Wonder Woman, que seguramente será un éxito de taquilla en los cines, tuvo unos orígenes bastante políticamente incorrectos de lo que se podría pensar. Se trató del primer intento de introducir en el «mainstream» del cómic de los primeros planteamientos feministas
Wonder Woman, otro producto de la factoría del cómic que DC Comics, llega a la pantalla grande. Como todos los héroes y heroínas que saltan al cine de la mano de las grandes majors, el resultado final es algo estándar y políticamente correcto.
Pero en los orígenes de Wonder Woman como comic, encontramos mucho de los orígenes del movimiento feminista en los Estados Unidos de América, en unos momentos en los cuales el pensamiento era plenamente masculino, e inclusive misógino.
En la primera etapa de los tebeos de Wonder Woman, que cronológicamente llegó hasta los años 50 del pasado siglo, se nos muestra a la heroína como una mujer fuerte y primaria que gastaba un feminismo producto de la cultura clásica.
Un comic que si algo pretendía en esos happy years, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la conflagración en Corea, lo que quería era entretener, educar y transmitir una serie de valores.
Wonder Woman es, además, una creación en la cual intervino un hombre y una mujer, que eran matrimonio. De sus características psicológicas e históricas es responsable William Moulton Marston, pero la participación de su mujer, Elisabeth Holloway, también fue importante en la gestación del cómic.
El cómic vio la luz, esto es, se publicó en All American Publications, una de las primeras empresas que comenzaron al publicar tebeos en Estados Unidos. En esa época el dibujante de Wonder Woman era Harry G. Peter, que trabajó en el desarrollo del personaje hasta su muerte en 1958.
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Fuente – El Diario
Imagen – 1derwoman