
Ken Follet acaba de publicar el relato corto Notre Dame, cuyos derechos de autor irán íntegros a financiar la reconstrucción de la catedral de Notre Dame. Mientras tanto «saltan chispas» entre los máximos responsables de la reconstrucción, uno de ellos un antiguo alto mando militar
El prolífico escritor y periodista galés nos muestra, a las puertas de la Navidad, su rostro más solidario y donará íntegros los derechos de autor de Notre Dame, el último relato breve que acaba de pergeñar.
La publicación se hace al «calor», desgraciadamente nunca mejor dicho, de la reciente destrucción de la catedral de Notre Dame por un incendio, y los ingresos generados por la venta del libro irán íntegros para su reconstrucción.
Golpeado por las imágenes

Tal como ha confesado el propio Follet, se sintió impactado y devastado cuando pudo ver en los noticiarios de televisión como la centenaria catedral parisina era pasto de las llamas hasta resultar consumida casi completamente.
Afortunadamente, el torrente emocional que sufrió tras ver las imágenes no lo sumió en una depresión, sino que lo impulsó a una vorágine creativa que hizo que inmediatamente se pusiese a ejercer uno de sus oficios, esto es, el de escritor.
El impacto emocional le llevó a escribir el relato que ahora nos ocupa, dedicando al mismo tres días enteros a su redacción, inclusive robándole horas al sueño: el resultado es Notre Dame.
El libro, que ya se puede encontrar en las librerías españolas, ha sido publicado en castellano por Plaza & Janés.
Los primeros que han podido «degustar» el nuevo relato de, entre otros, la trilogía The Century, por cortesía de la editorial Robert Laffont, han sido los lectores en lengua francesa.
Ya antes de que se comercializase el volumen, el escritor oriundo de Cardiff, anunció que todos los derechos de autor, devengados y por devengar, se donarían a Fondation du Patrimonie, que es uno de los organismos dedicados a lograr fondos para la reconstrucción de Notre Dame.
Plaza & Janés se suma a la ola de solidaridad

La editorial, parte del conglomerado editorial Penguin Random House Grupo Editorial, ha anunciado que una parte del precio de venta de cada ejemplar también se donará para la reconstrucción del templo parisino.
Con esta y otras iniciativas de recaudación de fondos, en solo dos meses se ha logrado un capital de 850 millones de euros, con lo que es muy posible que el deseo expresado por Emmanuel Macron, de reconstruir la catedral en cinco años, se pueda lograr.
En primera persona

En el preámbulo del libro, el que fuera reportero del Evening Standard, explica que se enteró del suceso por la llamada de una amiga que le conminó a encender el televisor y poner un canal de noticias.
Ese 15 de abril del 2019 será una fecha difícil de olvidar para el que fuera alumno del University College de Londres, que viendo las imágenes de cómo se consumía Notre Dame pasto de las llamas, no pudo evitar que fluyeran unas lágrimas.
Para Ken Follet, el templo católico de Notre Dame no es ningún extraño, ya que realizó un estudio exhaustivo de la Catedral de Nuestra Señora, inclusive con varias visitas in situ, para documentarse para escribir Los pilares de la tierra.
De hecho, a lo largo que se desarrollaba la jornada, fueron incontables medios de comunicación de los cinco continentes los que se pusieron en contacto con él para que diese su impresión del incendio que devastaba la catedral.
Desacuerdos en la reconstrucción

El proyecto de reconstrucción de Notre Dame, que el premier Macron se ha tomado como un «asunto de estado», y que pretende que esté concluido en cinco años, no está exento de tiranteces.
Sin que nadie haya explicado el porqué, al frente de la reconstrucción hay un general de infantería, Jean-Louis Georgelin, y subordinado a él, el Arquitecto Jefe de los Monumentos Nacionales, Philippe Villeneuve, el responsable técnico de la reconstrucción.
Las «chispas» no han tardado en saltar entre ambos, y el arquitecto no ha ahorrado críticas a la labor de coordinación que desarrolla el general, quejándose de la lentitud con la que avanzan los trabajos de reconstrucción.
El militar, que compareció en la Comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional, ha cortado la polémica con un expeditivo comentario: “lo que tiene que hacer [Villeneuve] es cerrar la boca”.
Antiguo jefe de Estado Mayor

Como ya hemos indicado, Jean-Louis Georgelin es un militar de carrera que se ha pasado toda su vida sirviendo en la infantería del país galo. Jubilado en el 2010, llego a ser el máximo poder militar de Francia, por debajo del ministro de Defensa.
Entre sus virtudes, aunque muchas veces su sinceridad se vuelve contra él, como buen militar suele llamar «al pan, pan y al vino, vino», lo cual en la vida civil le ha granjeado muchas antipatías.
Esta no es una más de las polémicas en las cuales se ha embarcado desde que dejase el servicio activo en el Ejército francés hace casi una década.
Censurado desde el Elíseo

La crisis entre ambos responsables de la reconstrucción de Notre Dame ha llegado a oídos del presidente de la República, que ha enviado un mensaje claro, en el que llama a Georgelin a «dar pruebas de discernimiento» y evitar las declaraciones públicas.
Se trata de una manera protocolaria de decir al militar que «cierre el pico» y se dedique únicamente a su trabajo, esto es, a ejercer de coordinador de los trabajos de reconstrucción del citado templo de culto católico.
Pero donde verdaderamente han «escocido» los comentarios del general han sido en el Ministerio de Cultura, desde donde se ha emitido un duro comunicado de censura hacia las declaraciones del general Georgelin.
En el mismo, desde Palais – Royal, se tildan como inaceptables los comentarios del militar, indicándole que el comportamiento público de todo alto cargo debe de ser ejemplar, así como que el respeto mutuo es un valor cardinal en la sociedad francesa.
Fuente – LA VANGUARDIA / Ken Follet en Wikipedia / Plaza & Janés en Wikipedia / Catedral de Notre Dame en Wikipedia / ABC / Palais-Royal en Wikipedia
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