
Asterix y Obelix ya cuenta con un nuevo álbum en el mercado. Como siempre, publicado para el mercado en español por la Editorial Salvat, aparece en los expositores La hija de Vercingétorix, donde el centro de la historia es, además de los dos galos, la adolescente Adrenalina, una joven contestataria hija de Vercingétorix
Fue hace seis décadas, corría el año 1959, cuando Albert Uderzo y René Goscinny unían sus talentos creativos – guionista el primero y ilustrador y dibujante el segundo – para inventar a Astérix y Obelix y su particular universo.
El 29 de octubre de 1959 salía a la venta Astérix el Galo, que inauguraba una saga de álbumes ilustrados que han hecho las delicias, durante más de 50 años, de los niños y no tan niños, que han disfrutado con las disparatadas aventuras del dúo formado por Astérix y Obelix.
El necesario relevo

Aunque tras la muerte de René Goscinny, en el año 1971, Uderzo pudo continuar con las historietas de los dos galos universales, la avanzada edad del pintor y dibujante, nacido en el año 1927, hizo necesario el relevo en el 2012.
El «guante» lo recogieron Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, guionista y dibujante respectivamente; producto de la nueva dupla, nos encontramos con La hija de Vercingétorix, que como todos los álbumes anteriores publica, en español, la Editorial Salvat.
Sabiendo las astronómicas cifras de ventas que lleva acumulando décadas las historietas de esos dos galos universales, la primera edición de La hija de Vercingétorix suma cinco millones de unidades, y seguramente serán necesarias nuevas reimpresiones.
Desde la perspectiva de género

A pesar de que los levantiscos galos que pueblan las historietas de Astérix y Obelix son coetáneos de Cayo Julio César, lo que nos sitúa al menos en el 60 antes de cristo, los irreductibles galos han sucumbido a la reivindicación feminista.
En la nueva entrega de la saga los dos guerreros galos ceden todo el protagonismo a Adrenalina, la que suponemos que es hija de Vercingétorix, que para los no avisados es el jefe de la Aldea gala donde viven nuestros héroes.
Benevolencia masculina

En esencia, la nueva historia de la saga versa sobre Adrenalina, la hija del jefe de la aldea gala que resiste siempre al invasor y que si recordamos tiene un miedo atroz a que en algún momento el cielo caiga sobre los lugareños de la aldea.
Adrenalina lo tiene todo para convertirse en una heroína feminista: una joven «de armas tomar», de cabellera intensamente pelirroja y que será protegida por Astérix y Obélix, con lo cual implícitamente se entiende que las mujeres tienen que ser siempre protegidas por un varón.
Adrenalina también supone una bocanada de aire fresco en una serie, como es la de Astérix y Obelix, en la cual ha habido pocos personajes femeninos, si exceptuamos a Cleopatra, y los mismos siempre han tenido un papel secundario.
Una fórmula que empezaba a estar agotada

La hija de Vercingétorix es el álbum número 38 de la colección, una saga que lleva publicándose más de medio siglo, con lo que encontrar la «chispa» y nuevos alicientes para no aburrir a los lectores, se convertía ya en una necesidad.
A pesar de la novedad que supone el introducir un nuevo personaje principal, que seguramente tendrá su continuidad en próximos álbumes, los editores de Ásterix y Obelix, son de lo que piensan que los experimentos mejor con gaseosa.
Por ello, y aunque ni Jean-Yves Ferri y Didier Conrad han planteado nunca el hacer variar la identidad del comic, siempre han sido favorables a introducir nuevos temas y argumentos, lejos del «corsé» que impone una serie que se lleva publicando ahora se cumplen seis décadas.
Por ello, en La hija de Vercingétorix, además de la ya citada perspectiva de género y de ser el primer álbum donde nos encontramos con un personaje principal netamente femenino, aparecen otros temas.
Entre ellos se encuentran reflexiones sobre la violencia y la violencia de género, ecologismo y un incipiente medio ambientalismo de la relación de Obelix con los jabalíes que se zampa o el conflicto de los galos con los romanos invasores.
Lo que si confirman tanto el guionista como el dibujante es que no tienen, y no podrían por qué, aunque no en activo, Albert Uderzo sigue supervisando la línea editorial, convertir la sexagenaria serie en un panfleto político y militante.
Se comienza a acusar el cansancio

Asterix y Obelix, un comic que ya es sexagenario y que tiene a sus espaldas más de 40 álbumes se estaba ya quedando sin temas y la fórmula parecía casi agotada.
Pero que los dos galos y su levantisca aldea tienen «mecha» para rato lo atestigua La hija de Vercingétorix, en donde como se ve siempre se pueden explorar nuevos temas.
Esta ampliación de temáticas se ha hecho de una manera muy inteligente, de modo que las grandes situaciones que se suscitan siguen presentes, sobre todo para no contrariar a esa gran familia que detrás de las historietas de estos dos galos universales, y que les lleva siendo fiel más de medio siglo.
Pero lo que se busca, dejando entrar nuestras perspectivas al cómic, es adquirir nuevas audiencias, con la intención que, como las generaciones anteriores, de que aquellos niños que disfrutaban con la glotonería de Obélix, se conviertan en adultos mayores que sigan comprando los álbumes.
En casa del herrero, cuchara de palo

De hecho, que Adrenalina ocupe ya un lugar de honor en el elenco de Asterix se debe en buena medida al periplo vital de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, que por su trayectoria vital tienen hijas adolescentes.
De hecho, una buena parte de la «materia prima» de la caracterización del personaje, y sus peripecias, provienen de las muchas anécdotas que solo unos padres con hijas adolescentes puede atesorar.
Además, Adrenalina no está sola, ya que viene acompañada por otros dos adolescentes, de nombre Selfix y Blinix, con los cual forma una panda hasta cierto punto revolucionaria, lo cual proviniendo de una aldea que lleva años luchando contra el romano invasor, es decir mucho.
No solo para aumentar las ventas

Si bien es cierto que este nuevo volumen de las aventuras del Asterix y Obelix es un soplo de viento fresco, con nuevos temas y personajes, no por ello el dibujante y guionista buscan unas mayores ventas a cualquier precio.
Los actuales hacedores del pequeño galo y su inseparable amigo gordinflón creen que lo mejor que les puede pasar a sus historietas es que sigan, de manera constante, aumentando el número de lectores.
Ninguno de los dos ha pensado ni por asomo que la solución para Asterix y Obelix sea dar un «pelotazo» que sea «flor de un día», sino que, de generación en generación, como ha pasado hasta ahora, se sigan sumando, aunque de una manera tranquila, legiones de lectores.
Además, los autores han optado por un sistema interactivo al incluir pequeñas variaciones en los álbumes, introduciendo pequeños cambios y evaluando si son del gusto de la audiencia, retirándolos en caso de que no.
Por lo demás, ya sabéis, La hija de Vercingétorix, para los que gustáis de «ir de librerías» ya la tenéis en los expositores, y los que sois más comodones, también podéis encontrar el álbum en los muchos sitios de venta online, como puedan ser Casa del Libro o Amazon.
Fuente – ABC / Albert Uderzo en Wikipedia / René Goscinny en Wikipedia / Cultural en ABC / Julio César en Wikipedia
Imagen – José Luis Cernadas Iglesias / Patrick Janicek / Charlotte Cooper / Oier Gorosabel Larrañaga / Nationnal Archief / International Women`s Health Coalition / Tax Credits
Me encanta que se sigan sacando nuevos comic de Asterix y Obelix aunque ya no los escriban sus creadores. Me parece que la calidad de los nuevos es muy alta.