Una nueva novela – “El hidalgo que nunca regresó” – nos muestra a un Quijote ya en la senectud, que viaja nuevamente a Barcelona dónde contará a un joven, Rocamura de nombre, los seis días que vivió en su juventud en la Ciudad Condal y en dónde una armada otomana estuvo a punto de tomar la ciudad
La nueva novela de Carlos Luria, El hidalgo que nunca regresó, nos muestra Cervantes aposentando sus reales en la capital de Cataluña, evidentemente de un modo novelado. Carlos Luria, además de escritor, es un conocido periodista y guionista. La novela se publica e Pámies Edicions.
El inicio de la trama nos muestra al joven barcelonés Rocamura que se encuentra con un Cervantes ya mayor que se encuentra inmerso en la escritura de la segunda parte de El Quijote. Rocamura le propone al escritor un canje: él le dará una arqueta solo si el escrito le cuenta un viaje que realizó en la ciudad condal 40 años atrás.
La novela se encuentra escrita en segunda persona y se inicia en el Madrid de 1615, aunque revela una de las etapas más oscura de la vida del escritor de El Quijote, los seis días que pasó en una Ciudad Condal que estaba directamente amenazada por una escuadra otomana. Seis días que como se verá en la novela, cambiarán la vida del escritor complutense.
Carlos Luria ha intentado mostrar en la novela una visión global y humana de Cervantes y también hacer algo de luz sobre la presencia del escritor alcalaíno y sus visitas a Barcelona. Se tratan, los de su periplo catalán, unos episodios poco conocidos aunque a la luz de los datos históricos se trataron de unos viajes esenciales para la plasmación de su escritura.
De hecho y con respecto a lo que respecta a El Quijote, no está por demás recodar que es en Barcelona dónde Alonso Quijano recupera temporalmente la cordura, de lo que se puede deducir que Barcelona fue crucial en la biografía de Cervantes.
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Fuente – La Información
Imagen – Enrique López – Tamayo Biosca