
Son muchos los autores que llevan años intentando explicar qué era el Estado Plurinacional que en Bolivia había impuesto Evo Morales y el Movimiento hacia el Socialismo. Otros autores explican el porqué del golpe de estado que ha depuesto al político aimara
Los periódicos y noticieros de medio mundo se hacen eco de la, algunos lo califican de golpe de estado, salida del poder de Evo Morales, que ha gobernado Bolivia durante un periodo ininterrumpido de 13 años.
Lo que desde el MAS (Movimiento Al Socialismo) el partido personalista que lo ha mantenido en la Casa Grande del Pueblo, por más de una década, se ha llamado «proceso de cambio», ha generado una buena cantidad de literatura.
Desde libros que intentan explicar el magnetismo de caudillo con el cual ha gobernado Bolivia, libros que intentan desentrañar qué es eso del Movimiento al Socialismo, hasta literatura que lo ha acusado de ser el mayor narcotraficante de Bolivia.
Yo el Supremo

Esperando que Augusto Roa Bastos me permita, desde el cielo de los escritores consagrados, la licencia de utilizar el título de su más célebre novela, de caudillista se puede calificar la acción de gobierno de este sindicalista originario del estado de Oruro.
Además, la razón aparente del golpe de estado institucional no ha sido otra que las maniobras para modificar la constitución para convertirse en gobernante perpetuo de Bolivia, aunque a lo visto la «jugada» le ha salido mal.
De cualquier manera, la forma con la cual han despuesto a Morales, la insinuación del jefe del ejército invitando a Evo Morales a abandonar el poder, no es ni mucho menos una excepción en la turbulenta política boliviana.
Tal como cita el sociólogo boliviano René Zavaleta, “en la Francia Sudamericana, la política transcurre entre revoluciones y contrarrevoluciones”.
La clase media toma el poder

Si por algo se había caracterizado el gobierno del MAS que Morales encabezaba, es por, al menos ese era el guion de su gabinete de comunicación, haber devuelto el poder a los indígenas bolivianos.
Siendo el mismo de etnia aimara, reivindicaba las antiguas tradiciones milenarias de ese pueblo que, extendido entre varios países de la Latinoamérica, se siente orgulloso su origen andino, de hecho, a Morales se debe el haber recuperado la justicia indígena.
Con el golpe de estado institucional que se ha perpetrado, ahora los que mandan en el país andino son, teóricamente, la clase media no indígena, que generalmente siempre ha vivido en el llano boliviano, teniendo como epicentro la provincia de Santa Cruz.
De hecho, en la sedición también han participado colectivos de la etnia aimara, cansados del caudillismo y del personalismo de un régimen que comenzaba a tener erosionado el apoyo de los sectores que tradicionalmente nutrían el contingente humano del MAS.
Álvaro García Linera como hagiógrafo de Morales

El que era hasta la huida de Morales a México, el «número dos» del régimen, Álvaro García Linera, ha dedicado cientos de artículos y algunos ensayos a explicar el por qué y los orígenes del gobierno de Evo Morales.
En cierto modo, la obra de García Linera es deudora de la idea del filósofo italiano Toni Negri sobre el poder constituyente que emana de los trabajadores, pero aplicando esos principios a los indígenas bolivianos.
De hecho, parte del ideario político del que fue el vicepresidente de Bolivia, como era la superación de la democracia representativa, no fue bien acogida por la Asamblea Constituyente del 2006, que prefirió promulgar una constitución.
En dicha carta magna se plasman mucho del ideario político del tándem Morales – García Linera, con conceptos políticos novedosos en Bolivia como el sindicalismo, el indianismo y también el liberalismo.
En uno de los libros capitales para entender el gobierno de Morales, escrito por Salvador Schavelzon y que lleva por título El nacimiento del Estado Plurinacional en Bolivia.
En el texto se explica al detalle el paso de la política republicana de los años noventa del pasado siglo, a un estado plurinacional, en el cual los símbolos y las tradiciones indígenas del altiplano pasan a ser centrales en la política.
Las estructuras del estado pasan a tomar como propios elementos de la identidad aimara, como la bandera wiphala y el animismo indígena, llegando inclusive a asumir en la impartición de justicia las tradiciones legales indígenas.
Autores de la revolución (y la contrarrevolución)

Son muchos los intelectuales bolivianos que tomaron partido por la revolución política que supuso la irrupción de Morales y del MAS en el gobierno.
Uno de ellos es el filósofo Juan José Bautista, que en Crítica de la Razón Boliviana explica el gobierno de Morales como un intento de acabar con un racismo secular que había mantenido a los indígenas aimaras fuera del poder político en Bolivia.
Esa tesis que califica como descolonización el actuar del gobierno del MAS por más de diez años, la expone en la obra arriba citada, en donde habla de empoderamiento indígena ante unas élites de origen europeo.
Por otro lado, al otro lado del campo de juego ideológico también nos encontramos con otros autores, caso de indianista liberal Carlos Macusaya, que en Batallas por la Identidad acusa a parte de los sectores indigenistas de propiciar un racismo para con las élites blancas.
Por otro lado, Silvia Rivera, la más importante socióloga boliviana no tiene en pábulo acusar a Morales y a su régimen de intentar buscar una homogenización de toda la población del país andino hacia los postulados indigenistas.
La identidad como creación política

Es la tesis de un notable grupo de autores que consideran que la equiparación entre Bolivia y aimara no es un proceso natural, sino que venía impuesto desde el poder político que ejercía Morales y el MAS.
Uno de los valedores de esa teoría es Verushka Alvizuri y la desarrolla en un libro que lleva por título La construcción de la aimaridad, habiendo otros escritores que critican ese intento homogeneizador del régimen de Morales.
Uno de esos autores es Javier Sanjinés que en El espejismo del mestizaje critica ese sofisma consistente en equiparar lo aimara con lo boliviano y lo boliviano con lo aimara.
Algo parecido defiende Carlos Mesa, el líder de Comunidad Ciudadana y presidente de Bolivia en dos mandatos no consecutivos, en su obra La sirena y el charango.
Xenofobia boliviana

Tampoco han faltado autores que han defendido posiciones supremacistas de la minoría blanca contra la mayoría indígena como es la obra de Óscar Olmedo, cuyo «buque insignia» es La paranoia aimara.
La tesis de Olmedo y de otros autores es que por mor del Estado Plurinacional que intentaba equiparar a Bolivia con la etnia aimara, habían provocado una conciencia étnica reactiva entre los bolivianos de origen no indígena.
Finalmente, esta escisión en dos comunidades ha provocado que finalmente hayan sido las clases medias de origen no aimara, la que hayan logrado deponer a Morales y al MAS para pasar a un gobierno dirigido por la ultraconservadora Jeanine Ánez.
Fuente – EL PAÍS / Evo Morales en Wikipedia / Yo El Supremo en Wikipedia / Aimaras en Wikipedia
Imagen – Sebastián Baryli / Wikipedia / A. Davey / Sámediggi Sametinget / Natumano Photo / Art of Backpacking