
Unas declaraciones rotundamente transfobas de J. K. Rowling están provocando que la comunidad LGTBI británica haya llamado a boicotear los libros que ha escrito la autora británica y las películas que ha guionizado, inclusive la recientemente estrenada Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore
La autora británica, que se hizo de oro con la saga de Harry Potter, parece que últimamente respira por lo políticamente correcto.
Unas polémicas declaraciones sobre las mujeres transexuales han levantado una polvareda y parte del público se ha posicionado contra ellas, haciendo un llamamiento a boicotear sus libros.
Pone en tela de juicio su obra

Hace cuatro años del último éxito cinematográfico de Harry Potter, una saga orientada al público más infantil que juvenil, y unas polémicas declaraciones de su autora han generado un auténtico tsunami.
La polémica llega en el peor momento, justo cuando se estrena en la pantalla grande Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore, una cinta que ya llegaba tocada.
La primera crisis reputacional se produjo cuando la mujer de Johnny Deep denunció al actor por maltrato, y se saldó con que la productora prescindiese del actor para evitar que la película se viese salpicada.
Ahora la que ha metido el zancarrón ha sido la autora de la saga de Harry Potter, un conjunto de siete libros, con los cuales muchos niños han adquirido el hábito de la lectura y que ha hecho de Rowling la mujer más rica de Reino Unido.
En las declaraciones en cuestión, un torpedo a la línea de flotación de la comunidad queer, la autora de Harry Potter y la piedra filosofal, ataca a ese movimiento afirmando que una mujer solo lo es debido a su sexo biológico.
Cruzada contra la autodeterminación de sexo

Los comentarios contrarios a la teoría queer de autodeterminación sexual comenzaron para Rowling en el 2019, cuando apoyo a una escuela de pensamiento británica que estaba en contra de la ley de autodeterminación de género que preparaba el ejecutivo del 10 de Downing Street.
Sus comentarios no dejaron a nadie indiferente en el Reino Unido, y si bien es verdad que la autora ha recibido muchas muestras de apoyo también ha sido la diana de aceradas críticas.
De hecho, el movimiento transexual británico tiene en Rowling una de sus dianas, y desde ese ámbito no se ahorra críticas a la novelista.
Rowling ha contratacado en la red social Twitter para acabar con el marchamo transfóbico que ciertos medios y colectivos la habían etiquetado.
En dicho decálogo de intenciones Rowling reveló que había sufrido, a lo largo de su vida, violencia machista y abusos sexuales, aunque se declaraba contraria a aquellos movimientos que intentan diluir a la mujer, robándole sus rasgos políticos y biológicos.
Antecedentes

Para la comunidad trans, los posicionamientos de Rowling contrarios al colectivo se pueden rastrear hasta el año 2017, cuando Rowling apoyaba artículos en contra del colectivo queer.
Eso le ha hecho entrar en rumbo de colisión contra autores literarios y actores que inclusive han participado en alguna de las películas de Harry Potter.
Es el caso de la agria polémica que mantuvo con Stephen King que en la misma red Twitter afirmó que las mujeres trans son mujeres.
La autora británica también tuvo su más y sus menos con Daniel Radcliffe, actor de la saga de películas, que publicó una carta abierta en la cual defendía abiertamente al colectivo LGTBI y concretamente al colectivo transexual.
Los dimes y diretes de Rowling y Emma Watson también son públicos y conocidos, que también apoya, sin ambages, al colectivo LGTBI.
Vivir de rentas

Es lo que podía hacer J. K. Rowling, que ya cuenta con 56 años, después del éxito planetario que ha logrado son sus libros sobre Harry Potter y los buenos dividendos de vender los derechos para las películas.
Sin embargo, Rowling se debe a su público, y siempre le gusta estar en el candelero, lo cual se ha hecho muchas veces posicionarse de forma extrema ante lo que sucede en la sociedad británica.
Por ello, muchas veces se ha pasado de frenada, con opiniones extremas que la han posicionado, ante buena parte de la opinión pública, como racista, homófoba y transfoba.
Además, se desconoce por qué eligió el pseudónimo de Robert Galbraith para escribir sus obras que tienen una temática adulta, en donde también se despacha a gusto contra el movimiento LGTBI.
Además, alguien llamado Robert Galbraith fue uno de los pioneros de las terapias de conversión para homosexuales que utilizaban entre otros métodos el electroshock.
De hecho, uno el protagonista de uno de sus libros de temática adulta más celebrados, Durán, en El gusano de seda, es un hombre que viste de mujer para acercarse a las mujeres vulnerables y aprovecharse de ellas.
(R)Evolución

Hace más de dos décadas, J.K.Rowling era una madre soltera que en ocasiones tuvo que vivir de la beneficencia.
Encarnaba el papel de una mujer hecha a sí misma, que había logrado vencer a la adversidad y que llegó a ser, gracias a su trabajo como escritora, inmensamente rica.
Durante sus primeros años Rowling defendía postulados ideológicos inequívocamente progresistas, pero a medida que «engordaba» su cuenta corriente, sus opiniones se hacían más conservadoras.
En los últimos cinco años parece que hubiese iniciado una cruzada personal contra el colectivo LGTBI, con opiniones extremas sobre lo que debe de ser un hombre, una mujer y las relaciones sexuales, tanto las heterosexuales como las homosexuales.
Boicot

Es a lo que ha llamado el movimiento LGTBI británico para la producción literaria y cinematográfica de J.K.Rowling.
Eso no ha gustado a las editoriales y las Majors de Hollywood; en el caso concreto de Warner y de las editoriales que publican sus libros han lanzado el inequívoco mensaje de que como empresas están a favor de la diversidad, también de la de género y la sexual.
A Rowling le crecen los enanos: una buena parte de los actores que han trabajado en Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore, entre ellos Eddy Redmayne y Katherine Waterson se han manifestado claramente en contra de su transfobia.
El boicot a las obras literarias de J.K. Rowling también se basa en que la mayoría de sus personajes, sobre todo en la saga de Harry Potter son absolutamente conservadores en lo político, en lo social y en lo afectivo.
Fuente – el diario
Imagen – Mike McBey / Elen Nivrae / Dominic Alves / Twitter / Francisco González / Royal Opera House Covent Garden / Cattan