Se acaba de recuperar diversos objetos y documentos del «maquis» que actuó en el Alto y Bajo Aragón durante los años cuarenta del pasado siglo. El hallazgo está compuesto, además de por «clásicos» de la literatura comunista, de variados manuales de lucha guerrillera
El franquismo significó, además de un liberticidio, graves escollos para la literatura y el periodismo, en unas décadas donde todo lo escrito, antes de ser publicado, pasaban por la censura previa franquista.
De esa realidad somos testigos ya en democracia, cuando, de ciento en viento, aparecen restos de lo que fue intentar informar libremente en una época en la cual por eso podías, en el mejor de los casos, dar con tus huesos en la cárcel o en un penal.
En una cueva de la Peña Montañesa
Un grupo de espeleólogos, que estaban practicando ese deporte en Peña Montañesa, han encontrado un taller clandestino del «maquis» donde se confeccionaba, en pleno franquismo, pasquines denunciando al Régimen.
El hallazgo se ha encontrado en una zona donde el «maquis» fue muy activo, de hecho, en esta zona, la de la Sierra Ferrera, a menos de un centenar de kilómetros de la frontera francesa, estuvo activa la Agrupación Guerrillera del Alto Aragón.
Todo tipo de literatura subversiva
Con ese calificativo, subversivo, calificaba la maquinaria de propaganda del Régimen, a medios de expresión como Mundo Obrero o Nuestra Bandera, órganos de expresión del Partido Comunista de España y del Movimiento Socialista de los Trabajadores, respectivamente.
En el hallazgo también se han encontrado un buen número de libros, algunos de ellos clásicos dentro de la literatura comunista, caso de ejemplares de El Capital de Carlos Marx, y también manuales para fabricar bombas.
Todo el material estaba puesto a buen recaudo, ya que para llegar a esa «biblioteca», donde también se encontró una multicopista, es necesario escalar una pared de 23 metros de altura dentro de la propia cueva.
Ejemplares de los organismos del Régimen
En el culmen del secreto, también se han encontrado en el escondrijo publicaciones de organizaciones del régimen franquista, como un Reglamento oficial del juego del baloncesto, editado por el Consejo Nacional de Deportes.
Sin embargo, bajo portadas tan inocuas políticamente como la que acabamos de indicar, se encontraban manuales para la lucha guerrillera.
Una vez abierta la portada de Reglamento oficial del juego del baloncesto, nos encontramos con un sesudo manual bajo el título de Sabotajes y destrucciones de líneas telefónicas y telegráficas.
Otro aparentemente inocuo esconde bajo sus guardas Reglamento oficial del juego del tenis, nos encontramos con el manual Construcción de petardos, cargas y granadas incendiarias.
En custodia en El Pueyo de Araguás
Todo el «material» encontrado por el equipo de espeleólogos ha sido entregado, en custodia, al consistorio de El Pueyo de Araguás, en la persona de su alcalde, José Ramón Lafuerza.
La intención de la alcaldía es, una vez restaurado todo lo que ha sido encontrado, se disponga de una exposición permanente en el Monasterio de San Victiorán, que es uno de los principales edificios románicos que quedan en pie en la zona.
Turismo gracias al «maquis»
La actividad guerrillera en la zona, donde durante muchos años se vivió una guerra de baja intensidad entre la Guardia Civil y los guerrilleros, la mayoría ligados al PCE, está siendo explotada turísticamente.
Es lo que se conoce como «abrigo de los maquis», que durante un tiempo fue una base guerrillera, aprovechando la orografía de esa zona de la Sierra Ferrera.
Maquis y Pirineos
Se trata de la última obra del historiador Ferrán Sánchez Agustí, en la cual analiza la intensa actividad guerrillera de la zona en los años posteriores a la Guerra Civil.
Fueron unos años en los cuales la moneda común eran sabotajes, enfrentamientos armados entre los guerrilleros y la Guardia Civil, y secuestros por parte del «maquis» con los cuales se lograba dinero del rescate para invertirlo en la lucha insurreccional.
Tal como se relata en el libro, a medida que avanzaban los años cincuenta del pasado siglo, la actividad la Guerrilla del Alto y Bajo Aragón, diezmada por la Guardia Civil, reduce drásticamente su teatro de operaciones y se recluye en Peña Montañesa.
Un periplo apasionante
Los documentos encontrados en la citada cueva de Peña Montañesa son apasionantes y darían para el argumento de una buena novela, y su periplo en buena parte ha podido ser reconstruido gracias al buen hacer de la sección de espeleología del Centro Atlético de Sobrarbe.
La primera noticia de los restos dejados en lo que fue una base del «maquis» fue a mediado de los años noventa del pasado siglo, cuando unos espeleólogos del citado club deportivo encontraron, a una altura de 23 metros, la multicopista y documentos.
La decisión de los descubridores de los restos históricos fue el dejarlos en el lugar que se encontraban sin llevarse nada.
Días después del descubrimiento, una fuerte riada se llevó todo el material por delante, de manera que los pasquines y los ejemplares de Mundo Obrero, así como la multicopista quedaron muy cerca de la superficie.
Debido a ello, espeleólogos del Centro Atlético de Sobrarbe recuperaron esos restos de la lucha guerrillera en la zona y los alojaron en una cueva más recóndita, para preservar del pillaje esa historia viva del Alto Aragón.
Poco después, otros espeleólogos encontraron la multicopista, y entendiendo el valor histórico de la pieza, se la llevaron y la entregaron en el Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás; eso sucedió en el año 2017.
Ha sido ahora cuando se han recuperado también los documentos, que los deportistas han optado por dejar en custodia el citado ayuntamiento oscense.
Ahora los historiadores lo que buscan es recuperar la historia oral de como se desarrolló la lucha guerrillera en esa zona de Aragón, y las vicisitudes que vivieron los guerrilleros que tuvieron que enfrentarse a toda la «maquinaria» de la represión franquista.
Literatura y prensa comunista
Dado que el «maquis» que actuaba en la zona era de inspiración comunista, casi todos los documentos recuperados son o bien literatura comunista o bien del órgano de expresión de dicho partido, esto es, Mundo Obrero.
La mayor parte de los ejemplares del periódico son de 1948, en donde en diversos artículos se glosa y alaba la lucha guerrillera que se llevaba a cabo en otras zonas de España, especialmente en Galicia y Asturias.
Los libros también son de inspiración de la ideología, que, entre otros, desarrollaran Karl Marx y Federico Engels, y que llevaron a la práctica Lenin, en Rusia, y Santiago Carrillo en España.
Así, se han encontrado ejemplares, la mayor parte editados en Francia, aunque en idioma castellano como El Estado y la revolución, del propio Lenin, o España Republicana, Democrática e Independiente de Dolores Ibárruri.
Como se puede entender, el hallazgo de estos restos de lo que fue la guerrilla que se enfrentó al Régimen hasta bien entrados los años cuarenta del pasado siglo, es recuperar parte de la memoria, memoria hurtada por cuarenta años de dictadura.
Fuente – La Vanguardia / Mundo Obrero en Wikipedia
Imagen – Daniel Jolivet / Kom bo / Emilio / Forcy / Juan R. Lascorz / Ibón de Piedrafita / Yeza / Oregon Caves / WikedKentaur