
La plataforma digital yoleo acaba de fallar su primer premio literario de literatura infantil y juvenil, que en esta primera edición ha recaído en Eloy Moreno con su obra Invisible, donde habla de la invisibilidad en la que viven muchas personas en nuestras sociedades
En tiempos en los cuales el fomento de la lectura también se hace «golpe» de bit, la plataforma de internet Yo Leo, acaba de fallar el primer concurso yoleo de literatura infantil y juvenil.
Yo Leo es una plataforma digital que pretende imbuir el placer de la lectura entre los más jóvenes, especialmente entre los niños y los adolescentes. Ahora la plataforma ha fallado su primer premio literario que ha recaído en Invisible de Eloy Moreno.
El galardón es producto de la votación de más de 1.000 jóvenes, estudiantes preuniversitarios que se han convertido, por una vez, en jurado del premio.
A veces podemos ser invisibles

Escrita desde la perspectiva de un niño, Invisible habla de cómo, por procesos de índole psicosocial, muchas personas son invisibilizadas, apartadas de la sociedad y estigmatizadas, pero no solo de eso habla el libro.
Entre las páginas del volumen también encontramos la posibilidad, en determinadas circunstancias, de convertirnos en invisibles, y como podemos apartarnos voluntariamente del flujo social únicamente para descansar.
Pensado para lectores de todas las edades, en lo subterráneo encontramos una trama que deberemos ir descubriendo a medida que vamos «devorando» en el mejor de los casos, la trama.
Un autor especializado en infantil y juvenil

Eloy moreno, de formación informático y que tiene una plaza de funcionario en el Ayuntamiento de Castellón de la Plana, se ha especializado en literatura de temática infantil y juvenil.
Con su primera obra, El bolígrafo verde, fue autoeditada, aunque posteriormente Random House Mondadori se hizo con los derechos de la obra, que ya ha vendido más de 200.000 ejemplares.
Además de Invisible y El bolígrafo verde, ha publicado Lo que encontré bajo el sofá, Cuentos para entender el mundo y El regalo.
Sus obras han sido traducidas a un buen número de idiomas, incluido el inglés y el ruso y sus ventas en el extranjero son bastante sustanciosas.
Un jurado multitudinario

Como ya hemos indicado, el jurado estuvo compuesto de 1.000 niños y adolescentes de los 20.000 que están dados de alta en la plataforma yoleo de fomento de la lectura.
El primer premio ooleo ha estado dotado con 10.000 euros, que se reparten a partes iguales entre el autor de la obra, el ya citado Eloy Moreno y su agente editorial.
Se trata de una iniciativa muy loable, hablamos tanto del premio como de la plataforma yoleo, que busca incentivar el gusto por la lectura de niños adolescentes en un país como el nuestro en el cual los índices de lectura, en todos los grupos de edad, nos hace estar en el furgón de cola de la Unión Europea.
Yoleo, una iniciativa de vanguardia

Yoleo es un proyecto personal de Jesús Hernán que une a su perfil de dinamizador cultural el hecho de ser un apasionado de las nuevas tecnologías, y que fundó yoleo con la ambición de crear lectores apasionados que cojan esa actividad como hábito, más allá de las exigencias académicas.
En una época en la cual se pretende que los contenidos del currículo escolar se aprendan jugando, la ludificación es muy importante en la plataforma digital yoleo, lo que hace además que los jóvenes lectores dejen lo que se ha denominado como «huella digital».
La idea de yoleo es que los tutores escolares puedan seguir, con la ya citada «huella digital», el progreso en las lecturas de sus alumnos, contando para ello sus profesores con una completa suite de herramientas dentro de la misma plataforma.
Además, las cifras cantan, ya que los centros escolares que están adheridos a la plataforma yoleo han visto como sus alumnos multiplicaban por tres el número de lecturas que realizaban en el periodo escolar.
Otro elemento que cobra especial relevancia en Yoleo es la mentorización, esto es, adultos que forman parte de la plataforma y pueden orientar a los jóvenes lectores en la elección de los títulos y también en la explicación de los pasajes más abstrusos de las obras.
Un fondo editorial de casi 1.000 títulos

Este número se logra sumando los títulos en papel con los de formato digital, y además en yoleo parecen dispuestos a romper el corsé en el que hasta hace poco estaba enclaustrada la lectura.
Desde la plataforma no se ciñen únicamente al hecho literario que pueden encerrar un libro al uso, ya sea este un formato electrónico o en papel, sino que contemplan los nuevos medios de comunicación.
Por ello consideran que un buen poema puede ser publicado, o hasta un relato, en muchas de las nuevas redes sociales que han surgido, desde Twitter, hasta Facebook, pasando por Instagram o Pinterest.
Con un fondo editorial que llega al millar, lo que se pretende es los jóvenes lectores tengan libertad para elegir a la hora de leer, y que cojan la lectura como un placer, y no como una obligación impuesta por el sistema académico en el que se encuentran insertos.
Crear hábito lector

La literatura, como cualquier manifestación humana, y por mor de los tiempos, será tecnológica o no será, por lo que haciendo bueno aquel dicho de «si no puedes con tu enemigo únete a él» si se pretende generar hábito lector habrá que abrazar la tecnología.
Hay que incorporar como soporte para la lectura muchos de los dispositivos móviles que usan los jóvenes con profusión, fundamentalmente las tabletas, ya que los teléfonos inteligentes, por lo minúsculo de sus pantallas, no son adecuados para la lectura.
Además, desde la plataforma yoleo también se intenta recuperar para la lectura a jóvenes que durante la niñez fueron lectores pero que, con la llegada de la adolescencia, a los doce o trece años, dejaron la misma por otras aficiones, como los videojuegos.
Se trata de una iniciativa encomiable que además tienen el valor añadido que integra en la misma a muchos de los actores – profesores, padres y adolescentes – que forman parte de la cadena de la lectura.
Fuente – LA VANGUARDIA / Cultura en LA VANGUARDIA / YOLEO Club
Imagen – yoleoclub / Giuseppe Milo / Carissa Rogers / Pedro Belleza / Sean MacEntee / Weldon Kennedy / Gustavo Devito