Ha fallecido Víctor Mora, el guionista de cómics tan celebrados en nuestro país como El Capitán Trueno o el Corsario de Hierro, que causaron furor en las últimas décadas de la dictadura franquista. A su pasión por el comic se unió también su faceta de escritor, con novelas de realismo social como “Los plátanos de Barcelona” dónde retrata el ambiente asfixiante del tardofranquismo en Barcelona
A pesar de ser patrimonio de una generación anterior, los que fuimos niños en la década de los años 70 y 80 del pasado siglo recordamos las historietas del Capitán Trueno como parte de los ritos iniciáticos para ser buenos lectores de comic.
El que fuera creador de esa celebérrima saga de comics, Víctor Mora, falleció el pasado miércoles a los 85 años. Mora fue un creador proteico que además de guionista de cómic lo fue también de cine, además de escritor y novelista.
El éxito del Capitán Trueno sobrepasó las fronteras españolas y triunfó en varios países europeos dónde fue bautizado como “Amigo”, “Capitán Tuno”, “Tpoyeno” o “Kapitein Donderslag”. El héroe castizo siempre fue conocido dentro de nuestras fronteras como Capitán Trueno, y es ahora cuando se cumplen los 60 años de la publicación de su primera historieta.
Víctor Mora (Barcelona 1931), un creador completamente autodidacta, fue durante muchos años guionista de la Editorial Bruguera e ideó muchas viñetas hasta dar a luz al Capitán Trueno. Educado estéticamente con las viñetas del Príncipe Valiente, unió su labor como guionista con una vida llena de peripecias.
En plena Guerra Civil Española tuvo que huir con su familia a Francia y sufrió cárcel durante el Franquismo. Eso no le impidió convertirse en un guionista de éxito con historietas como las del Capitán Trueno. Además Mora tuvo también que superar un accidente cerebrovascular y un cáncer.
El germen de lo que sería el Capitán Trueno se gestó en el año 1956 cuando recibió el encargo de Bruguera de crear un personaje histórico y a él se le ocurrió crear un caballero español de la Edad Media, un argumento que bebía de fuentes como los relatos de Walter Scott y del Harold R. Foster.
El grito de guerra del Capitán Trueno: ¡A sangre y fuego! comenzó a ser asiduo en los álbumes de la Editorial Bruguera gracias al tándem que formaron el propio Mora y el dibujante Miguel Ambrosio “Ambrós”.
El primer álbum del Capitán Trueno se publicó el 14 de abril del 1956; la historia estaba ambientada en Jerusalén y en el mismo aparecían personajes de gran relevancia histórica como Ricardo Corazón de León.
Muy pronto, los álbumes del Capitán Trueno se convirtieron en un éxito de público, llegando a vender 350.000 ejemplares en la publicación que era de periodicidad semanal. Tal como recordaba Mora hace pocos años, “Después de las primeras quince o veinte historias sí que me di cuenta que funcionaba muy bien, la gente se volvía loca y se vendían millones de cuadernitos del Capitán Trueno”.
Siempre acompañado de sus compañeros de aventuras, Goliath y Crispín, el Capitán Trueno también tuvo tiempo de vivir un tórrido romance con Sigrid. El éxito del comic pronto hizo revolotear sobre las ediciones la censura franquista.
Uno de los leiv motiv de los censores era el desarmar de espadas a los contendientes para que estos aparecieran con el puño en alto, como un remedo del saludo fascista omnipresente en los primeros años del régimen de Franco. Al peligro de la censura también se unía el control político al que aspiraba la siniestra Brigada Político – Social.
Máxime en el caso de Víctor Mora, que perteneció al PSUC cuando este estaba en la clandestinidad y que fue detenido en 1957 por la citada Brigada. Acusado de “atentado contra las seguridad del estado” estuvo varios meses preso en la Cárcel Modelo de Barcelona.
Inclusive el celebérrimo, y desgraciadamente también fallecido, Manuel Vázquez Montalbán explicaba los álbumes del Capitán Trueno, como “un discurso progresista en medio de la ortodoxia franquista”.
La vida efímera del Capitán Trueno finalizó en 1968, cuándo se publicó la última aventura del caballero medieval español, aunque desde aquellos años ha habido tiempo a la reimpresión, varias veces, de las obras completas del Capitán Trueno.
Sin embargo Mora siguió creando personajes, llegando a idea más de 200, entre los cuales nos encontramos como El Jabato, El Cosaco Verde o El Corsario de Hierro. Además Víctor Mora también tuvo tiempo de tantear la ciencia ficción, con títulos como Astroman o Supernova.
Narrador de raza, llegó un momento en el cual el comic se le quedó corto para contar todo lo que tenía que contar, con lo que a partir de los años setenta del pasado siglo unió a su faceta de guionista de comic, la de novelista.
De su producción en prosa, cabe destacar libros como Los plátanos de Barcelona, una novela que se publicó, originariamente en catalán, en el año 1966 y que en el año 1972 fue traducida al castellano. En esa novela, Mora logra retratar muy fielmente el ambiente social asfixiante en la Barcelona de aquellos años.
Mas información – La vida de Cervantes llevada al comic
Fuente – Abc
Imagen – Manuel