
Se publica ahora Hija de la sangre y otros relatos, un compendio de siete relatos y dos ensayos de la Gran Dama de la Literatura de Ciencia Ficción Norteamericana, nos referimos a Octavia E. Butler, que logró romper el «techo de cristal» producto de ser mujer y afroamericana
Octavia E. Butler fue definida como una «Gran Dama de la literatura de ficción», y a pesar de la discriminación racial que sufrían los negros en los Estados Unidos de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, rompió el «techo de cristal».
De hecho, fueron dos techos, el primero de ellos por la discriminación racial que sufrían las personas de color y el segundo por ser mujer, en un género literario dominado por los hombres blancos.
A pesar de su condición de mujer y afroamericana, fue capaz de reformular el canon de la literatura de ficción que se hacía en Estados Unidos en la última mitad del siglo XX.
Unos inicios nada prometedores

Algo que se le quedó grabado a fuego a Octavia E. Butler, fue cuando, contando con 13 años edad, una tía suya le espetó: los negros no pueden ser escritores.
Eso se lo dijo a una niña, que después de leer muchos relatos de ciencia ficción en revistas estadounidenses de los años 50 del pasado siglo – Amazing, Fantsy and Science Fiction o Galaxy – quería orientar su actividad profesional hacia la escritura.
Bien era cierto que en todos los años que llevaba disfrutando de la ciencia ficción, la adolescente que era Octavia, nunca había leído una línea que hubiese sido escrita por una persona de raza negra.
Sin embargo, el aserto de su tía hizo que redoblase la intención y el esfuerzo para poder vivir de escribir, y publicar, relatos de ciencia ficción, a pesar de que lo tenía todo en contra: era mujer, era negra y era pobre.
Hija de la sangre y otros relatos

Es el título con el que la editorial Consonni ha bautizado un libro que contiene siete relatos y dos ensayos de Octavia E. Butler que no han sido nunca traducidos ni publicados en castellano.
Uno de esos ensayos es Obsesión positiva, donde se puede leer la sentenciosa frase “En mis 13 años de vida no había leído ni una sola palabra impresa que, por lo que yo supiera, hubiera sido escrita por una persona negra”.
En el volumen, sobre todo en los ensayos, pero también en los relatos, se pueden rastrear muchas de las obsesiones de Butler: el rol de la mujer negra, los traumas del colonialismo o las violaciones.
Otras de sus obsesiones, también presentes en Hija de la sangre y otros relatos, son la esclavitud en EE. UU., el maltrato al medioambiente, la relación entre especies y la lucha de las parejas interraciales por ser aceptadas en una sociedad, como era la norteamericana, profundamente racista.
Leer de prestado

La pasión literaria de Butler se fraguó a partir de los libros que le daban a su madre, en las casas donde ejercía de empleada doméstica.
La madre de Octavia era una convencida del poder de la cultura y la educación para formar a las personas, y también para configurar un «ascensor social» que actualmente parece estropeado en EE. UU.
No pudiendo acceder a una educación, la madre de Octavia quería para su hija lo que ella nunca tuvo por lo que «rescataba» todo aquel libro que caía en sus maños, para que su hija pudiese disfrutar de la lectura.
Mientras para sobrevivir tenía que trabajar de cualquier cosa en fábricas y almacenes, seguía escribiendo y enviando originales a las editoriales, cosechando sonoros rechazos.
Muchas veces, el mero hecho de que la editorial se enterase de su doble condición de mujer y afroamericana hacía que el manuscrito fuera rechazado sin leerlo siquiera.
Obsesión positiva

Fue lo que hizo que no cejase en su empeño de seguir escribiendo hasta ver un original suyo publicado.
En su persona se conjugaban un tesón «a prueba de bombas» con un talento literario, la mayor parte de él innato, aunque sus muchas «horas de vuelo» leyendo literatura de ficción también hizo mucho en pulir su estilo.
El primer relato que logró vender y ver publicado tenía como título Al otro lado, cuando contaba con solo 23 años, aunque llevaba escribiendo relatos de ficción desde los 13 años.
Tenía la esperanza, y así lo consiguió, que su carrera literaria le permitiese dejar de tener trabajos poco cualificados y mal pagados.
Sin embargo, siguió teniendo que aceptar trabajos «sucios y mal pagados» durante cinco años más, hasta que cumplió 28 años, hasta que logro publicar su primera novela.
Con Patternmaster llegó el éxito

Publicada en el año 1976, en el 1979 llegaría otra novela de gran éxito, bajo el título de Parentesco y entre los años 1987 y 1989 la trilogía Xenogénesis.
En esa trilogía intento crear un nuevo canon para los relatos de ciencia ficción, alejados de lo que hasta aquel momento se había escrito, sobre todo dictado por hombres blancos.
La ciencia ficción que escribió durante toda la carera Octavia E. Butler se puede calificar como ciencia ficción «especulativa», abordando temas que en aquella época eran considerados como tabú.
Dichos temas se centran en las violaciones, las relaciones sexuales entre especies, la diáspora africana, el colonialismo, la esclavitud o el papel que debían de representar los escritores negros.
Relaciones de poder entre las diversas razas

Es otra de las temáticas constantes en todas sus obras, y es las relaciones de poder que se establecen entre las diversas razas, con una predominancia del poder del hombre blanco.
Ese «supremacismo» de la raza blanca era, y es, más que evidente en Estados Unidos, un país con un incuestionable pasado esclavista.
De cualquier modo, la crítica considera a esta escritora nacida en el año 1947 en Pasadena como una revolucionaria del género de la ciencia ficción y como «punta de lanza» de las escritoras afroamericanas con visibilidad.
Además, fue capaz de aportar nuevos temas, como la raza o la sexualidad, a una literatura de ficción norteamericana anquilosada en los mismos temas de siempre.
Fuente – EL PAÍS / Octavia E. Butler en Wikipedia
Imagen – pxfuel / pxhere / io. Lagana / Public Domain Files / Newtown Graftti