La violencia de género se cuela en la nueva narrativa argentina hecha por mujeres

casitodaslasletras28072015

Ya no es raro encontrarnos con escritoras argentinas que tratan sin tapujos la violencia contra las mujeres que corroe Argentina. Muchas de esas escritoras también apoyan la lucha de la sociedad civil desde #niunamenos la lucha contra la violencia de género. Selva Amada, que acaba de publicar “Chicas muertas” o Gabriela Cabezón Cámara con sus novelas gráficas pretenden concienciar en Argentina y en el exterior, del gravísimo problema de la maltrato a la mujer y los feminicidios

La presencia, casi por primera vez, de muchas autoras australes que tratan en sus obras literarias la violencia de género en Argentina está marcando un hito en las letras de ese país.

Muchas de esas autoras, como puedan ser Selva Amada o Gabriela Cabezón Cámara, además de tratar el tema del maltrato a la mujer en sus obras también son partícipes de los movimientos que desde la sociedad civil quieren luchar contra esa lacra.

De hecho Selva Amada acaba de publicar Chicas muertas, una crónica sobre el maltrato a las mujeres. Chicas muertas trata la problemática de la violencia de género del interior de Argentina.

La muerte de Andrea Danne, de 19 años en el pueblo de San José le sirve a Amada para hilvanar una historia, o el ejemplo para muchas historias, de lo que es la violencia contra las mujeres.

Realmente Chicas muertas no es sino un atanor por el que fluye un líquido que es sangre y es también el averno por el cual han tenido que pasar muchas mujeres argentinas con nombres y apellidos: María Soledad Morales, Gladys Mc Donald, Elena Arreche, Adriana y Cecilia Barreda y Luisa Quevedo por citar solo algunas.

Parece que una conjunción de planetas haya hecho que ahora muchas autoras argentinas se hayan propuesto con la ayuda inestimable de sus obras literarias, de concienciar a la sociedad argentina que la violencia de género es una realidad y también una lacra por la cual muchas mujeres sufren y padece, y también algunas de ellas fallecen por obra de victimarios del género masculino.

Por otro lado muchas de esas escritoras con el apoyo de la sociedad civil argentina se han agrupado en la campaña #niunamenos que surgió después de que el pasado mayo Chiara Páez, residente en la provincia Santa Fe fuese asesinada. Selva Amada confiesa que la génesis de Chicas muertas se encuentra su preocupación, ya de muchos años, sobre el problema de violencia contra las mujeres que existe en Argentina.

A las mismas conclusiones llega Gabriela Cabezón Cámara, otra de este grupo de autoras argentinas que forma parte de #niunamenos. Ahora publica en nuestro país Y su despojo fue una muchedumbre, una historia gráfica en la cual también abundan los feminicidios. No es la primera obra de Cabezón Cámara que trata temas relacionados con la violencia de género. En Le viste la cara a Dios y en Beya también abunda en los malos tratos tanto físicos como psicológicos.

Más información – Wole Soyinka se rebela contra los secuestros de niñas perpetrados por Boko Haram

Fuente – El Diario

Imagen – Departament fo Foreing Affairs and Trade

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