
María Dueñas publica Sira, la segunda parte de El tiempo entre costuras, la novela más laureada de las cinco que ha publicado hasta ahora. En esta ocasión veremos cómo Sira gestiona su maternidad y deja de trabajar a tiempo completo para el servicio secreto británico para realizar someras tareas de información
Después del éxito apoteósico de El tiempo entre costuras, en el pasado día de San Jordi pudimos ver en los expositores de las librerías de todo el país pudimos encontrar Sira, donde la autora desarrolla otra historia, también de espionaje.
Con El tiempo entre costuras la autora tuvo un éxito fulgurante que le permitió incluso «aparcar» su trabajo como profesora universitaria para dedicarse en exclusiva a la escritura y a satisfacer a sus lectores con nuevas narraciones.
Una de espías

A pesar de que Sira ha dejado Tánger y de colaborar con el servicio secreto británico en la II Guerra Mundial, nuevamente se verá envuelta en una trama de espías.
Esta vez la trepidante acción se desarrollará entre Londres, Jerusalén y Madrid, y en esta última capital Sira será testigo del viaje que Eva Perón desarrollará por la España de Francisco Franco.
Dueñas confiesa que no pensaba escribir lo que se puede considerar como una segunda parte de Entre costuras, pero un viaje a Tánger la puso en la tesitura.
En el viaje a la ciudad marroquí, Dueñas adquirió un pequeño ejemplar sobre un cementerio anglicano que hay en la ciudad, en donde se hablaba de los hechos en los que participaron algunos de los finados.
En esas lecturas se encuentra el germen de lo que hoy es Sira, en donde Dueñas retoma a la protagonista de El tiempo entre costuras, lo que le ha llevado a aparcar otra novela en la cual ya había avanzado hasta la mitad.
Un entorno geopolítico escabroso

Si bien es cierto que ya ha terminado la II Guerra Mundial, la tensión geopolítica ha abandonado Europa y se reproduce en otras coordenadas geográficas como es Palestina.
En la tierra en la que viviera Jesús de Nazaret ha estallado una guerra, primero de baja intensidad que posteriormente llevará a convertirse en una guerra abierta, en donde el pueblo judío lucha por su independencia.
De hecho, aquello no fue un enfrentamiento a dos bandas – los judíos contra los británicos – sino a tres, ya que el otro actor eran los árabes que llevaban cientos de años viviendo en lo que hoy es el Estado de Israel.
De hecho, Sira vivirá en primera persona el bombazo que el Irgún puso en el hotel King David, donde se encontraba la sede del gobierno británico y del ejército de Su Graciosa Majestad.
Además, en un país limítrofe con Palestina, nos referimos a Siria, también hay marejada política, con el avance un panarabismo que quiere derrocar a todas las monarquías de oriente medio para imponer repúblicas laicas.
Embarazo y cambio de funciones

En esta ocasión Sira está embarazada, un embarazo que llevará a cabo individualmente y por ello ya no es, como El tiempo entre costuras, una agente británica a tiempo completo.
En este libro veremos como Sira se realiza puntuales trabajos de información para el servicio secreto británico, para lo cual tomará el rol de periodista.
Sira ya no es la chica inocente que nos encontramos en la primera novela donde es protagonista, sino que se ha convertido en una mujer adulta y resabiada, no en vano ha tenido que vivir dos guerras.
Ambiente periodístico

Es el que nos vamos a encontrar en Sira, no en vano su cobertura es la de periodista, donde entrará en contacto, ya en Jerusalén, con un buen número de corresponsales de otros medios, entre los que se encuentran The Times y la BBC.
Sira trabaja en esta ocasión para La Voz de España, casi la única tabla de salvación mediática que encontraban aquellos a los que el régimen franquista obligó a exiliarse, y la única voz democrática que se podía escuchar desde España.
Inclusive, con la acreditación de periodista, Sira podrá trasladarse a España para cubrir la visita que en el año 1947 llevó a Eva Duarte, Evita, a visitar la España franquista como consorte del dictador argentino Juan Domingo Perón.
Tánger, una ciudad que vuelve a ser vital

Tanto en El tiempo entre costuras como Sira, la ciudad marroquí – en aquel tiempo protectorado español – de Tánger es el centro geográfico alrededor del que basculan los dos relatos.
En aquel momento Tánger era una ciudad cosmopolita y abierta en la cual se vivía con una suficiencia de todo tipo de productos de la que no se disfrutaba ni en Europa ni mucho menos en España.
Sin embargo, en menos de una década, cuando nació el Reino de Marruecos, y Tánger y otras ciudades del protectorado pasaron a manos marroquíes, toda la luminosidad de la ciudad se fue apagando.
El Marruecos subdesarrollado engulló tanto Tánger como otras ciudades con similar estatuto legal, esto es, de ciudad internacional, y empobreció a sus habitantes y los condenó a vivir en una autocracia.
Eva Perón, todo un acontecimiento internacional

La visita de la que fuera consorte del autócrata que en aquellos momentos gobernaba Argentina, intentó ser utilizado por el Régimen franquista para «lavar la cara» a un país que todavía era señalado como aliado del Eje.
La imagen que Franco intentaba dar de España, y para ello trató a los periodistas que cubrieron el viaje «a cuerpo de rey», era la de un país que luchaba por acercarse, no como una democracia, a los estándares europeos.
Tan importante era para Franco el viaje de Eva Perón que se dieron vacaciones en colegios e institutos, para que la población se súmase a la celebración del viaje.
El esfuerzo económico que se hizo para agasajar a Evita fue mayúsculo, en país que todavía se moría de hambre.
No faltaron las comilonas, los regalos de piezas de alta joyería, en un intento de que Eva Perón influyese en su marido para que mandase a España barcos llenos de cereales, carne, huevos y demás productos alimenticios.
Fuente – LA VANGUARDIA / María Dueñas en Wikipedia
Imagen – Michele C / Adam Purves / Israel a la carte / Jon S. / Juan Antonio Segal / Alba De Santiago