
El género del western, hablamos de su versión literaria, reverdece con fuerza en nuestro país, con autores que han sabido adaptar los valores del subgénero sacando el escenario de las praderas norteamericanas. En breve podremos disfrutar de En la costa desaparecida de Francisco Serrano, de La Forastera, de Olga Merino y Basilisco de Jon Bilbao
Cuando hablamos de género del western la gran mayoría pensamos en la pantalla grande, aquellas películas míticas de un género de gente dura, bregada en las más variopintas aventuras, con espíritu nómada y muchas veces de gatillo fácil.
Todos recordamos metrajes que han hecho historia dentro de ese género cinematográfico como La diligencia, Grupo salvaje o El llanero solitario, lo que en la España desarrollista de los años 60 se denominaban como «una de vaqueros».
Pero no está demás recordar que algunas de esas películas, sus guiones, estaban basados en obras literarias, y ahora reverdece el subgénero en los expositores de las librerías, con reedición de algunas obras clásicas, pero también con el aporte de escritores españoles.
En esencia, un subgénero literario que nos habla de amplios espacios naturales, cabezas de ganado, peleas de salón y de entornos duros y feraces donde la mecha de la violencia se podía prender en cuestión de minutos.
España, tierra de promisión

A pesar de que el subgénero proviene de las praderas del oeste norteamericano, en nuestro país, bien es cierto que, desde un tipo a esta parte, han surgido escritores que tienen a gala transitar el género.
En los expositores de las librerías podemos encontrar, por lo menos en aquellas que ya han abierto después del «cerrojazo», historia de vaqueros como En la costa desaparecida de Francisco Serrano o La forastera de Olga Merino.
A pesar de seguir los cánones del western, son muchos los autores, entre ellos Serrano y Merino, que han dotado a sus obras señas de identidad propiamente ibéricas, configurando lo que se ha venido en llamar el «wéstern ibérico».
Aprendizaje

Muchos de los escritores del estado que ahora «transitan» por este género no son primerizos que acaban de llegar, ni a la escritura ni a este subgénero, teniendo a sus espaldas décadas de aprendizaje a la hora de contar historias.
Es el caso de Francisco Serrano, que califica como casi espontánea la factura de En la costa desaparecida, producto de muchos lustros de acumular imágenes, situaciones, lecturas y «empaparse» de la cultura cowboy.
Para escribir En la costa desaparecida también le ha servido que los códigos de la frontera y del lejano oeste, con más de un siglo a sus espaldas, han permeado otros géneros literarios como pueda ser el de la ficción o el policiaco, géneros en los que también ejerce.
No necesariamente en las praderas de Kentucky

De hecho, y abundando La forastera, la trama se desarrolla a caballo entre Andalucía y Londres, donde es posible encontrar cualquier cosa menos appaloosas, representa al subgénero del western, si no por la geografía, si por el ambiente inhóspito y duro en el que se desarrolla, y donde la violencia está al orden del día.
Además, Olga Merino utiliza elementos canónicos del subgénero como la venganza, el desarraigo, y el peso del propio destino, bien es cierto que aderezado con elementos específicamente ibéricos.
Por otro lado, haciendo un poco de «arqueología» en la Historia de las Ideas, la «ideología» que se puede encontrar en el western no es sino la de la civilización clásica grecorromana, con temas como la lealtad, la fortaleza de espíritu o el honor, vehiculados a partir de lo que se son personajes sólidos.
También dedicados a las traducciones

En este oficio de escritor, la polivalencia está al orden del día, y entre momento y momento creativo, a muchos escritores también les da para realizar traducciones, algunas de ellas de subgénero del western.
Es el caso de Jon Bilbao, que antes de ver en junio en las librerías su obra más reciente, Basilisco, se encuentra enfrascado en la traducción de A lo lejos, de Hernán Díaz, que será publicado por Impedimenta, aunque todavía no hay fecha.
A pesar de que cuando se es escritor y de un género literario tan marcado como el «western» y al mismo tiempo se traducen obras del mismo «palo» se pude llegar a producir una cierta «contaminación», en este caso concreto Bilbao lo niega.
Mientras que la traducción que tiene entre manos de A lo lejos es un western en el sentido clásico del término, su más reciente obra, Basilisco, abunda más en la metanarración que en las señas de identidad de las «historias de vaqueros».
En campo abierto

Como cualquier otro género de aventuras, el western necesita de grandes espacios intransitados y de ausencia de civilización y de Estado, espacios en los cuales el largo brazo de la ley no llega.
Por tanto, no necesariamente el ámbito geográfico de una obra del subgénero se tiene que desarrollar en Baja California o en cualquier otro escenario decimonónico en la República de los Estados Unidos de América.
Para ello solo es necesario, como demuestran en sus novelas los tres autores españoles que citamos en este artículo, que se de una ausencia palmaria de civilización y la imposible concurrencia de la justicia y del poder coercitivo del Estado.
Por lo tanto, mientras se respeten los códigos del western, en cualquier escenario es posible el desarrollo de una obra canónica del subgénero, y eso se puede aplicar tanto a la literatura, como al cine e incluso al teatro.
Folletines de «a peseta»

Aunque es un tipo de literatura menor que ha desaparecido del imaginario colectivo, en España floreció, durante los años 50 del pasado siglo y que se opacó con la llegada de la Democracia, un género de folletín centrado en las «historias de vaqueros».
Durante aquellos años de posguerra y en el desarrollismo posterior, España fue fecunda en autores de este subgénero, cabe recodar, entre otros, a Marcial Lafuente Estefanía o Silver Kane, pseudónimo bajo el que se escondía Francisco González Ledesma.
De hecho, algunos de ellos, como Marcial Lafuente Estefanía, general de artillería en el ejército de la República, el que defendía la legalidad vigente ante los golpistas, logró la gesta literaria de publica 2.600 volúmenes de western.
Fuente – InfoLibre / Kentucky en Wikipedia / Francisco González Ledesma en Wikipedia
Imagen – Movieclips Classics Trailers / Roberto Carpintero / Eelke / cdaltonrowe / Caleb Roenigk / Ryan Hallock /