
En Piratas, una historia de los vikingos hasta hoy, el profesor universitario Peter Lehr nos habla de la piratería en toda su extensión, un fenómeno que comenzó con los vikingos y todavía aún hoy pervive, y donde no había, ni hay, lugar para romanticismos
Quizás producto de que todos, o casi todos, hemos leído La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson la imagen que tenemos asociada a la piratería es la de John Silver, pero sobre piratería se puede decir mucho.
Ahora un estudioso de la piratería como es Peter Lehr publica en castellano su libro Piratas, una historia de los vikingos hasta hoy, que publica Crítica con traducción de Yolanda Fontal Rueda.
Romper mitos

El primero de ellos es que la piratería se circunscribió al Caribe y que el fenómeno se produjo entre los siglos XVII y finales del XVIII, siendo realizado por piratas que cumplían todos los cánones del género.
No todos los piratas han tenido a lo largo de la Historia pata de palo, catalejo y garfios en lugar de manos amputadas y la piratería y la rapiña se ha practicado casi desde que nació la navegación.
La vida de los piratas tampoco es ni rocambolesca ni romántica, ya que por lo general las tripulaciones con patente de corso tienen una vida llena de penalidades, muchas veces consiguen un botín exiguo y se juegan la vida en cada abordaje que realizan.
Además, la piratería se ha convertido en un negocio al alza, cada año que pasa hay más, y si no que se lo digan a los cargueros que circunnavegan las costas de Somalia y otras zonas «calientes» de los mares.
Sin embargo, ahora los piratas han cambiado atuendo y armamento, ya que se les puede ver con ropa táctica y armados con AK – 47 y lanzagranadas RPG, lo cual los hace mucho más peligrosos que los de las novelas.
Un verdadero experto

Peter Lehr es un experto en violencia marítima y piratería, así como de otras formas de violencia, siendo docente en la Universidad de St. Andrews, en Escocia.
El texto, un ensayo divulgativo de fácil comprensión desmontan muchos de los mitos que rodean y han rodeado a la piratería, hablando del fenómeno desde sus inicios, con los vikingos, hasta la actualidad.
Además, Lehr traza un mapa de la piratería que abarcan una buena parte de los mares conocidos, desde Asia hasta el extremo oriente, y muestra las diferentes fisonomías que puede mostrar la piratería.
Por las páginas de Piratas, una historia de los vikingos hasta hoy transitan piratas tan conocidos como Jack Henry Morgan, Long Bean Avery y también hechos recientes como el secuestro del capitán de barco Richard Phillips.
Para los cinéfilos existe una película sobre el secuestro del capitán del MV Maersk Alabama que protagonizo Tom Hanks y que lleva por título Capitán Phillips.
Escabechina

Las luchas sin cuartel que se organizaban, y que todavía se organizan, entre los pecios de los piratas y los barcos asaltados también son vívidamente retratados en el último libro de Peter Lehr.
A lo largo de las páginas del libro seremos testigos del descuartizamiento del Olonés, a Barbanegra con las tripas fuera y un buen número de corsarios que acabaron sus días en la horca.
Inclusive ahora el abordaje y secuestro de todo tipo de embarcaciones en el Caribe está al orden del día, ya que esas embarcaciones posteriormente se utilizan para la comisión de ilícitos como el tráfico de armas o de drogas.
¿Por qué asociamos la piratería al Caribe?

Existe una explicación para que, en la cultura occidental, tengamos asociada la piratería al Caribe y circunscrita a los siglos XVIII y XVIII, que no es otra que el fenómeno de la piratería había sido estudiado, hasta ahora, casi siempre por académicos occidentales.
Sin embargo, en las últimas décadas, investigadores de otras latitudes han estudiado la piratería en sus regiones de origen y han demostrado fehacientemente que dicha actividad ha sido un fenómeno prácticamente universal.
Inclusive es posible datar cuando nace el arquetipo de pirata, y uno de los autores que lo fija es Robert Louis Stevenson en La Isla del Tesoro, aunque realmente la figura del pirata como mito proviene de la literatura oral.
Los cómicos de la legua viajaban de ciudad en ciudad europea narrando e inclusive representado teatralmente historias de atrocidades y grandes enfrentamientos marítimos con fabulosos botines protagonizados por piratas.
En cuanto a libros que aborden seriamente el fenómeno de la piratería, uno de los más antiguos es Historia General de los Piratas de Daniel Dafoe, cuya primera edición se publicó en 1724.
Posteriormente la literatura y el cine han trazado una visión romántica del oficio de pirata, caracterizándolos como pícaros aventureros de capa y espada.
Los piratas no enterraban sus tesoros

Aunque parece un lugar común, los piratas raramente enterraban lo obtenido en sus rapiñas, siendo el único caso documentado el del Capitán Kidd.
El corsario enterró parte de un tesoro en las proximidades de lo que hoy se conoce como Long Island, debido que siendo corsario la patente de corso solo le permitía un cierto montante de rapiña.
Al haberlo superado, escondió el excedente del mismo en la actual Long Island, y con ese dinero pudo, después ser juzgado y condenado por piratería, comprar su voluntad y poder seguir surcando los mares.
Lo que si parece comprobado es que por lo general las tripulaciones piratas eran unas manirrotas que gastaban hasta el último sueldo en francachelas, mujeres, vino y con los omnipresentes juegos de azar.
Otro mito que se cae es que los botines de los piratas rebosaban de doblones de oro y joyas, ya que la realidad era más mundana y los productos más habituales de la rapiña eran todo tipo de alimentos, sobre todo carnes, salazones y cereales.
Abundantes mutilaciones producto de batallas

La literatura y el cine nos ha mostrado, la más de las veces, a piratas a los que les faltaba más de un miembro, bien fuese una pierna algún brazo o ambos, de manera que era habitual ver a corsarios con garfios y patas de palo.
Además, esa aura romántica con la que se ha querido rodear a la piratería, no lo es tal, ya que el oficio de pirata, y también el de corsario, estaba lleno de penalidades y de violencia lo que hacía muchas veces que los piratas raramente morían de viejos y en sus camas.
Fuente – EL PAÍS / La isla del tesoro en Wikipedia / Capitán Phillips en Wikipedia
Imagen – Clare Black / Kate Haskell / Thank You / Stanley Miha / Sodai Gomi / Portable Antiquities Scheme / Leo Setä