
Fobia al futuro, es eso lo que tienen nuestros jóvenes, lo que muchas veces hace, entre otras derivadas, que se añore el pasado y se intente mantener a toda costa el statu quo. De todo ello nos habla en Futurofobia el periodista y escritor Héctor García Barnes
Es lo que nos plantea el periodista Héctor García Barnes en su libro Futurofobia donde muestra el cruce de caminos de una generación que se encuentra entre la nostalgia del pasado y el miedo a un apocalipsis futuro.
Futurofobia, al menos en la definición que defiende García Barnes, sería un sentimiento catastrofista sobre el futuro, pensando en todo momento que va a producirse un accidente fatal.
Publicado por Plaza & Janés, en el ensayo se nos comunica un sentimiento generalizado en buen parte de la juventud, en lo que es un miedo constante a lo que pasará en el futuro, en donde lo que vendrá siempre será peor.
Hablar en primera persona

Y Héctor García Barnes, periodista de El Confidencial, lo puede hacer porque pertenece a esa generación de jóvenes que ve el futuro, no como una oportunidad, sino como una amenaza.
Bien es cierto que a la generación que pertenece García Barnes el futuro se la ha llevado por delante, y que llevan muchos años encadenando crisis.
Cuando se creían recuperados de la crisis financiera del 2008, llegó la pandemia de SARS-CoV-2, lo que no les ha permitido encarar el futuro como si hicieron sus padres, y seguir encadenando contratos temporales.
El autor no es nada complaciente en el libro con su generación, ya que cree que peca de un exceso de autocomplacencia y victimismo.
Además, el ir encadenando crisis, una detrás de otra, es algo que también vivió la generación de sus padres, que enlazaron, sin solución de continuidad, la crisis del petróleo de los años setenta del pasado siglo con la brutal reconversión industrial de los años ochenta.
Inmovilismo

Es una de las constantes de los jóvenes de este siglo XXI, pero además en casi todas las facetas de la vida, desde lo laboral a lo sentimental, pasando también por lo cultural y lo social.
Eso ha provocado, sobre todo, pesimismo y resignación, actitudes que han desembocado en el cinismo con una sospecha permanente sobre todos aquellos que intentan cambiar el statu quo, pensando que detrás hay aviesas intenciones.
Muchos jóvenes se toman a chacota a activistas de todo tipo, como pueda ser a la activista medioambiental Greta Thunberg, lo que permite a una buena cantidad de jóvenes no asumir las responsabilidades que tiene en intentar cambiar la realidad.
Además, el cinismo, en vez de menguar, se acentúa a medida que van pasando generaciones de jóvenes, lo que desemboca en adultos cada vez más cínicos, y los más peligros, mucho más conservadores.
Nostalgia mire por donde se mire

Y eso se plasma en los temas de la cultura popular actual: homenajes a todos los que fueron a la EGB, que las camisetas de Bola de Dragón tienen un gran éxito o considerar al grupo musical Estopa como un parteaguas de la cultura pop.
Además, esa nostalgia se entremezcla con la fobia a idear un futuro distinto, calificando el mismo como terrible y que cualquier intento de cambiar el statu quo a lo que único que nos puede llevar es a algo peor.
Por otro lado, series televisivas y películas nos presenta un presente apocalíptico: la enseñanza que se puede sacar de series como House of Cards, Breaking bad o películas como Joker es que vivimos en un presente donde solo los manipuladores o los genios sobreviven.
El futuro lo único que provoca es ansiedad, previendo en lontananza una nueva crisis, algo malo que le va a suceder a nuestra familia o que puede suceder un accidente terrible.
Mientras que para otras generaciones el futuro era la posibilidad de algo mejor, para los actuales jóvenes el mañana es un horizonte de destrucción.
La pandemia el detonante

Héctor García Barnes tomó la decisión de escribir Futurofobia en lo peor de la pandemia, cuando vio como la gente asumía resignadamente los confinamientos.
La opinión que él pulsó es que la pandemia se veía venir y que esta no sería sino el primer capítulo de todos los males que se nos iban a venir encima a la humanidad, siendo el próximo un apocalipsis medioambiental.
El acto fundacional de esa fobia al futuro fue sin duda el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, cuando el mundo tal como lo conocíamos cambió.
El cambio se produjo porque era la primera vez que una organización terrorista internacional, Al Qaeda, atacaba a la potencia unipolar que era Estados Unidos en su propio territorio.
Otro cambio esencial para entender la fobia al futuro de la juventud española fue la crisis financiera de 2008, algo que además de cambiar la economía, produjo un movimiento tectónico en la sociedad y la política españolas.
La visión sobre un futuro más bonancible, que se instaló en España a partir de la burbuja inmobiliaria de los años 90, se rompió como un espejo en mil pedazos.
Lo que había sido una euforia irracional desapareció y el análisis racional de lo que nos pasaba en el 2008 llevó a un fundado pesimismo.
La doctrina del shock

El libro de Naomi Klein explica muy bien cómo reacciona el sistema neoliberal cada vez que se produce una crisis, que no es sino recortando derechos, y es sin que en la sociedad civil se produzca ninguna reacción de protesta.
Además, el sistema neoliberal aprovecha para asentar mejor su operativa y su cosmovisión del mundo, para de esa manera afianzar mucho menor el statu quo que vivimos actualmente.
Las crisis, que son al mismo tiempo peligro y oportunidad, dejan de tener de esa manera ese inmenso potencial de cambio que tuvieron en otras épocas, provocando incluso el efecto contrario.
La gente, más cada vez, cuando hay una crisis se aferra a lo que tiene, ya sea su estabilidad económica, psicológica, emocional, o todas ellas a la vez.
Además, en el sistema neoliberal que campa por sus respetos, provocan una agudización de las diferencias sociales: los ricos se hacen más ricos y los pobres se empobrecen cada vez más, sin solución de continuidad.
Fuente – el diario
Imagen – manhhai / Fibonacci Blue / Joel Kramer / Robert Nunnally / Eneas de Troya / People’s Social Forum