Libros en un ACANTILADO

Ediciones ACANTILADO celebra su vigésimo cumpleaños, y a los «mandos» de la editorial, fallecido Jaume Vallcorba, le ha sucedido Sandra Ollo, que dirige con mano firme una de las editoriales españolas que tiene un catálogo más refinado para lectores de todo tipo, ya gusten de la prosa o del ensayo

Y además los riscos del mismo, casi mil libros editados en veinte años, tienen la exquisitez de un huevo Fabergé, ya que, hablamos de la Editorial ACANTILADO, siendo sus libros los de edición más cuidada de los que se editan en España.

Ya desde los primeros compases de más de dos décadas de melodía literaria, la edición de los libros de la Editorial ACANTILADO, han supuesto un antes y un después.

Un logotipo nada habitual, un hombre en perfecto plongeon vertical, ediciones con solo dos colores en la portada – negro azabache y rojo Ferrari -, un papel de factura italiana que «dura», tipografía estudiada y volúmenes cosidos.

Autores prácticamente desconocidos

Lo cual no ha implicado, ni mucho menos, que los casi 1.000 volúmenes editados estén exentos de una amplísima calidad, con autores como Joseph Roth, Stefan Zweig o un desconocido, hasta que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, Imre Kertész.

Además, Editorial ACANTILADO también ha cultivado el «tocho», ya que algunos de los volúmenes editados han llegado casi a las 2.000 páginas, caso de una biografía de Beethoven escrita por Jan Swafford o un libro de ensayos de Montaigne de 1.736 páginas.

A todo ello se han sumado, en estas dos décadas, unos buenos resultados económicos, que ha hecho que el «hermano menor» de Quaderns Cremá, que ahora cumple 40 años, haya sido rentable todos estos años.

En el mejor espíritu ilustrado

Es el calificativo más acertado si se atiende detenidamente a su catálogo de 449 autores, de los cuales han publicado, durante estas ya dos décadas, una buena parte de su obra, siendo los primeros en traducir muchos de sus textos al castellano.

Además, Ediciones ACANTILADO ha intentado, y ha logrado, tocar todos los «palos», ya que en su cuidado catálogo tenemos desde textos eminentemente científicos, hasta una amplia panoplia de títulos en donde podemos disfrutar de las bellas artes: música, pintura, escultura, y como no, literatura a raudales.

Ese es el espíritu que quiso imprimir a ACANTILADO el primer editor de la firma, Jaume Vallcorba, y quien ha cogido el testigo después de su desgraciado fallecimiento en el 2014, que no es otra que la hispanista Sandra Ollo.

El buen hacer de Vallcorba prosigue con la dirección de Ollo, no en vano la pamplonesa lleva en la «nave» desde el año 2008.

De hecho, tal como explicaba Jaume Valcorba, la decisión de iniciar el proyecto editorial, provino de que se estaban extinguiendo en España las editoriales que editase para lo que el doctor en Filosofía y Letras llamaba los «lectores exigentes».

Un emprendedor nato

La pulsión editora de Jaume Vallcorba, en el caso de ACANTILADO, lleva 20 años con el timón firme y con viento favorable, pero no fue el único proyecto editorial que lideró, ya que antes probó suerte con Sirmio.

Con ese proyecto editorial publicó 84 títulos, aunque el emprendimiento terminó con luces y sombras a partes iguales: tuvieron mucho éxito los títulos de Joseph Roth y los primeros libros de Javier Cercas.

La línea editorial de Sirmio era similar a la de ACANTILADO, una cantidad balanceada de clásicos y de autores contemporáneos y una clara vocación europeísta tanto en los temas como en los autores.

Un lector heterogéneo

El principal acierto de ACANTILADO ha sido hacerse con una «cartera» de lectores heterogéneos que confían en el «olfato» editorial a la hora de organizarles sus lecturas.

De cualquier modo, cuando se inicia el proyecto editorial allá por los albores del siglo XXI, en ACANTILADO pensaban que la consolidación de la democracia dotaría a la cultura, y especialmente a la edición de libros, de una capilaridad social que no se ha logrado.

La literatura en este país sigue siendo un pequeño coto habitado por los que en el sector se denominan los happy few, que en el caso de la editorial que dirige Sandra Ollo está compuesta por personas de gusto refinado y no necesariamente académicos.

El año fiscal lo suelen cubrir en ACANTILADO con la publicación de 40 títulos, con una tirada media de 2.500 ejemplares, y que se completa con la reedición de entre 80 y 100 títulos de su fondo editorial.

Autores que dialogan entre ellos

Era una de las teorías que defendió y aplicó en ACANTILADO su editor inicial Jaume Vallcorba, ya que pensaba que cada autor es individual, pero la teoría que tenía el primer editor era que esos autores «dialogan» con sus compañeros de catálogo, creando casi siempre interesantes sinergias.

En el caso del catálogo actual de ACANTILADO, esa sinergia se está logrando entre autores tan alejados geográfica e históricamente como la Premio Nobel de Literatura Svetlana Aleksiévich y el escritor centroeuropeo por antonomasia Stefan Zweig.

En el catálogo de ACANTILADO podemos encontrar, de la primera, El fin del homo sovieticus, mientras que del austriaco podemos disfrutar de la lectura de El mundo de ayer o Momentos estelares de la humanidad.

A ese binomio se ha añadido recientemente la escritora británica, de origen nigeriano, Helen Oyeyemi, con hasta ahora un único libro, Lo que no es tuyo no es tuyo, donde muestra bien a las claras la profunda formación clásica que tiene.

Los tres escritores enseñan con sus textos como vivir la realidad que les toca vivir, a ellos y a sus coetáneos, siendo libros con los cuales el lector puede enjugar la soledad que en determinados momentos todos los seres humanos sentimos.

De impronta teutona

En el catálogo de ACANTILADO, sobre todo el que urdió Jaume Vallcorba, tiene una capital importancia los textos y los autores centroeuropeos, sobre todo los alemanes y austriacos, dado que el editor dominaba el idioma de Schiller y su amistad con grandes editores alemanes.

El editor catalán creía que nada mejor que publicar aquellos textos con los que entender la cultura europea, sobre todo la centroeuropea, como manera de aprender a como ser europeos en un país situado, como el nuestro, en el extremo sur del continente.

La llegada de Ollo a la dirección de la editorial ha abierto el abanico de lo publicado a otras tradiciones culturales y a la literatura y el ensayo de otros pagos, abriéndose a los autores del otro lado del Telón de Acero.

Además, en estos momentos de la historia, lo europeo ya no obedece a unas coordenadas geográficas y culturales precisas, si no es una manera de estar y entender el mundo, por lo que dentro del calificativo europeo puede entrar perfectamente un autor israelí como es Itamar Orlev.

Eso no es óbice para que muchas veces, ACANTILADO se lance a la aventura, literaria, de publicar autores que hasta ahora no tenían sitio en ningún catálogo de ninguna editora española, como es el caso de La gran hambruna en la China de Mao, de Frank Dikötter.

Un sector que se tambalea

A pesar de que en estos momentos ACANTILADO tiene el viento a favor y navega con el velamen «a todo trapo», y en la editora no faltan ni nuevos proyectos ni creatividad, la realidad es que ser una pequeña editorial independiente es complicado.

Máxime cuando en el ecosistema editorial español y europeo, cada día que pasa es más difícil pugnar por los autores con los grandes grupos editoriales españoles, como les sucedió con Imre Kertész, cuando un gran grupo editorial se lo «levantó» tras ganar el Premio Nobel de Literatura.

Fuente – EL PAÍS / Editorial ACANTILADO

Imagen – Editorial ACANTILADO / Ángel Arcones / Ben Tesch / Monmar Comunicació / Alper Çuğun / Pedro Ribeiro Simões / Ungry Young Man / Mark Hillary

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