
En El tiempo Heredado, de Emilio Gutiérrez Cava, vamos a entrar en conocimiento de la historia de una de las estirpes teatrales con más solera de la España del último siglo, así como poder asomarnos a un panorama general de lo que ha sido el teatro en España en los últimos 75 años
Los Gutiérrez Cava son una saga que lleva más casi dos siglos sobre las tablas, siendo quizás el más conocido Emilio Gutiérrez Cava, que ahora publica El tiempo heredado.
En este libro cuenta con pelos y señales los principales hitos de una saga de cómicos que comenzó con el bisabuelo, Pascual Alba Sors, el primero que ejerció de manera profesional como cómico.
Predestinado a la interpretación

Siendo hijo, nieto y bisnieto de cómicos, Emilio Gutiérrez Cava estaba predestinado a que su profesión fuese sobre el proscenio de un teatro, como así ha sido.
Una vida de gira en gira y de teatro en teatro en donde, a pesar de las muchas décadas de profesión, y de éxito, no ha logrado quitar ese «gusanillo» que todo actor tiene antes de comenzar cada nueva función.
Como también ha pasado a otros grandes intérpretes, ante un estreno, cabe la tentación de cuestionarse por qué uno ha elegido esa profesión, en la cual casi siempre, y más si se tiene compañía de teatro propia, uno se pregunta por qué se meterá en semejantes «jardines».
En el caso del autor del libro, es recurrente la pregunta que por qué no se dedicó a estudiar historia, una disciplina que le interesaba enormemente, aunque por motivos familiares decidió, o le «decidieron» que se dedicase a la interpretación.
Del fondo documental familiar

El libro está plagado de recuerdos propios, con 77 años y décadas como actor y rodeado del clan familiar, se puede decir que su dedicación a los escenarios comenzó hace casi ocho décadas al nacer en Valladolid.
Pero para componer el libro también se ha auxiliado de documentos que su familia ha conservado en casi dos siglos de profesión teatral, aunque también hay mucho de historia oral en El tiempo heredado.
Sobre todo, las narraciones apasionantes, como solo lo saben hacer la gente de teatro, que oía a sus tías y a sus hermanas, como no puede ser de otra manera en un clan en el que las mujeres siempre han tenido «mando en plaza».
Pero Emilio Gutiérrez Cava también ha «buceado» en hemerotecas tanto para la contextualización histórica del volumen como para encontrar el dato erudito, que, para determinados libros, máxime sin son biografías familiares, «viste» mucho.
Un trabajo de décadas

Tal como confiesa Emilio Gutiérrez Cava, lleva más de 40 años guardando documentos y escribiendo recuerdos, que ahora se plasman en esta biografía de una saga de cómicos, en donde tienen especial importancia las mujeres de la familia.
En El tiempo heredado, también se puede leer como la historia del teatro español de los últimos 75 años, una historia del teatro para nada académica pero que nos muestra como ha sido esa historia, en primera persona, sobre las «tablas» y las bambalinas.
Pascual Alba Sors, el primero de la saga

El primer cómico de la saga se llamaba Pascual Alba Sors, nacido en 1843 en Castellón y que provenía de una familia de agricultores; tras la muerte de su padre, se traslada, con su madre a Valencia en el año 1855.
Unos pocos años después, en su primera juventud, comienza a compaginar su trabajo en una imprenta con su labor actoral en una compañía de teatro amateur, siendo su especialidad la interpretación de «barbas», esto es, personajes con carácter.
Su calidad como actor llamó la atención de una compañía profesional de cómicos que lo contrató, con un estipendio que era mucho más de lo que ganaba con sus otros trabajos, por lo que se convirtió en actor profesional.
En el año 1865 matrimonia con Irene Abad, con la cual llega a Madrid buscando una mejora profesional y económica, y al poco de llegar Pascual enviuda, teniéndose que hacer cargo de sus tres hijos, a los cuales llevaba con él en las giras.
De hecho, sus dos hijas, Leocadia e Irene, pronto se suben al escenario para interpretar los papeles infantiles de las obras de teatro que representaban en las giras que hacían a lo largo y ancho del país.
Encadenando éxitos

Con el paso de los años, las dos actrices infantiles, Leocadia e Irene, se convierten en actrices y cantantes de gran éxito, tanto que son parte del elenco que representa la zarzuela La Verbena de la Paloma, encadenando éxitos en todas las «plazas» donde se representa.
En el año 1930 fallece Irene, mientras la compañía en la que trabajaba hacía una turné por Barcelona, y para evitar que la familia tenga que trasladarla a Madrid, otra actriz de la compañía, la catalana Pilar Vidal les ofrece una sepultura.
Emulando a Molière

Poco después de que falleciera el bisabuelo de Emilio Gutiérrez Cava, Irene Alba contrae matrimonio con el también actor Manuel Cava, con el que cruzan el océano Atlántico para trabajar en Buenos Aires, una de las capitales culturales latinoamericanas.
De hecho, una de las anécdotas que se recogen en el libro es la de que el público que atestaba el teatro bonaerense donde se representaba El chiripá rojo, de Enrique García Velloso, creyó que había sido Irene la que había matado en escena a uno de los actores del elenco.
La realidad fue que el interpreté sufrió un paro cardiaco mientras estaba en escena, esto es, que la muerte se produjo por causas naturales, sin que ni mucho menos en el deceso participase Irene.
La casualidad hizo que el actor tuviese el infarto en el mismo momento en el que Irene Alba le clavaba, era parte de la escena, una daga trucada.
El rumor se corrió por la capital argentina, y los abuelos del autor de El tiempo heredado tuvieron que emplear un gran esfuerzo para explicar que el fallecimiento del miembro del elenco se debió a causas naturales.
La madre, otra actriz a la fuerza

Y así llegamos a la hija de Irene Alba y Manuel Cava, de nombre Irene Cava Alba, que ve la luz en el Buenos Aires de 1915, que ya desde muy joven se desenvolvió como actriz en la compañía de su familia.
Como otros miembros de la familia, la madre de Emilio Gutiérrez Cava tampoco tuvo nunca vocación de actriz, pero la necesidad de aportar dinero a la familia hizo que le eligieran la profesión actoral.
Además, la familia de los Gutiérrez Cava siempre fue un matriarcado, y en esos momentos quien tomaba las decisiones en la familia era la abuela.
En ese sentido su familia también era peculiar y las mujeres de la misma solían ser de «armas tomar», en una España patriarcal, en la cual reconoce el propio autor que solo las mujeres muy inteligentes, las que gozaban de independencia económica y las muy valientes podían diseñar su futuro.
Y no os lo vamos a contar todo

Y como se decía en el Un, dos tres… hasta aquí podemos leer; espero haber despertado vuestra voracidad como lectores para que acudáis raudos – y raudas – a vuestro librero de confianza o a vuestra biblioteca pública preferida.
Podéis encontrar el libro en La Casa del Libro, por un precio de 17,95 euros en la versión en papel y por 8,54 euros en versión electrónica en formato no propietario .epub.
Por precio de un «cubata» podéis disfrutar descubriendo lo que ha sido la historia viva del teatro español de los últimos 75 años y de paso saber lo que ha sido la historia familiar de los Gutiérrez Cava, una de las principales estirpes teatrales de nuestro país.
Fuente – Babelia / Molière / Casa del Libro
Imagen – Peter Shanks / John W. Schulze / Brett Jordan / Nuno Morão / Egor Grebnev / La templanza / Ajuntament de les Franqueses del Vallés / Casa del Libro