Proseguimos con el compendio, bastante equilibrado, de escritores a los cuales el Premio Nobel de Literatura le ha sido esquivo, por ahora. Hoy comenzamos con un escritor y académico de la lengua española, Julián Marías. Proseguiremos con un escritor de culto en las letras estadounidenses contemporáneas, Thomas Pynchon, y finalizaremos este artículo con una psiquiatra y activista feminista egipcia, Nawal al Saadawi
Continuamos con este periplo que nos acerca a escritores y escritoras contemporáneos a los cuales, por ahora, le han sido esquivos e Premio Nobel de Literatura. De lo que si estamos casi seguros es que algún o alguna de los literatos que recogemos en esta serie de artículos logrará en los años venideros el trofeo que instituyese a comienzos del siglo XX Alfred Nobel, el inventor de la dinamita.
El primer escritor que tratamos en este nuevo artículo es Javier Marías, un escritor que con Juan Goytisolo y Enrique Vila – Matas forma el triunvirato español a alcanzar el Nobel de Literatura. Marías cuenta con varias características – prosa reflexiva, caldo de cultivo académica e ironía – que lo hace un magnífico candidato al máximo galardón de las letras mundiales.
La muerte y la paradoja, esas virtudes lo acercan mucho a escritores de otros países que ya han recibido el preciado galardón. Autores como el surafricano J. M. Coetzee o W. G. Sebald tienen una prosa muy parecida al de la de este escritor español que ocupa el Sillón R en la Real Academia Española.
En cuanto a las razones que puedan explicar que la Academia Sueca no le haya otorgado el merecido galardón se encuentran que hay ya seis escritores vivos que han ganado el Premio Nobel de Literatura que escriben en español. Para aquellos que quieren acercarse a la obra del hijo del filósofo Julián Marías encontramos Corazón tan blanco o Mañana en la batalla piensa en mí
El escritor norteamericano Thomas Pynchon es otro de los que lleva lustros sonando cuándo está a punto de fallarse el Nobel de Literatura. Siendo superior a escritores coetáneos y que comparten la nacionalidad como Don DeLillo, en todos sus años de oficio se han salido replicantes de su estilo como David Foster Wallace o Neil Stephenson.
La impronta que lleva dejada en la literatura norteamericana es impresionante ya que incluso la crítica literaria ha denominado a su estilo “realismo histérico”, una suerte de mezcolanza de pasión científica, revisión histórica, vitalidad desbordante y traviesa.
La influencia de Thomas Pynchon en otros subgéneros literarios también es importante, sobre todo en una hornada de escritores norteamericanos posmodernos, muchos de los cuales son cultivadores del cyberpunk.
En cuanto a las razones por las cuales el Premio Nobel de Literatura le ha sido todavía esquivo tiene que ver con su profunda introversión que hace que huya de los medios, inclusive cuándo hay que hacer promoción de cada nuevo título que publica.
A la hora de acercarse a su obra se puede comenzar con la lectura de El arcoíris de la gravedad lo que supone, según la crítica, su obra maestra, publicada en el año 1973 y seguir con La subasta del lote 49 y Mason & Dixon.
Y terminado este artículo nos encontramos con la escritora egipcia Nawal al Saadawi, una proteica escritora que también tienen tiempo para ejercer su trabajo de psiquiatra y su activismo feminista.
Nacida en la ciudad egipcia de Kafr Tahl en 1931, en su obra presenta el extremismo religioso que aboca a las jóvenes a sufrir la mutilación genital y a otras muchas a la prostitución. El ser una demócrata convencida le ha llevado a perder su puesto como Directora General de la Salud Pública y también una pena de cárcel.
En cuanto a por qué todavía el Premio Nobel de Literatura le ha sido esquivo debido a que del medio centenar de títulos que componen su obra, muy pocos de ellos han sido traducido al inglés o a ningún otro idioma de amplia difusión. Quien tenga interés por acercarse a su obra puede leer Dos mujeres en una, Memoirs from a Women´s Prision y La inocencia del diablo.
Más información – El adiós de la Nobel de Literatura Nadine Gordimer
Fuente – El Diario
Imagen – Francesc_2000