
El pensador eslovaco Slavoj Žižek publica ahora Pandemia (Anagrama), una reflexión sobre la crisis sanitaria que está provocando el covid-19, abundando especialmente sobre los virus «ideológicos» que campan por sus respectos en esta crisis
El intelectual esloveno Slavoj Žižek se atreve ahora con un sesudo ensayo sobre la pandemia que nos asola, que no es otra que la del malhadado coronavirus covid-19.
El libro se podrá encontrar en las librerías, citamos las online porque las físicas todavía están cerradas, el próximo miércoles, y está editado por el sello Anagrama; en él este intelectual de formación multidisciplinar – filósofo, sociólogo y psicoanalista – reflexiona sobre el coronavirus y otras muchas de sus derivadas.
Virus ideológicos

Para Žižek la emergencia del coronavirus covid-19 ha hecho emerger un buen número de entes víricos, en este caso de tipo ideológico que hasta este momento se encontraban en estado latente en nuestras sociedades.
Estas excrecencias ideológicas adoptan las más variadas formas: desde las teorías conspiranoicas extendidas por personajes de los más variados pelajes ideológicos hasta xenofobia y racismo, latente y no tan latente, que aprovecha la emergencia sanitaria para eclosionar.
En el plano sociológico, la obligada cuarentena y confinamiento también está siendo terreno abonado para impulsar otro tipo de cuarentena: la de todos aquellos que cuestionan muchas de las ideas políticas que tenemos.
Pero, prosigue también que se está extendiendo un virus ideológico mucho más benigno, abunda en su nuevo ensayo Slavoj Žižek y es aquel que nos hace plantearnos el desbarajuste económico, sanitario y social que ha provocado la pandemia para «dibujar» un nuevo modelo social alternativo.
Una nueva sociedad que alumbre una nueva solidaridad y humanismo globales y que trascienda modelos políticos ya caducos como el del estado nación decimonónico, ya que si algo está demostrado la pandemia es que, en el siglo XXI, sobre todo las desgracias, poco saben ya de fronteras.
¿Cambio de régimen en Pekín?

También se hace el eco el ensayo de una teoría que se va abriendo paso sobre la posibilidad de que la pandemia del covid-19 haga caer al régimen comunista chino.
El derrumbe sería sorpresivo e inmediato y tendría muchos paralelismos con la caída del régimen soviético que provocó la perestroika de Gorbachov, con un desmantelamiento completo y de raíz de régimen de partido único que lleva instituido en China desde el año 1949.
Si embargo el autor de, entre otros, Lo sublime objeto de la ideología, tiene un pensamiento diametralmente opuesto: la crisis del covid-19 a quién ha herido de muerte es al sistema capitalista, al menos tal como lo concebimos en la actualidad.
Solidaridad transfronteriza

Es el principal efecto, nadie sabe si el efecto será duradero, es que se ha desatado un proceso de solidaridad global que se puede rastrear inclusive dentro de España: comunidades autónomas que traslada internos de UCI de unas comunidades autónomas a otras, cesión de recursos sanitarios como puedan ser respiradores.
Pero ese proceso también se ha producido a nivel internacional, con países como China y Cuba enviando material sanitario y personal médico a otros países, en el caso de Cuba inclusive a los Estados Unidos de América, y eso después de más de 40 años de Embargo.
Además, ha sido una organización transnacional, la Organización Mundial de la Salud, la que actuado como «punta de lanza» en la lucha contra la pandemia, en lo que tendría que ser un nuevo abordaje en la lucha contra las catástrofes humanitarias, con una organización transnacional que liderase la lucha contra las nuevas pandemias, que llegarán.
Comportamiento irresponsable de algunos países

Algunos países se están comportando como si la pandemia no fuese con ellos y también como si la vida de sus ciudadanos les importase un ardite, o mejor dicho que los países, los dirigentes de algunos países.
Ahí tenemos a Jair Bolsonaro, que con la pandemia afectando de manera brutal a la población brasileña, sigue calificando al covid-19 como una «gripiña», y no ordena el confinamiento de su población por lo que a día de hoy la hecatombe social y sanitaria está adoptando unas proporciones colosales.
Otro país que está teniendo un mal desempeño es Irán, cuyo gobierno sigue sin reconocer que no ha sabido controlar un problema de salud pública, que a día de hoy se le ha ido de las manos.
Después de haber afirmado por activa y por pasiva que en la antigua Persia no existía una pandemia de covid-19 y que las cuarentenas no eran necesarias, el titular de la cartera de salud, Iraj Harirchi, tuvo que reconocer en rueda de prensa que había contraído la enfermedad.
En la misma comparecencia, el ministro de salud se la «tuvo que envainar», reconociendo que la enfermedad que provoca este coronavirus no entiende de estatus socioeconómico ni de clase social y que todos los iraníes «están en el mismo barco».
Una paradoja mayúscula

Es en lo que también abunda el pensador esloveno, que no es otra reflexión que la principal medida que han dictado los gobiernos de medio mundo para salvar a la humanidad, no sea otra que ordenar el confinamiento de la población e impedir el normal desarrollo de la vida social.
Como ya han advertido muchos virólogos y científicos, si algo puede acabar en el futuro cercano con la humanidad seguramente será un virus, y debemos de recordar que esta no es la única pandemia vírica que se ha producido en el mundo.
En las últimas décadas hemos sufrido, aunque esta es la primera amenaza seria producto de un ente biológico que afecta a occidente, el ébola, el SARS y el MERS, por citar solo a las más importantes.
Pero estas no son las únicas amenazas para la humanidad, ya que seguramente, y por la situación de emergencia vital que vivimos los humanos con el covid-19, son las amenazas ambientales las más acuciantes.
Y sin tener en cuenta la emergencia humanitaria que tenemos entre manos, gobernantes irresponsables, caso de Donald Trump, abonan la teoría de que el covid-19 remitirá mientras envían a sus bandas armadas a tomar los capitolios de muchos estados norteamericanos que han dictado medida de confinamiento.
La recuperación

Es a lo que se apresta China, el primer país que ha logrado, a no ser que se produzca nueva oleada, vencer al covid-19, eso sí, planteando medidas draconianas que solo se puede permitir una autocracia como la que personifica Xi Jinping.
El gobierno chino ya está en «modo» recuperación, sobre todo en lo que tiene que ver con el hecho de recuperar su economía, por lo que ya se ha advertido a la población que habrá que trabajar muchos sábados y muchos domingos para recuperar el PIB. Del mismo modo, y ciñéndonos a nuestro país, la hecatombe económica va a ser tan brutal – el Banco de España evalúa la posibilidad de una contracción de hasta el 13% – que la recuperación no será en forma de V, sino que estamos hablando ya de una L, sin que nadie sepa a ciencia cierta la longitud del brazo largo de esa L.
Fuente – EL PAÍS / Slavoj Žižek en Wikipedia / República Popular China en Wikipedia / Jair Bolsonaro en Wikipedia / Enfermedad por el virus del Ébola
Fuente – Nick Anderson / Breitbart News / 天下文章一大抄 / CJTF – HOA / CFM Conselho Federal de Medicina / Sheila Sund / Robert Scoble