
La guerra de Ucrania está haciendo correr ríos de tinta, tanto en prensa como en libros, aunque bien es cierto que muchas editoriales han andado tarde y han lanzado sus títulos cuando ya el citado conflicto bélico está fuera del foco mediático
La guerra de Ucrania está teniendo mucha repercusión, y además de la mediática la está teniendo también el ámbito literario, con decenas de libros que versan sobre el tema.
Bien es cierto que estos lanzamientos surgen cuando la atención sobre la guerra, llevamos más de 100 días, está decreciendo.
La guerra de Ucrania se ha convertido en un acontecimiento que tenemos de fondo pero que cada día que pasa suscita un menor interés por parte de la opinión pública y los medios de comunicación.
Periodo de adaptación

La maquinaria que gobierna la industrial del libro es mediata, no inmediata, por lo que se ha tenido que adaptar a una nueva demanda de la sociedad, que era libros que abordasen la guerra que se acababa de estallar en Ucrania.
En el caso del periodismo, la adaptación fue mucho más rápida, y en pocos días, la mayoría de los medios – prensa, radio y televisión – ya tenían reporteros sobre el terreno que se convirtieron en los oídos y los ojos sobre el terreno.
La industria del libro tiene sus tiempos: hay que ver que obras publicadas en otros idiomas existen, hay que hacer prospección sobre autores que se plieguen a dejar los que están haciendo para escribir sobre Ucrania.
Además, hay que buscar financiación para cada proyecto, escribirlo y que esto llegue a «máquinas» y que finalmente se acabe publicando y llegando a los expositores de las librerías de nuestro país.
Tirar de catálogo

Por lo general, lo mejor, en este caso y otros que surgen de la prisa mediática, es tener algún libro en catálogo que trate sobre el tema, en este caso sobre Ucrania o la guerra en la zona separatista del Donbás.
Eso da tiempo a la editorial a buscar obras todavía no publicadas, ponerse en contacto con escritores de su «escudería» para que escriban algún libro sobre el tema, y a la impresión y distribución de las obras.
Además, también algunas editoriales también se han centrado en libros que tenían que ver con Rusia, y especialmente con Vladimír Putin, y el halo de corrupción y de pertenencia a la delincuencia organizada del jerarca.
Las editoriales que han podido, porque tenían libros de Historia de Rusia en sus catálogos se han apresurado a reeditarlos, como una manera de poner en contexto los posteriores libros ya centrados en el conflicto ucranio.
Serendipia

En este caso aplicado al universo literario, con editoriales que, por suerte, antes de que estallase la guerra en Ucrania, ya tenían previsto publicar libros sobre aquel país.
Es el caso de la editorial Hoja de Lata, que había echado un ojo a No se necesita contraseña, porque forma parte de la saga Crónicas políticas, del escritor Yulián Semiónov, un ciclo de libros incardinados en la novela negra.
Escritores con nexos

Las editoriales también han echado mano de escritores españoles que tiene fuertes lazos con Rusia, Ucrania, o ambos países.
Una de estas escritoras es Marta Rebón, que ha traducido obras de autores ucranios y rusos como Svetlana Aleksiévitx, Vassili Grossman o Lev Tolstói.
Una de sus obras es El complejo de Caín. El “ser o no ser” de Ucrania bajo la sombra de Rusia que acaba de ser publicado, pero escrito mucho antes de que se produjese la conflagración.
Algo parecido ha sucedido con Prohibido dudar. Las diez semanas en que Ucrania cambió el mundo (Akal), de Pascual Serrano, y La invasión de Ucrania (Agora Ctxt).
Libros que bien es cierto que están más pegados a la realidad actual de la guerra y que han sido escritos ad hoc para ser publicados en tiempo récord.
Da hasta para biografías

Es un género que, en conflictos bélicos como el que nos ocupa, es muy socorrido. Como en el mercado hay decenas de biografías publicadas sobre Vladimír Putin, los autores se han centrado en el presidente Zelenski.
La Editorial Deusto acaba de publicar la biografía de Volodimir Zelenski con el título de Zelenski, la biografía de un héroe, que ha sido escrito y publicado en cuestión de semanas.
La biografía, lejos de otras consideraciones, es un tipo de literatura que envejece muy mal, por lo que la publicación y distribución de la obra tiene que ser lo suficientemente ágil como para ser lanzada en la cresta de la ola.
De otro modo, esto es, si se lanza la biografía mucho tiempo después de producirse el eco detonante de la conflagración, las editoriales se pueden ver afectados porque los libreros, al no venderse el libro, devuelven los mismos a las editoras.
Editoriales que se adelantaron a la guerra

Es la suerte de la editorial La Esfera de los Libros con su obra Ucrania. El camino hacia la guerra, que se publicó antes de que las tropas rusas entraran en territorio ucranio.
En la editorial se maliciaban que podía producirse una invasión rusa de Ucrania, por lo cual decidieron publicarlo, habiéndose convertido el mismo en un superventas.
En La Esfera de los Libros ni el imperialismo ruso ni la posibilidad de que en esa zona del Globo se produjese un conflicto era algo que llevaban años rumiando, documentándose y haciendo análisis geopolítico.
Avalancha en las librerías

Muchas librerías se quejan de que les están llegando tantos libros sobre la guerra en Ucrania, que están teniendo que hacer hueco en los expositores para poder mostrarlos todos.
Sin embargo, eso se está produciendo en las grandes superficies como pueda ser FNAC o Casa del Libro, ya que hay cierto tipo de librerías que no se guían por los superventas.
Son muchos los libreros que para muchos a muchos títulos se les ha «pasado el arroz» debido a que la guerra de Ucrania ya empieza a ser un tema viejo después de más de tres meses de hostilidades.
Uno de los libros más solicitados por los lectores, seguramente porque produce morbo, son las biografías sobre Vladimír Putin, habiendo tenido especial predicamento Los hombres de Putin de Catherine Belton.
Fuente – el diario
Imagen – manhhai / Martin Hearn / Archives New Zealand / University of Liverpool / Eelke / Ayodele / la esfera de los libros / Miki Yoshihito