Penúltimo artículo sobre los escritores contemporáneos a los cuales todavía no los han investido con el Premio Nobel de Literatura. En este capítulo hablaremos del poeta Adonis – Ali Ahmad Said Esber – de origen sirio, y los norteamericanos Don DeLillo y Úrsula K. Le Guin
Proseguimos mostrando este álbum, literario por supuesto, en el cual a reflejamos a los escritores y escritoras contemporáneos que aunque suenan en todas las quinielas del Nobel de Literatura cada nuevo año, todavía no han recibido la llamada de la Academia Sueca.
Adonis es uno de ellos. Bajo este pseudónimo encontramos al poeta sirio, Al Qassabin, 1 de enero de 1930, Ali Ahmad Said Esber muy crítico con el Islam como religión, que para el autor de Violencia e Islam, considera que ha condenado a millones de personas a la misoginia, analfabetismo y oscurantismo.
Adonis tampoco es muy complaciente con el papel que han representado las potencias occidentales en los países musulmanes, a los cuales acusa de haberse convertido en dictaduras económicas que mantienen a la mayoría de la población de esos países, muchos de ellos con grandes reservas de combustibles estratégicos, por debajo del umbral de la pobreza.
A pesar que su nombre sonó con fuerza durante la Primavera Árabe, la dura mirada que lanza tanto sobre oriente como hacia occidente, criticó los beneficios que obtuvo Estados Unidos de ese movimiento político, probablemente fue una mácula que tuvo en cuenta la Academia Sueca para no concederle el precioso galardón.
Para acercase a su prosa y su pensamiento nada mejor que el ensayo Violencia e Islam y The fixed and the changing, que por ahora solo se ha publicado en francés y en inglés.
Otro escritor, este norteamericano, al que el Premio Nobel de Literatura le ha sido esquivo, es Don DeLillo, Nueva York 1936, que conjuntamente con el ya citado Philip Roth conforma una dupla de escritores norteamericanos contemporáneos que más posibilidades tendrían de recibir el Nobel de Literatura.
DeLillo siempre ha sido un especialista en retratar los elementos más sórdidos de la sociedad norteamericana y es un asiduo del uso de la tecnología, sobre todo internet, para descubrir los aspectos más desagradables de la realidad de ese país.
Entre las razones que se barajan para que todavía no le hayan concedido el máximo galardón de las letras universales se encuentra su introversión y el poco interés que ha tenido en toda su vida por ser un escritor mediático.
Sin embargo el que sea un escritor octogenario que sigue publicando – hace pocos meses publicó Cero K – es algo que los académicos suecos tienen muy en cuenta. Aquellos interesados por su obra podrían tener una correcta aproximación con la lectura de Libra, Fascinación y Cosmópolis.
Culminamos este artículo con la escritora norteamericana Úrsula K. Le Guin, Berkeley 1929, que además de escritora y académica reparte sus esfuerzos como activista anarquista, feminista y ecologista.
La autora de La costa más lejana también es una devota taoísta, que combina esa religión milenaria con la categoría de gran dama de la literatura de ficción. Sus primeras publicaciones están ligadas a la revista Amazing, en el año 1962.
Destaca por la creación de mundos en los cuales se expone con toda su crudeza la ambición humana, los sueños de grandeza y las consecuencias de dichas ensoñaciones. Sus obras destacan por los profundos análisis de la sociedad, la moral, la política y la psicología individual y colectiva
Entre la razones con las cuales la Academia Sueca todavía no ha ni considerado el tenerla como candidata al Premio Nobel de Literatura, se encuentra el que Úrsula K. Le Guin invierte sus denuedos y esfuerzos en escribir obras de ciencia ficción, un género que todavía es considerado como menor.
Aunque el Nobel le haya sido esquivo hasta ahora, los galardones no le han sido esquivos a lo largo de sus muchas décadas de carrera: finalista del American Book Award y del Premio Pulitzer, nominada cinco veces al Premio Hugo, cinco veces al Nébula, habiendo ganado el National Book Award, el Kafka Award, el Pushcart Prize o el Howard Vursell Award.
Lo más destacado de su narrativa, para aquellos que se quieran acercar a la nutrida obra de esta californiana, tiene que ver con sus Historias de Terramar, sus cinco novelas de un archipiélago inventado y dominado por la magia.
También son de agradable lectura su ciclo Ekumen, una federación galáctica de varios mundos cada uno de los cuales con sus peculiaridades sociales. En La mano izquierda de la oscuridad nos habla de una raza que cambia de sexo.
Mas información – H. G. Welles, literato y socialista
Fuente – El Diario
Imagen – Juanedc