Publicar post mortem

La recién fallecida Mary Higgins Clark, una de las más destacadas escritoras de narrativa de misterio ya no puede ver como su novela póstuma, No llores por un beso, se enseñorea de los expositores de las librerías; en España ha sido publicada por Plaza & Janés

Así se puede calificar la aparición en los expositores de las librerías de la postrera novela de Mary Higgins Clark, editada por Plaza & Janés y que lleva por título No llores por un beso, y que estamos convencidos que hará las delicias de sus seguidores.

La autora se labró una sólida carrera como autora de novelas de misterio, a pesar de que sus inicios, con una novela de ficción sobre la figura del primer presidente de los Estados Unidos de América, George Washington.

Se trata de una de las autoras norteamericanas que más libros ha vendido en su país, llegando a los cien millones de volúmenes que han sido comprados por los lectores del país que actualmente gobierna Donald Trump.

Una trabajadora infatigable

A pesar de que había superado los noventa años, su ritmo de escritura y publicación bien los quisieran muchos jóvenes escritores, y todavía era capaz de publicar al menos dos novelas al año.

Desde su sello español, Plaza & Janés, donde se puede encontrar todo lo publicado en castellano, se subraya que tuvo el talento suficiente como para crear narraciones de misterio donde sus lectores quedaban literalmente atrapados.

Uno de los reclamos de sus novelas era que siempre enlazaban con temas de la más candente actualidad de cada momento, lo que se convertía en un elemento tractor para atraer más y más lectores.

Además, como ya hemos indicado sí se convirtió en un profeta en su tierra, llegando a vender, al fin de su carrera, hasta cien millones de libros solo en Estados Unidos, lo cual habla de éxito que Higgins Clark llegó a atesorar

Una infancia que marcó su carácter

Un carácter de acero que se forjó en las duras calles del Bronx neoyorquino en los albores de los años treinta del pasado siglo, y que se vio acrecentado al quedarse huérfana, lo que hizo que tuviese que empezar a trabajar como telefonista con tan solo 15 años.

Sus primeros libros publicados lo fueron cuando frisando los cuarenta años se quedó viuda y tuvo que sacar adelante a sus cinco hijos; en aquella época se levantaba de madrugada para poder escribir antes de ir al trabajo.

Además, tal como se remarca desde Simon & Schuster, la editorial norteamericana en la que publicó durante 45 años, tenía una intuición infalible para saber lo que podía, o no, interesar a sus lectores.

Debido a ello, casi se podía asegurar que cada nuevo libro que publicaba se iba a convertir en un éxito de ventas, y no solo dentro de las fronteras norteamericanas, sino en los otros países en los que publicaba.

Scoop

Su novela póstuma, No llores por un beso, se desarrolla en los platós de televisión y en el entorno de las redacciones de los medios de comunicación.

Un buen día, la periodista Gina Kane recibe un correo electrónico de una tal cryan, donde se relata una experiencia traumática que tuvo que vivir mientras trabajaba en REL News.

Kane comienza a investigar y descubre que Ryan ha fallecido, cuando aparece en escena Michael Carter, un abogado de REL News que tiene que comprar el silencio de varias redactoras que han sido acosadas sexualmente por un presentador estrella.

Todo ello se produce en un momento en el cual REL News está a punto de salir a bolsa, y de lo que se trata es de evitar un escándalo que pueda «dinamitar» la expansión del grupo de comunicación.

Uno de los países más violentos de mundo

Lo que es evidente, siendo ciudadana norteamericana, es que nunca del faltó «materia prima» para construir sus novelas.

Estados Unidos tiene una de las mayores tasas de crímenes sangrientos de todo el Mundo, quizás producto de la liberalidad con la cual sus ciudadanos pueden acceder a armas de fuego, incluidos fusiles de uso militar.

A pesar de ello, en el último informe del Buró Federal de Investigaciones, FBI en sus siglas en inglés, se refiere que durante 2019 disminuyó el número de delitos, tanto los violentos como los  delitos contra la propiedad.

Se trata de unos datos concluyentes, ya que el informe está elaborado con los datos de 14.000 agencias de seguridad que trabajan en los 50 estados que conforman el país que se ha convertido en la potencia unipolar.

Acostumbrados a las matanzas

Desgraciadamente, los estadounidenses están acostumbrados a que cada cierto tiempo se produzcan matanzas producto de lo fácil que es, en algunos estados de la Unión, acceder a armas de fuego, incluidos fusiles de asalto militares.

Una de las últimas matanzas se produjo en una base militar en Florida, cuando un soldado saudí que se adiestraba en la base naval de Pensacola, asesinó a tres personas, en lo que podría ser un nuevo atentado terrorista.

Mohammed Ashamrani era un piloto militar saudí que se encontraba en la base militar adiestrándose en le manejo de aviones de guerra, y que no había caído nunca en el «radar» de ninguna agencia de inteligencia, ni norteamericana ni saudí.

Ahora el FBI investiga si se trata de un «lobo solitario» o por el contrario formaba parte de una trama terrorista, aunque todavía el órgano de seguridad que fundase John Edgard Hoover no ha logrado pruebas concluyentes.

Por su parte, las autoridades saudíes han mostrado su voluntad de cooperar completamente en la investigación, indagando sobre si el piloto saudí frecuentaba ambientes salafistas en Arabia Saudí.

Del mismo modo, se están recopilando pruebas en los perfiles de redes sociales del presunto terrorista para de ese modo intentar descartar de que se hubiese radicalizado en poco tiempo, un fenómeno muy habitual en los terroristas islámicos.

El atentado, que se desarrolló en los aularios de la base militar ha dejado tres muertos y diez heridos, algunos de ellos de gravedad. s

Los fallecidos son Joshua Kaleb Watson, de 23 años; Mohammed Sameh Haitham, de 19, y Cameron Scott Walters, de 21, todos ellos militares, entre los que hay un saudí.

Fuente – LA VANGUARDIA / Mary Higgins Clark en Wikipedia / La Opinión / EL PAÍS

Imagen – Wikipedia / April Kilingsworth / Phillip Capper / Josh Hallett / m01229 / NAVY LIVE

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