A lo largo de los años en los cuales el británico H. G. Welles estuvo activo como escritor de literatura fantástica, dejó traslucir en todas sus obras universos distópicos en los cuales triunfaban los ideales socialistas que nunca tuvo empacho en ocultar. Obras como “La máquina del tiempo” o “La guerra de los mundos” dónde, entre otras cosas, propugnaba un gobierno mundial
Hace siglo y medio nacía en el condado inglés de Kent, uno de los mayores escritores de literatura fantástica entre cuyas obras encontramos La guerra de los mundos, La máquina del tiempo, La isla del doctor Moreau y otros clásicos de la literatura fantástica.
Además del éxito con sus novelas, también recibió duras críticas de parte de la prensa especializada por su tendencia a creas utopías, muchas de ellas de tinte socialista por lo cual entre sus detractores se encontró también el establishment británico.
Nacido el 21 de septiembre en Bromley, este hijo de trabajadores luchó contra el techo de cristal que impedía que en la sociedad victoriana alguien de la clase obrera pudiese dedicarse a la docencia y a cultivar su intelecto.
Antes de cumplir la edad de Jesucristo ya había publicado cuatro de los libros por los que la historia le recuerda: La máquina del tiempo (1865), La isla del doctor Moreau (1896), El hombre invisible (1897) y La guerra de los mundos (1898).
Por no recibir, no recibió ni el apoyo incondicional de su editor, que le conminaba constantemente a que dejase de crear obras literarias en las cuales el escritor inglés reproducía, cambiando el escenario, distopías de corte socialista.
Incluso con Kipps (1905) y Tono Bungay (1909), que se basan en situaciones coetáneas al escritor y que tenían mucho de vida personal de Wells. También tuvo la crítica, ácida y mordaz, de escritores británicos de su generación, como es el caso de G. K. Chesterton, que lo acusaba de “haberse vendido por un plato de mensaje (sic.)”.
Ya desde su primer éxito, La máquina del tiempo, se puede leer entrelíneas la posición del escritor con respecto a los efectos que provoca una sociedad perdurablemente desigual, en la cual el nacimiento determinaba si vivías en el subsuelo o en la superficie de la tierra.
Como ya hemos indicado, como trasfondo de sus obras se encuentras las utopías políticas del siglo XX, como puedan ser el comunismo o el socialismo. Inclusive en Hombres como dioses (1923) se interna inclusive por las trochas del anarquismo.
Filósofos de la importancia de Bertrand Russell indicó que la obra literaria de H. G. Welles tuvo una visión optimista del futuro, un futuro que el teñía de socialismo. Para el tercer conde de Russell uno de los éxitos de Welles fue lograr dar una pátina de respetabilidad al socialismo en el Reino Unido.
Estudiando toda la obra del escritor inglés se puede encontrar como postuló la creación de un estado mundial. Avanzó estas propuestas, por ejemplo, en The open conspiracy (1933) dónde ya presentaba una renta universal para todos los habitantes del planeta.
Mientras que en The New World Order (1940) mostraba que la única manera de evitar el surgimiento de nacionalismos o fascismos pasaba por una políticas internacionalista, aunque con el paso de las décadas a lo único que hemos llegado es a la desregulación de los mercados financieros y una globalización impulsada por el neoliberalismo.
Más información – Se celebra los 60 años de la primera edición en castellano de “Crónicas Marcianas”
Fuente – El Diario
Imagen – gianky