Los legatarios de la obra literaria de J.D. Salinger, autor del celebérrimo El guardián entre el centeno, han decidió digitalizar su obra, para de ese modo darle mayor difusión, algo que fue el leitmotiv del autor neoyorquino
El Guardián entre el centeno titulado The Catcher in the Rye en su versión original en inglés, es probablemente uno de los libros más universales de ese genio de la literatura, amigo de las soledades, que fue J.D. Salinger.
Ahora, parece que Holden Caulfield, el protagonista de la obra, se ha hecho milenial, ya que esa como el resto de la bibliografía de J. D. Salinger, está a punto de ser digitalizada, por lo que, los lectores en inglés, por el momento, podrán disfrutar de ella en sus lectores de libros electrónicos.
La digitalización de la obra de uno de los escritores norteamericanos más venerados, a pesar de lo sucinta de su obra, solo se va a poder realizar con Salinger muerto, ya que durante toda su vida se negó a que su obra se trasladara a formato electrónico.
Una decisión de su familia
Ha sido el hijo del escritor, Matt Salinger, el que ha anunciado que, por una decisión consensuada con su hermana y otros familiares directos de Jerome David Salinger, toda la obra del autor de El cazador oculto, va a ser digitalizada.
Esa migración hacia lo digital no habría sido posible con J.D. Salinger en vida – falleció en el año 2010 – ya que era renuente a todo lo digital, además de un firme defensor de la lectura de literatura solo en papel.
Sin embargo, la decisión de la prole de Salinger de digitalizar su obra proviene de una misiva que su hijo Matt recibió de un admirador, radicado en Michigan, de la obra de su padre.
El citado lector indicaba a los descendientes del celebérrimo escritor, que producto de una discapacidad en la mano derecha le imposibilitaba la lectura de libros en papel, por lo que no podía disfrutar de El guardián entre el centeno.
Ante todo, un autor que quería hacer su obra universal
Esa ha sido la decisión que ha inclinado el fiel de la balanza para que la familia del escritor neoyorquino se plantease digitalizar su obra como manera, es la pulsión que siempre tuvo Salinger padre, para lograr aumentar el caudal de sus lectores.
De hecho, para facilitar la lectura de sus libros, J.D. Salinger tuvo peleas memorables con sus editores para que la edición de sus libros fuese lo más barata posible, como modo de favorecer que nadie por falta de medios, sobre todo en el caso de estudiantes, no pudiesen adquirir los ejemplares.
Por ello también se negó, casi siempre, a que sus obras literarias fuesen en rústica, con buen papel y mejor impresión, cosa que al fin y a la postre no hace sino encarecer el precio de cada volumen.
A contra corriente
Esa decisión de abaratar los costes para que sus libros fuesen accesibles a una gran mayoría de lectores, provoco, que tuviese que sufrir las presiones de la editorial Little Brown, sello editorial donde publicó todos sus libros.
Además, eso finalmente acabó «penalizando» su obra, y provocó que en ciertos ambientes se le considerase como un autor menor, ya que otros autores de tronío, como podían ser Hemingway o Faulkner, prestigiaban su literatura con ediciones muy cuidadas.
Una obra exquisita pero sucinta
El que durante la II Guerra Mundial fuese un agente de inteligencia en las tropas norteamericanas que iniciaron la reconquista de Europa con la toma de las playas de Normandía, tiene una excelsa pero muy breve obra literaria.
Ubicada en el frontispicio de su vida estaba el lema ««los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor constituyen la segunda propiedad más valiosa que le es concedida», no fue un autor que se prodigase mucho en los medios de comunicación.
Su obra, de gran calidad, está formada solo por tres volúmenes: El guardián entre el centeno, que vio la luz en el año 1951, Franny y Zooey, publicada diez años después, y Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción, que salió al mercado en el año 1962.
A partir del año 1967 se alejó del «foco mediático» e inclusive, para vivir casi en un completo anonimato, se mudó de Nueva York a Cornish, un pueblo de menos de 2.000 habitantes ubicado en el Estado de New Hampshire.
Celebración del centenario de su nacimiento
El 1 de enero de este año se celebró un siglo del nacimiento de J. D. Salinger, uno de los autores norteamericanos ha logrado, casi exclusivamente por El guardián en el centeno, convertirse en uno de los cánones de la literatura norteamericana de todos los tiempos.
Huyendo de la fama
J.D. Salinger contaba con 32 años cuando publicó El guardián entre el centeno, y el libro tuvo tanto impacto en el mercado editorial norteamericano, que «de la noche a la mañana» el autor se encontró con un reconocimiento social que el nunca había deseado.
Tal fue el «bombazo mediático» que un año después decidió mudarse de Nueva York a un pequeño enclave agrícola, Cornish, con no más de 2.000 habitantes, en el estado de Nueva Hampshire.
Precisamente fue ese abandono del «mundanal ruido» y pasarse 30 años huyendo de los medios de comunicación lo que finalmente le catapultaron a convertirse en un autor de culto de la literatura universal.
A día de hoy, El guardián entre el centeno ha vendido más de 100 millones de «copias» de libro, ha sido traducido a las lenguas mayoritarias en los cinco continentes.
Contra la hipocresía burguesa
En El guardián entre el centeno, en el cual nos encontramos con un Holden Caufield, un joven de extracción acomodada, atormentado e inconformista, que no encuentra su sitio en su intento de pasar a la adultez.
Todo el libro es una crítica a la hipocresía burguesa, una crítica que no está exenta de unas grandes dosis de humor y de irreverencia, como los que habitualmente «gastan» los adolescentes, incluidos los actuales.
Otro acontecimiento vital que afectaron a este genio literario, y que impulsaron su retirada a pagos más tranquilos, después de abandonar Nueva York, fue su participación en la II Guerra Mundial.
Las vivencias que acumuló en los teatros de operaciones en los que participó – desembarco de Normandía, liberación de París o la batalla de las Ardenas – y a pesar de que no fue un combatiente al uso, trabajo en contraespionaje, lo marcaron para toda la vida.
Fuente – ABC / The Catcher in the Rye en Wikipedia / J.D. Salinger en Wikipedia / Cornish en Wikipedia / LA VANGUARDIA
Imagen – Johan Viirok / Paris Buttfield – Addison / Jeffrey Pioquinto / mtarvanien / Gwydion M. Williams / James Case / Drouyn Cambridge / Erin Pettigrew