“Manifiesto Redneck” de Jim Goad, es un acertado análisis del magma cultural de la clase rural pobre de los Estados Unidos, que ha sido una de las bases electorales de Donald Trump. Un análisis sobre el triunfo del populismo norteamericano, escrito veinte años antes de la victoria electoral del magnate inmobiliario neoyorkino

Lo primero que sorprende de este libro, que ahora reedita Dirty Works, es que está escrito hace más de 20 años. Sorprende, debido a que el análisis lúcido que hace de la américa profunda, blanca y pobre, que queda como anillo al dedo, para definir a la clase rural blanca y pobre que ha llevado a Donald Trump a la presidencia.

También sorprende que su autor, Jim Goad, huya del lenguaje academicista, y su prosa tome unos derroteros, que nos recuerda al fanzine, destacando por su lenguaje hiperbólico y por estar repleto de insultos.

En unos momentos en los cuales, legiones de sociólogos intentan explicar las razones del éxito electoral de Donald Trump, sorprende un poco que un cowpunk, como Goad, lo explique de una manera sencilla y con pelos y señales…veinte años antes de que el magnate inmobiliario ocupase la Casa Blanca.

En Manifiesto Redneck nos vamos a encontrar de bruces con el clasismo brutal que tiene que vivir la clase rural blanca y pobre. Y eso en unos momentos en los cuales en la mayoría de la sociedad norteamericano se ha instalado un multiculturalismo chic.

Parece que todavía es aceptable, en esas circunstancias, poder estigmatizar a la clase blanca pobre de origen rural. Es lo que se ha conocido, durante muchos años, como «basura blanca».

En cierto modo, Manifiesto Redneck, tiene muchas similitudes con Chavs, el ensayo de Owen Jones sobre la demonización de la clase obrera británica, aunque en comparación, la sociedad británica trata con inusitada delicadeza a ese grupo social, en comparación como lo hace la sociedad norteamericana con su población blanca pobre.

Jim Goad, acierta al ubicar el origen del desprecio a la publicación blanca rural y pobre, en Estados Unidos, en la servidumbre voluntaria, en los primeros estadios de la colonización de América por lo europeos. La basura blanca, seria descendiente directa de esos siervos voluntarios, que con la Revolución contra la potencia colonial británica, quedaron abandonados a su suerte.

Más información – La literatura se muda al agro

Fuente – Diario El País

Imagen – Lachlan Hardy