
El obligatorio confinamiento ha mejorado, cosa que hasta ahora no había conseguido ni el ministerio de cultura, los índices de lectura en el estado, logrando que, ante la imposibilidad de otras opciones de ocio, la gente vuelva a los libros
El confinamiento está teniendo efectos taumatúrgicos sobre los índices de lectura de los españoles. Lo que no han conseguido las reiteradas campañas del ministerio de cultura lo está consiguiendo el obligatorio enclaustramiento.
Parece que a los españoles la obligatoria reclusión en nuestros domicilios ha hecho que nos acerquemos a los anaqueles y desempolvemos aquellos ejemplares que una vez compramos y que estaban muchas veces habían quedado varados durante muchos años allí.
En parte, el repunte de la lectura tiene que ver con la imposibilidad de la población de disfrutar de cauces de ocio alternativos, por lo que los índices de lectura han subido, de media, un 4%, según un reciente estudio de la Federación de Gremios de Editores.
Un aumento del 4%

Según los datos que maneja el Gremio de Editores, los lectores durante este periodo de confinamiento han subido del 50% al 54%, convirtiéndose la lectura en la tercera opción de ocio de los ciudadanos, después de ver la televisión y hablar por teléfono con amigos y familia.
Además, el incremento del tiempo de lectura se produce en todos los segmentos de edad, aunque bien es cierto que esta renovada afición por lectura cunde mucho más entre la población de más edad.
El tiempo medio que se dedica a la lectura ha pasado a ostentar una media de 71 minutos, y el 62% de la población que ha participado en la muestra afirma que durante estas semanas ha disfrutado más de los libros.
Principalmente autores españoles

Son los géneros tradicionales – novela, poesía y ensayo – los que acaparan el favor de los lectores y los cinco libros que más se han leído estos días son todos de autores españoles, siendo el más requerido de esos libros La madre de Frankenstein de Almudena Grandes.
Le siguen en las preferencias de los lectores Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo, Un cuerpo perfecto de Elísabet Benavent, La chica de nieve de Javier Castillo y A corazón abierto de Elvira Lindo.
El tránsito a lo digital

Durante esta pandemia lo que si se ha podido percibir es la preminencia de lo digital sobre el formato tradicional en papel, y no solo por la prevalencia del libro electrónico.
También se ha visto un incremento del uso de PC, portátiles, pero también tabletas y hasta teléfonos inteligentes, por lo que lo digital, aunque no es mayoritario, sí se va consolidando.
A pesar de ello, el 84% de los lectores todavía prefiere el formato tradicional en papel para sus lecturas.
Pero también hay que contar bajas

En lo que respecta al periodismo musical en concreto, ya que la pandemia, y los efectos económicos de la misma, han acabado de dar la puntilla a una de las decanas del periodismo musical de nuestro país, nos referimos a la revista Rock de Lux.
El covid-19 da la puntilla a una de las revistas musicales más longevas que se han editado en el estado, y después de 36 años en los quioscos y 400 números, la revista que dirigía Santi Carrillo desaparece.
Ahora, en el número del mes de mayo, Rock de Lux «echa el cierre», con un último número en el que colaboran hasta 55 «firmas», producto de la suma de la crisis estructural que vive la prensa española y la crisis coyuntural provocada por el covid-19.
Culmina así uno de los últimos proyectos editoriales independientes, una revista musical que ha mantenido su independencia contra viento y marea, sin las servidumbres de formar parte de grandes grupos de comunicación y de sus estrategias.
Si la situación ya de por si era complicada, la «tormenta perfecta» ha venido de la mano del «parón» económico salvo en las industrias esenciales, que se ha unido la ya de por si delicada situación de la prensa, con unos problemas estructurales difíciles de solventar.
En equilibrio precario

La ecuación que tenía que resolver mes a mes Rock de Lux era poder mantener las ventas en los quioscos y al mismo tiempo poder cuadrar sus ingresos publicitarios, algo que se está convirtiendo en endémico en la prensa en todo el estado.
Sí por esto fuera poco, Rock de Lux es y ha sido una revista que remuneraba a sus redactores, con lo que tenía que convivir en un ecosistema editorial en el cual campaba por sus respetos las publicaciones amateurs.
A pesar de desaparecer, el balance de estos más de 30 años es positivo, y como indica el que hasta ahora era su director, se van con la cabeza muy alta de haber sido durante tres décadas una de las cabeceras más señeras de la prensa musical española.
Un último número que transciende lo musical

En el número 394 la revista «ha tirado la casa por la ventana» contando con hasta 55 prestigiosas firmas que no solo se circunscriben al periodismo musical, sino que se extienden al mundo de la cultura en general.
En el 394 los articulistas transcienden el hecho musical y dedican sus artículos a hablar, e inclusive exorcizar, sus filas y sus fobias culturales.
Al mismo tiempo, también muchos de ellos dan alternativas culturales a los lectores para estos tiempos de confinamiento, dando opciones para el hecho de que el confinamiento ha cercenado la posibilidad de la realización de todos los espectáculos de teatro y cine.
En resumidas cuentas, el 394 es un buen compendio de lo que ha sido la filosofía de la revista durante los más de 30 años que ha estado en los quioscos, y como ya hemos indicado se trata de una magnífica edición de despedida.
Desde aquí expresamos nuestras condolencias a los muchos y fieles lectores de Rock de Lux que ya no podrán volver a tener, mes a mes, su cita en el quiosco con la que era la decana del periodismo musical español.
Fuente – LA VANGUARDIA
Imagen – Paul Keller / Sebastien Wiertz / Secretaría de Cultura Ciudad de México / FHKE / ROCKDELUX / Brian Marks / total 13 /