Auster en Wikipedia / Elsa von Freytag-Loringhoven en Wikipedia / EL PAÍS
Imagen – slowking / Linh Do / Embajada de EE UU en la Argentina / Charlotte Cooper / Jason Paris / Mathias Kabel / Chris Fithall