
Mientras que el mito de los vampiros lleva siglos vigente, Drácula de Bram Stoker tiene má de 120 años. Ahora el profesor universitario Nick Groom publica, en Desperta Ferro, El vampiro, una nueva historia, donde aprenderemos del mito a lo largo de la historia
Vampiros, aquellos que se alimentan con sangre de seres vivos, mitos de Europa Oriental que se hicieron literatura con el Drácula de Bram Stoker, y que desde que fue publicado en 1897, ha provocado una retahíla de secuelas literarias, cinematográficas y televisivas.
El mito reverdece ahora en España con la exposición itinerante sobre esos muertos en vida que ahora se puede ver en el CaixaForum de Barcelona hasta el 30 de octubre bajo el título de Vampiros. La evolución del mito.
Una nueva historia

Ahora que se cumplen, y supera por tres años, la publicación del Drácula, probablemente en el vampiro más famoso de la historia, el profesor de literatura inglesa Nick Groom publica en castellano y en la editorial Desperta Ferro el volumen El vampiro. Una nueva historia.
El profesor Groom, educado en prestigiosas universidades como Oxford y profesor también en prestigiosos centros de educación superior como Stanford, es un especialista en narrativa y subcultura gótica.
Conocido entre sus alumnos y en el mundo académico como prof of Goth publico originariamente su ensayo en el 2018 en Yale University Press, lanza una novedosa tesis sobre los vampiros, y no es otra de que son producto de la Ilustración.
Bien es cierto que los vampiros, como personajes míticos, muertos en vida que se alimentan de sangre, muchas veces humana, son producto del folclore de la Europa Oriental del siglo XVIII.
Y aunque nadie puede negar que en su origen son un mito, con la Ilustración a los vampiros se les empieza a aplicar la razón empírica.
La contradicción que muchas veces encontramos en los vampiros, esa mezcolanza entre el mito y la razón ilustrada, son parte de su génesis y hasta cierto punto son parte de la fascinación que producen.
Un continuo histórico

Es lo que traza Groom en su libro, remontándose a la narrativa popular de las aldeas eslavas, y las evoluciones que se ha producido a lo largo de los siglos.
Quizás la eclosión definitiva de los vampiros se produce con la generalización del cine y la televisión, convirtiéndose así, gracias a películas de directores como Francis Ford Coppola, en unos seres contemporáneos.
Pero también con la generalización de bandas de rock, ha habido grupos musicales que por lo menos se han identificado con esa fantasía gótica, con bandas como The Damned, Bauhaus o Incubus.
Unos no humanos muy humanos

A pesar de que un vampiro es un muerto viviente, que solo puede vivir de noche y que únicamente se alimenta de sangre, muchas veces humana, es un mito que se hace de carne y hueso.
Un vampiro es una criatura física, a pesar de lo extraño de su biología y su metabolismo y su nutrición sean peculiares.
En estos momentos, al menos antes de que estallase la pandemia de SARS-CoV-2, eran decenas las películas y las series que se estaban filmando basadas en el Drácula de Bram Stoker.
En una época en la cual las series son las reinas de la producción audiovisual, Nick Groom destaca, por su calidad y fidelidad al mito, la serie Drácula coproducida por la BBC y Netflix, que nos presenta a un creíble vampiro contemporáneo.
Entender la evolución histórica de mito vampírico

Es la justificación de Nick Groom para haber escrito El vampiro. Una nueva historia, que cree que con los cambios históricos y sociales que se producen, el mito vampírico, aunque pervive, también muta.
En un primer momento, como ya se ha explicado anteriormente, el vampiro, al menos el literario, surge de la integración de antiguos mitos de Europa Oriental con las ideas de la Ilustración.
En concreto en el aspecto literario, fue crucial el relato de John Polidori, que llevó el título de El Vampiro.
A partir de ahí el mito evoluciona, convirtiéndose en un enigma teológico, y de metáforas políticas y filosóficas, ya que en aspecto teológico nos encontramos con unos seres que son muestra de lo sobrenatural y la vida después de la muerte.
Vampiros y pandemia

Nick Groom ha encontrado también un lugar para los vampiros con esta pandemia de SARS-CoV-2 de la cual estamos viviendo ya la segunda ola en Europa.
De hecho, con otro profesor universitario, William Hughes, acaba de presentar un seminario online bajo el título CoronaGothic: culturas de la pandemia.
Inclusive se ha atrevido con otra que pone en relación los vampiros con la pandemia, y que lleva por título La vampirología de la Covid-19: el folclore del contagio, donde reflexiona sobre la relación entre ambos fenómenos.
Los vampiros, además, en el inconsciente colectivo, también están relacionados con las plagas, de hecho, en determinadas épocas históricas, también han sido considerados como una plaga más.
De hecho, la serie Drácula pone sobre la mesa la pandemia del SIDA, como propagadores de esa pandemia, igual que lo hizo la película El ansia, que fue dirigida por Tony Scott y protagonizada por, entre otros, Catherine Deneuve.
Drácula, de Francis Ford Coppola y su correlato literario

Se trata, con mucho, del filme más importante y popular que ha tenido como protagonista a Drácula.
El cineasta norteamericano tuvo el ingenio de convertir al personaje de Bram Stoker en un mito romántico, que superponía el mito a una historia de amor que se desarrolla en el metraje.
De hecho, y como sujeto literario, el Drácula de Bram Stoker, es, para Groom una novela moderna y no un cuento gótico, aunque muchas veces haya sido considerado como tal.
En el relato aparecían muchos objetos que, en aquel tiempo, estábamos a 3 años de entrar en el siglo XX, eran de alta tecnología, como rifles, cámaras grabadoras o el telégrafo, e incluso innovaciones médicas como las transfusiones de sangre.
De lo sexual a lo erótico

A medida que el mito de los vampiros ha comenzado a estar más manido, los vampiros han pasado de lo sexual a lo erótico.
A partir de 1819 se convierten en personajes seductores, y a medida que va evolucionando el mito también empiezan a estar rodeados de un cierto erotismo.
Pero muchas veces esa sexualidad y erotismo son metáforas de otras cosas: si durante el siglo XIX fue metáfora de capitalismo, durante el XXI lo es de identidad, de estatus social y de poder político.
Fuente – EL PAÍS / Bram Stoker en Wikipedia
Imagen – Makeless Noise / Emmanuel Dyan / Vague on the How / NH53 / Clinton Steeds / Nik Anderson / Trailers Playground HD / David Martyn Hunt