
Contra Amazon, de Jorge Carrión es un alegato a favor de negocio librero tradicional, una actividad profesional que se está viendo amenazada por diversas plataformas de comercio electrónico minorista, como pueda ser Amazon. En 17 artículos, Carrión y algunos libreros reivindican el oficio
Lo que hace unas décadas era una profesión de prestigio y bien remunerada, el ser librero y tener una librería, crear alrededor de ella una comunidad de lectores y muchas veces ejercer de prescriptor de lecturas para los clientes, está a punto de extinguirse.
En buena parte, la desaparición de los libreros, y las librerías, es producto de los nuevos modos de comercio y de la denominada «economía digital»; la venta online se impone, y también en lo que tiene que ver con la cultura y los libros.
Abundando en la desaparición de las librerías físicas y los libreros, Jorge Carrión publica Contra Amazon, una colección escogida de artículos que reivindican el papel de las librerías y los libreros en nuestra sociedad.
David no siempre vence a Goliat

Aunque en la Biblia nos podemos encontrar los pasajes donde un pequeño David, armado solo con una honda, vence al gigante Goliat, en la realidad muchas veces lo que sucede es que el pez grande se come al chico.
En este caso Goliat es una enorme plataforma de venta online que se llama Amazon, y el papel de David, lo ocupan los libreros, que tal como están las tornas, dentro de poco se van a convertir en rara avis.
Las ventajas del Marketplace

Realmente la actividad de Amazon no solo está dañando el negocio de los libreros, sino de todo aquel mercado donde los productos se puedan enviar al domicilio de los clientes, que así pueden comprar de una manera más cómoda.
Amazon es un coloso del comercio electrónico que vende una cantidad enorme de productos – desde tornillos a libros, pasando por cualquier «cachivache» electrónico -, y donde el cliente recibe su producto en un tiempo récor.
Otra de las ventajas de Amazon es que como maneja cifras de negocio multimillonarias, tiene uno de los mejores servicios de atención al cliente y de devoluciones que existe actualmente, ya que puedes devolver productos incluso aduciendo que simplemente no te gusta.
El Alcázar no se rinde

Cogiendo esta expresión franquista «por los pelos», afortunadamente todavía quedan muchos libreros – y libreras – corajudos que al mal tiempo ponen buena cara y que no están dispuestos a rendirse ni ante Amazon ni ante nadie.
Además, tal como diagnostican muchos libreros, ellos pueden aportar el «factor humano» que una organización como Amazon, que funciona a golpe de algoritmo, no puede aportar, ya que la interacción humana brilla por su ausencia.
Otro factor a favor de la pervivencia de las librerías es que estás se han especializado en nichos de mercado, en esos templos del saber se suele contar, además del librero, con personal especializado que puede ejercer de prescriptor para los lectores.
Por otro lado, existen también libreros, auténticos héroes de la letra impresa, que inclusive han puesto en marcha pequeñas editoriales, pequeñas en sus dimensiones, pero enormes en la calidad de los textos que editan.
Contra Amazon, de Jorge Carrión

Publicado por Galaxia Gutenberg, en el volumen se reúnen 17 artículos en favor del gremio librero tradicional, en unos momentos en el cual ser librero es, ante todo, un gesto de heroísmo.
Carrión sigue la senda de un libro, que, bajo el título de Librerías, también escrito por el mismo Carrión y que fue publicado en el año 2013 en la colección Argumentos de la Editorial Anagrama.
En el volumen, este doctor en Humanidades por la Universidad Pompeu i Fabra, reflexiona sobre el importante lugar que han ocupado las librerías – y los libreros – en la cultura universal y específicamente en la cultura de nuestro país.
En sus páginas podemos encontrar la historia de muchas librerías icónicas que, además de transmitir cultura, se convirtieron en sede de importantes tertulias literarias y también en atalayas donde se luchaba por la libertad ante el autoritarismo.
Carrión también hace un recorrido por las librerías más emblemáticas de varios continentes: la Strand de Nueva York, Shakespeare and Company y La Hune en París, El Virrey en Lima o por acercarnos a nuestro país, La Central en Barcelona o la Antonio Machado en Madrid.
El libro, además de las reflexiones que lanza el propio Carrión, está enriquecido por la perspectiva, del «día a día» de cinco libreros de Barcelona, lo que conforma un volumen que es fiel reflejo del sentir del sector de las librerías.
Presunciones erradas

Es lo que lleva a muchos lectores, que antes acudían a las librerías para «aprovisionarse» de lecturas, ahora prefieren adquirirlos en plataformas de comercio electrónico, como pueda ser Amazon.
Muchos lectores creen, erradamente, que los libros que compran en plataformas de comercio electrónico son más económicos que comprarlos en una librería, lo cual es una equivocación mayúscula.
Comprar un libro, por ejemplo, en Amazon, supone pagar prácticamente lo mismo que si se compra en una librería al uso, y a su coste hay que sumarle muchas veces los costes de envío, que encarece el precio del «paquete».
Bien es cierto, no se puede negar, y seguimos hablando de Amazon, que su servicio de envío, a domicilio o a puntos de entrega es muy fiable y en pocos días tienes el pedido en casa.
También, como hemos citado, su servicio de atención al cliente y devoluciones es de lo mejor que existe hoy en día, aunque tratamos con fríos algoritmos y no con libreros muy leídos, que pueden ejercer, llegado el caso, de prescriptores de lectura.
Conciencia Social

Pero Jorge Carrión va un paso más allá, y nos interpela en Contra Amazon por nuestra conciencia política. La pregunta que nos hace es ¿Se puede ser de izquierdas y comprar en Amazon?
De hecho, tal como explica en el libro, apostar por Amazon y las demás empresas de la mal llamada «economía colaborativa» es apostar por un modelo económico que nada en la precariedad laboral.
Parte de la economía digital también acaba provocando una concentración de la riqueza en muy pocas manos. Si a día de hoy, una pequeña minoría de habitantes del globo terráqueo atesora la mayoría de la riqueza mundial, la digitalización no ha hecho sino ahondar en esa brecha.
Los datos «cantan»

Las estadísticas que obran en poder de la Federación de Gremios de Libreros de España son concluyentes, y muestran que el 78% de los bienes que se compran en internet en España están alojados en Amazon.
En el caso del tema que nos ocupa, los libros, el 26% de los que se venden en España se gestionan a partir del Marketplace de Amazon, a pesar de que, afortunadamente, el grueso de los libros que se venden en nuestro país todavía tiene como canal las librerías.
Pero sigue existiendo una exigua posibilidad de que David pueda vencer a Goliat: los sitios de comercio electrónico poco más tienen que ofrecer que rapidez y fiabilidad en la compra, como es el caso de Amazon.
Ahí, los pequeños negocios, como son las librerías todavía tienen cancha donde jugar: generan actividad económica en las zonas donde se ubican y crean una comunidad de lectores que tiene la librería como lugar de encuentro.
Además, y como ya hemos referido profusamente, el personal de las librerías y los libreros están especializados en libros, la mayoría están muy leídos y además pueden desarrollar una actividad esencial ante sus clientes, como es la prescripción de literatura dependiendo de los gustos del cliente.
Fuente – elPeriódico / ANAGRAMA
Imagen: Zoetnet / Adamt / Amazon / Ajay Suresh / Amazon (company) in Wikipedia / Carl Mikoy / Timothy Krause / Medien