
Como en el resto de las profesiones, los escritores también están presentes, a veces de modo entusiasta, en las redes sociales. Son cientos los perfiles en Facebook, Twitter e Instagram, con el cual escritores y escritoras nos ponen al día de su trabajo y algunos hasta de su intimidad
Desde hace tiempo, y cada vez más, la vida de todos nosotros, incluidos los escritores, se ve influida por las redes sociales, especialmente por las dos redes sociales más populares, que no son otra que Facebook y Twitter.
Escritores reconocidos y consagrados, podemos citar, entre otros a Mary Beard, Margo Glantz, Héctor Abad Faciolince o Chimamanda Ngozi Adichie, utilizan las redes sociales para promocionar su trabajo, pero también para hablar de su vida.
Escritores con miles de seguidores

Es el caso de la nonagenaria Margo Glantz, ya que la autora de Las Genealogías, entre otros, es asidua a las redes sociales, especialmente a la red social de Mark Zuckerberg y a Twitter.
En uno de los vídeos que ha «colgado» en la red social que fundase Jack Dorsey se ve como la escritora mexicana celebra con unos amigos, y bailando, su noventa cumpleaños.
Glantz confiesa que al participar en el «circo mediático» de Twitter peca de impudor, pero reconoce que no le importa excesivamente compartir parcelas de su vida con los 47.000 seguidores que tiene en Twitter.
Del mismo modo, esta egresada por la Universidad Nacional Autónoma de México, es muy activa en Twitter, donde acumula más de 54.000 tuits desde que en 2011 crease un perfil en dicha red social.
Mayor accesibilidad

Son muchos los escritores que ya participan en diversas redes sociales, aunque la reina de ellas es sin duda Twitter, donde se puede participar sin necesidad de perorar, ya que cada mensaje está limitado a los 280 caracteres.
De este modo, escritoras y escritores se quitan la vitola de elitismo y de inaccesibilidad que siempre ha caracterizado el oficio de escritor y se hacen accesibles al gran público y además pueden interactuar en tiempo real con sus lectores.
En el caso de Glantz, sus contribuciones en forma de tuit están llenas de humor e ironía, que es del agrado de sus seguidores, la mayor parte de ellos lectores de su obra.
La mexicana, como otros escritores, no solo utiliza Twitter para promocionar los libros que publica, sino que también utiliza dicha red social para mostrarnos una parte de su vida diaria y su intimidad.
De hecho, esta licenciada en Filosofía y Letras, devenida en escritora, publico recientemente, en el sello editorial Sexto Piso, un libro bajo el título de Y por mirarlo todo, nada veía, en el cual combina tuits publicados con breves textos.
El libro pretende ser una reflexión crítica de la forma en la cual las redes sociales están modificando nuestro concepto de realidad e inclusive, en determinados aspectos, creando esa realidad.
También un uso utilitarista

Otro escritor que hace un uso intensivo y extensivo de las redes sociales es el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, y confiesa que comenzó a utilizar Twitter por el amor al aforismo.
El aforismo, como sentencia breve que pretende establecer una pauta, se adapta muy bien a una red social donde cada mensaje está limitado a 280 caracteres, lo que obliga además a tener una gran capacidad de síntesis.
Faciolince también, en su interés como periodista, se dio cuenta de que, seleccionando a determinados medios en Twitter, en un momento podía tener una impresión verdadera de lo que está sucediendo por el mundo.
Presente en Twitter desde el advenimiento de nuevo siglo, en un principio «manejó» dos cuentas, una, por así decirlo, para su actividad profesional y otra más personal, con la cual se comunicaba con familiares y amigos.
Como otros tuiteros, también ha tenido que sufrir la aparición de troles que lo han perseguido con ensañamiento y ha tenido que soportar un buen número de insultos, descubriendo la faceta más sucia de la red social.
Faciolince ha llegado a calificar a Twitter como una droga dura, esto es, y en sus palabras exactas, como luciferina, malévola y adictiva.
Ideal para workaholics

Este es otro de los usos que se puede dar a Twitter, tal como confiesa la catedrática en estudios clásicos y escritora británica Mary Beard, que utiliza esa red social para informar, casi en tiempo real, sobre como avanza su trabajo.
Con casi medio millón de seguidores en Twitter, la autora de, entre otros libros, El triunfo romano: Una historia de Roma, mantiene a estos informados de sus últimos descubrimientos, por lo que, hasta cierto punto, sus seguidores están avisados de los contenidos de sus próximas conferencias.
También en Instagram

La red social que fundasen, en el 2010, Kevin Systrom y Mike Krieger, a decir de sus usuarios, es un medio más tranquilo y menos polémico de lo que pueden ser Facebook y Twitter, de manera que muchos escritores – el propio Faciolince entre ellos – la prefieren.
Para muchos escritores, se trata, además, de un medio mucho más íntimo y donde pueden publicar fotografías que tiene más de vida personal que de actividad profesional, ya que en Instagram se puede dictar quién ve cada imagen.
Una usuaria de la red social que también dirige Josh Riedel es la escritora Chimamanda Ngozi Adichie, que utiliza Instagram para enseñar, a sus más de medio millón de seguidores, una buena parte de su intimidad.
En el perfil de Instragram de esta nigeriana de la etnia igbo podemos encontrar desde «modelitos» inspirados en la sastrería tradicional nigeriana, fotografías en las cuales aparece con sus progenitores o imágenes de la última conferencia que ha dado.
El paso de lo personal a lo profesional

Ese trayecto lo ha realizado una escritora española, Luna Miguel, una periodista que es más conocida por los seis poemarios, que además con mucho éxito, ha publicado.
Lo que en un primer momento fue un uso personal de Instagram, donde abundaban fotografías de tipo personal: sus gatas, fiestas con sus amigos y libros cuya lectura le había impresionado, paso a lo profesional.
Sin embargo, con un perfil activo desde 2012 y con 28.000 seguidores, se dio cuenta que los libros cuya lectura recomendaba empezaban a ser leídos y comentados por sus seguidores, esto es, había mucha gente que se fiaba de su criterio lector.
Mileniales como gestores de redes sociales

Es de lo que se han dado cuenta muchos escritores, entre ellos la escritora nigeriana de la que hemos hablado anteriormente, cuya cuenta de Instagram gestionan sus sobrinas.
Las redes sociales, aunque las utilizan personas de todas las edades, son patrimonio de los milénicos, aquellos nacidos entre los años ochenta del pasado siglo y hasta el cambio de siglo.
El lenguaje, inclusive el visual, que se utilizan en Facebook, Twitter e Instagram es un tipo de comunicación que son los que mejor la manejan por lo que muchos escritores, además de la ya citada Chimamanda Ngozi Adichie, pone al frente de sus perfiles a jovenzuelas y jovenzuelos.
Y la realidad es que cuando una cuenta de cualquiera de las redes sociales citadas se pone en manos de un milénico, por lo general el número de seguidores y el éxito de ese perfil se suele disparar como la espuma.
Fuente – EL PAÍS / Margo Glantz en Wikipedia / Twitter en Wikipedia / Mary Beard en Wikipedia / Instagram en Wikipedia / Chimamanda Ngozi Adichie en Wikipedia / Luna Miguel en Wikipedia
Imagen – twitter / Newtown grafitti / Steve Bowbrick / Instagram / Elizabeth M. / piqsels