Pablo Neruda pudo ser asesinado. Esta tesis, mantenida durante décadas por su círculo más próximo puede haberse validado después de que un plantel internacional de forenses, liderado por el vasco Paco Etxebarria haya descubierto en los restos inhumados del poeta la existencia de estafilococo dorado, un microorganismo modificado genéticamente
Esta misma semana se ha hecho público un documento oficial chileno que afirma que Pablo Neruda fue asesinado y no murió por las complicaciones de un cáncer como se creía hasta ahora. El tema del asesinato de Neruda ha vuelto a la palestra por el empeño de entre otros de Eduardo Contreras que hasta hace pocas fechas ha sido el Embajador de la República de Chile en Uruguay.
Contreras ha rememorado como el médico que trataba a Neruda y cuando este estaba ya de cuerpo presente le dijo: “Eduardo, Pablo ha muerto de cualquier cosa menos de cáncer”. Esa misma tesis defendió la viuda de Neruda, Matilde Urrutia, en su libro Mi vida junto a Pablo Neruda.
Contreras y Neruda pertenecieron ambos al Partido Comunista Chileno, y de hecho el ahora exembajador todavía sigue militando en el mismo. Neruda fallece poco tiempo después de que triunfe el golpe de estado que derrocó al Presidente Salvador Allende, el día 23 de septiembre de 1973, y la autopsia confirmó que falleció por las complicaciones de un cáncer que ya padecía.
Sin embargo su círculo más próximo desde esa fecha ha continuado investigando la muerte de Neruda intentando demostrar que fue asesinado, seguramente a manos de la DINA, la policía política del dictador Pinochet.
El último capítulo lo escribió Manuel Araya, chofer de Neruda y compañero de militancia política, el cual volvió en 2011 a poner en duda la muerte del Premio Nobel. El siguiente acto de este drama lo ha protagonizado Eduardo Contreras al presentar una denuncia a la que se adhirieron familiares del poeta y finalmente el Estado de Chile.
El Diario El País publicaba hace escasas fechas un informe elaborado por el Ministerio de Interior Chileno que demostraba taxativamente que Pablo Neruda no murió como consecuencia de un cáncer de próstata sino que establecía como posible y altamente probable que fuera asesinado a manos de terceros.
A pesar de todo un examen toxicológico de los restos del poeta que se realizó en el año 2013 demostraba que en sus restos no había ninguna sustancia que pudiera haber provocado un envenenamiento.
Sin embargo en pasado octubre un estudio llevado a cabo por expertos forenses, liderados por el forense vasco Paco Etxebarria, demostró la existencia en los restos inhumados del poeta del estafilococo dorado, un microorganismo modificado genéticamente.
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Fuente – El Observador
Imagen – Sol Robayo