Audiolibro, una apuesta arriesgada

Todo parece indicar que el audiolibro ha llegado para quedarse, como lo muestran las jugosas cifras de ventas en un mercado, que aunque es nuevo, promete un futuro de crecimiento cuyo «techo» todavía no puede ser evaluado

Con unos índices de lectura en caída libre desde hace años, la industria de libro española ha encontrado lo que puede ser su bálsamo de fierabrás particular para intentar recuperar el índice de ventas.

Y el novedoso producto no es otro que el audiolibro, que tiene cabida en una sociedad como la española que va a la carrera y que permite poder escuchar el libro mientras se realizan otras tareas, como pueda ser conducir de camino al trabajo.

Ya son legión los autores de la literatura universal que se pueden escuchar en audiolibros en castellano, entre los que cabe citar a «primeros espadas» de las letras hispanoamericanas y universales, como Gabriel García Márquez, Albert Camus o Philip Roth, por citar solo a tres.

Enfrentase a otras opciones de ocio

En las sociedades avanzadas, como es la española, las posibilidades de ocio no han parado de crecer en las últimas décadas, y ello ha provocado que los índices de lectura se hayan desplomado, en una sociedad, como la española, que nunca ha sido especialmente lectora.

Pero con el audiolibro la cosa cambia: es una manera de poder escuchar historias, algo que a todos nos gusta desde niños, mientras realizamos otras actividades, desde conducir hasta dar un paseo.

Además, los canales de distribución son muchos: desde una aplicación en nuestros dispositivos móviles – tabletas y teléfonos móviles – hasta diversos tipos de plataformas online, como puedan ser Amazon, Apple u otras.

Un buen pedazo de la tarta

El mercado mundial de la edición supone unos 30.000 millones de dólares y se espera que en los próximos años el mercado del audiolibro suponga entre el 10% y el 15% de esa facturación.

Con semejantes volúmenes estamos hablando de 4.500 millones de dólares, un buen trozo de tarta que es apetecido por las grandes multinacionales del sector editorial, como puedan ser Pearson y Bertelsmann AG.

En el caos de los audiolibros en idioma castellano, en solo dos años se ha pasado de una oferta de 3.000 títulos hasta llegar a los 10.000, lo cual muestra una proyección fantástica hacia el futuro.

En el 2018, el primer año en que los audiolibros entraron en las estadísticas de ventas de libros, la facturación supuso solo un 0,66% del mercado, lo que supuso solo 16 millones de euros en un mercado que facturó 2.363 millones de euros.

Las cifras para cuando se cierre este año fiscal indican que se habrán vendido 2.363 millones de euros en material editorial, según los datos del Gremio de Libreros de España.

Con el audiolibro se abre un nuevo mercado que sirve tanto para que autores noveles puedan llegar a mucho más público, hasta que autores consagrados sumen un nuevo canal a sus ventas.

Un mercado muy perfilado

El perfil del «lector» de audiolibros es una persona joven de menos de 35 años, y ese perfil se replica en casi todos los mercados y sobre todo en Estados Unidos y en Europa.

Además, estos «lectores» prefieren fundamentalmente obras de ficción, en el caso de Europa y Estados Unidos, mientras que el consumidor latinoamericano prefiere obras de ensayo.

En estos momentos y en España, los aficionados a los audiolibros escuchan una media de 20 audiolibros al año, mientras que la lectura de libros electrónicos se sitúa en 15 anuales y 11 si de lo que hablamos es del libro tradicional en papel.

Con mayor carga emocional

Es lo que refleja un estudio del University College de Londres, que asegura que la carga emocional que tiene un audiolibro es mucho mayor que la que tiene un libro en formato tradicional en papel o en versión digital.

Inclusive un audiolibro provoca emociones mucho más profundas que las que podemos sentir cuando vemos una película o una serie de televisión.

La explicación a ese fenómeno es que cuando escuchamos un audiolibro entran en juego todos los sentidos, ya que está demostrado, son varios los estudios que han sido encargados por el gremio editorial, que involucra a todos los sentidos.

Viento a favor para el audiolibro

El desarrollo tecnológico en el que llevamos décadas embarcados no hace sino favorecer la expansión del audiolibro.

Desde el desarrollo de dispositivos móviles los cuales pueden escucharse los audiolibros y almacenar centenares de ellos, hasta la generalización de los podcasts, todo favorece la consolidación de esta industria incipiente.

Los primeros audiolibros, al menos como un producto no venial, los pudimos disfrutar a partir del año 2018, y pronto las redes sociales se hicieron eco de un producto que, sin ser nuevo, veía un nuevo renacer.

Storytell, una de las pioneras

La empresa sueca fue una de las pioneras en auxiliarse de la tecnología para la comercialización de audiolibros.

Su gran aliado, a partir del 2008, han sido los dispositivos móviles, ya que sensu stricto de lo que estamos hablando es de una aplicación para ese tipo de dispositivos a partir de la cual podemos escuchar los audiolibros.

Se trata de una historia de éxito que comparte con otra tech de origen sueco, y nos estamos refiriendo en Spotify, un servicio de música en streaming que quien esto escribe está disfrutando en estos momentos.

En estos momentos Storytell tiene un fondo editorial de 300.000 títulos, bien es cierto que la mayoría en inglés, y cuenta con más de un millón de suscriptores.

Además, para darse a conocer utilizaron canales publicitarios que no eran habituales, al menos en el 2005 cuando nace esta start up, como las redes sociales, aeropuertos, autobuses e internet.

Su público objetivo, como hace quince años, sigue siendo un joven urbano, habitualmente profesional y que se puede desenvolverse con familiaridad con todo tipo de tecnologías, aunque son muchos los mileniales que se apuntan a la «moda» del audiolibro.

Comienza la carrera

Una vez demostrado que el audiolibro puede ser un nuevo filón de negocio para las editoriales tradicionales, que de ese modo pueden llegar a un público reacio a la lectura tradicional de libros, ha comenzado la carrera por hacerse con el mercado.

Por regla general, la producción de un audiolibro suele tener un coste de alrededor de 5.000 euros, una inversión que se puede recuperar en el tercer o cuarto año de comercialización de la obra.

En estos momentos la incursión en el sector no la está realizando pequeñas editoriales dirigidas por jovenzuelos aventureros, sino que las «grandes» han entrado en el sector con todas las consecuencias.

Es el caso de Anagrama, que ha adoptado la política de intervenir en todos los eslabones del proceso de producción, desde negociar con los autores la cesión de derechos de explotación hasta la producción y la grabación de los audiolibros.

Inclusive, dentro del propio sello editorial, se están planteando hacer la versión en audiolibro de obras que han publicado en formato tradicional en papel y algunos éxitos que han tenido en libro electrónico.

Fuente – EL PAÍS / Storytel en Wikipedia

Imagen – Brett Levin / Stanley Wood / Thomas Kohler / FaceMePLS / David Kinney / Luis Penados / storytel / Phil Roeder

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